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Es cuestión de método.

Posted in Textos de Interes para la formación by formacionmpt on octubre 15, 2009

Es cuestión de método.

Cuando se afirma que nada dogmático hace referencia al método aplicado por Marx y Engels, los fundadores del socialismo científico, se hace referencia al método heredado de la crítica de Galileo a la física escolástica.

Galileo adhirió a la tesis de que la tierra gira alrededor del sol; Marx y Engels que la historia conocida hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases. Galileo investigando la gravitación y el movimiento despertó la vigilancia y la persecución ininterrumpida de la Inquisición; Marx y Engels, su método dialéctico-materialista (y la correspondiente concepción materialista de la historia) han despertado las furias más desenfrenadas de las fuerzas vigilantes que actúan positivamente para la conservación y la defensa de los beneficios del capital.

“(La dialéctica) reducida a su forma racional provoca la cólera y es el azote de la burguesía y de sus portavoces doctrinarios, porque en la inteligencia y explicación positiva de lo que existe abriga a la par la inteligencia de su negación, de su muerte forzosa; porque, crítica y revolucionaria por esencia, enfoca todas las formas actuales en pleno movimiento, sin omitir, por tanto, lo que tiene de perecedero y sin dejarse intimidar por nada”  (Carlos Marx, El Capital Tomo I)

Cómo Galileo muchos han renegado, pero no todos cómo Galileo se han logrado parar y golpeando el suelo decir una vez más: “Eppur si muove” (y sin embargo se mueve).

¿Qué tipo de lógica encierra la crítica materialista de Marx?

Es una lógica no-formal, no-dogmática, es una lógica dialéctica, comprende el “ser” que sin embargo se mueve al “no-ser”, para adquirir, en interrumpidas metamorfosis, nuevas formas de manifestarse hasta su forma más desarrollada.

Siguiendo el movimiento del pensamiento, sin perder de vista el objeto que analiza, busca comprender la regularidad de su movimiento, busca comprender qué es permanente y qué es transitorio, coyuntural, superfluo.

No hay método universal que todo pueda responder, el método de preguntar al objeto se adapta al movimiento de lo real, no lo fuerza, no le ajusta para que calce a su medida.

“Mi método dialéctico no sólo es fundamentalmente distinto al método de Hegel, sino que es, en todo y por todo, la antítesis de él…” (Carlos Marx, El Capital Tomo I)

En tanto “antítesis” es movimiento opuesto, es negación, transposición.

Agrega: “…Para Hegel, el proceso de pensamiento, al que él convierte incluso, bajo el nombre de Idea, en sujeto con vida propia, es el demiurgo de lo real; y lo real constituye únicamente la forma externa en que la idea toma cuerpo.” (Carlos Marx, El Capital Tomo I)

La lógica en Marx no es apriorística, está invertida al uso hegeliano. Lo real toma forma en el proceso, en el movimiento del pensamiento. El movimiento del pensamiento tiene que reconstruir el movimiento real, incluso cuando el movimiento real hace referencia a su propio movimiento en la lógica dialéctica.

“…En cambio, para mí lo ideal no es más que lo material transferido y traducido en el cerebro de los hombres (…)” (Carlos Marx, El Capital Tomo I)

Una lógica que supera la “clasificación”. Dinamiza jerárquicamente, en el pensamiento, la arquitectura del movimiento real.

Presupone una crítica a las “mistificaciones”. Es autocrítica a las “mistificaciones” de sus propios “hinchas”. Es crítica que devela las consonancias consustancial en la realidad objetiva, ajena a la propia “voluntad” del sujeto actuante que afirma positivamente en la explicación, desprendiéndose de su real pensado.

El hecho de que la dialéctica sufra en manos de Hegel una mistificación no obsta para que haya sido él quien primero supiera exponer de un modo amplio y consciente sus formas generales de movimiento.” (Carlos Marx, El Capital Tomo I)

¿Qué tipo de crítica es la de Marx?

“De ahí que la crítica marxista al moderno apriorismo dialéctico sería la recapitulación de todo aquel movimiento del pensamiento antidogmático que recorre con intervalo la historia de la lógica filosófica.” (Galvano della Volpe)

Una crítica de este tipo se opone a encontrar en el Estado la representación del concepto puro.

“He visto el Espíritu del Mundo, sentado en un caballo” (Hegel, sobre Napoleón)

En cambio para Marx “… el gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la burguesía…” El materialismo de Marx es prosaico, anda de a pie. El método materialista se ilustra en la afirmación leninista de la política como la expresión concentrada de la economía.

Para el materialismo marxista una dialéctica “invertida” revela un carácter vicioso, no fecunda conocimiento, ni remite a la acción transformadora de la realidad investigada.  Este método rechaza la lógica formal, como método ”general” de las ciencias (la cosifica, cercena el movimiento y lo encorseta), junto a esta oposición, crítica la dialéctica especulativa, pues ninguna de las dos podría ser “método universal de las ciencias”.

No es posible un método universal de las ciencias, la lógica dialéctica es concreta.

La dialéctica reconoce en la lógica formal sus procedimientos que garantizan la coherencia del pensamiento. Para pensar se requieren procedimiento formales bien conformados.

La dialéctica rechaza el intento en la lógica formal de suplantar sus leyes por las regularidades, tendencias del movimiento real.

El movimiento, para la filosofía crítico-materialista al estilo de la crítica de Galileo a la física escolástica, reconoce que hay mil movimientos circulares, mil movimiento hacia arriba y hacia abajo, eso hay en la naturaleza: ante tal realidad no se puede “acomodar” ninguna “arquitectura”. Se desvanece todo apriorismo y todo finalismo, ni “génesis” ni “apocalipsis”, esta es la “lógica de Marx”.

El trabajo abstracto de los trabajadores asalariados, uniformado en el proceso de cambio es la substancia del valor… No hay en el Capital, en la crítica a la Economía Política, ningún capítulo de la Teoría del Valor, sólo análisis de la mercancía.

«En primer lugar, yo no procedo basándome en los ‘conceptos’ y, por consiguiente tampoco del ‘concepto acerca del valor’. Y por esa razón tampoco es mi deber ‘dividirlo’ de alguna manera. Yo parto de la forma social más simple en la cual el producto de la mano de obra en la sociedad contemporánea se manifiesta a sí mismo. Esta forma es ‘la mercancía’. Esto es lo que yo analizo y sin duda alguna y ante nada la forma en que aparece. Ahora me doy cuenta que, en su estado natural, es, por una parte, una cosa con valor de uso y, por otra parte, lleva consigo valor de cambio y es, en sí misma, desde este punto de vista, un valor de cambio. Al analizar más profundamente esto último, descubrí que el valor de cambio es sólo una ‘apariencia’, el modo en que manifiesta independientemente el valor que la mercancía porta. De ahí que entonces enfoco el análisis de este valor». (Marx, Notas marginales sobre Wagner)

El procedimiento inverso, a partir del concepto conduciría a una crítica apriorística, es de carácter vicioso, un ejercicio meramente lógico verbal o formal del razonamiento. Por tanto, un procedimiento estéril que no engendra conocimiento, por tanto la investigación deber recorrer el camino inverso, desde el concreto real al abstracto en el pensamiento, asciende al concepto, no desciende de él.

¿Cuál sería el modo específico de la aplicación del análisis materialista histórico en la crítica a la economía vulgar?

La economía vulgar defiende la propiedad privada (burguesa) como una “condición de la producción”. Al proceder de esta forma, la producción sería el proceso de apropiación (de la naturaleza), determinado históricamente como propiedad (burguesa), se tiene que aceptar en forma acrítica conformándose una “petición de principio”. No se agrega nada al conocimiento: la producción (burguesa de la naturaleza) es la propiedad (burguesa). Así, el concepto más genérico de producción (como apropiación de la naturaleza) se potencia y se “convierte” en la realidad, esto es técnicamente (desde el punto de vista lógico) lo que se denomina una hipóstasis.

Cotidianamente hablando se dice que se explica algo con aquello mismo que debe ser explicado. Filosóficamente hablando, el ser es lo que es. Lógicamente hablando, una tautología.

¿Cómo evita Marx este procedimiento viciado?

Analiza la mercancía, la célula de la anatomía de la sociedad burguesa, el objeto que condensa todas las relaciones sociales de la sociedad burguesa. El método parte de un hecho concreto que no agota en sí mismo aún la producción moderna, burguesa, por tanto requiere ser analizado.

Marx utiliza el método de la abstracción: procede a mostrar, una cosa común que no puede ser una cualidad natural, puesto que todas las cualidades nos advierten que sólo poseen un valor de uso. Aquí la mercancía no se diferencia de cualquier producto.

El hecho concreto del que parte es el intercambio. De ahí las metamorfosis que el valor, el valor de uso para el intercambio, se convierte en una relación de carácter social, y por ende, histórica. El valor no es una propiedad o cualidad de una cosa, es una propiedad de una relación social.

El riesgo que se evita con este procedimiento es la “interpolación”: sustituir las características  específicas de las relaciones sociales que surgen de la moderna producción burguesa por una generalización sin tiempo ni espacio.

Tal “interpolación” sustituiría el hecho real de las relaciones sociales de producción burguesas por algo genérico, concebido como ley inmutable, eterna, natural. Una ley “en abstracto”.

El procedimiento de interpolación apriorística, la sustitución de lo concreto por lo abstracto, se conforma en una estructura lógica viciosa y no corresponde al método materialista de Marx. El método de Marx es crítica a los razonamientos incorrectos de la “metafísica” en general y de “la economía clásica”. La crítica a la metafísica se transforma en crítica a una estructura dialéctica que procede por la vía de la mistificación que produce el apriorismo.

La crítica es al procedimiento que transforma la realidad en una “alegoría”, método antiquísimo que nos remite a la “caverna” de Platón. El método materialista es crítica a la reducción de la realidad a su manifestación simbólica.

A través del procedimiento metafísico, lo específico, la mera empirie, no es asimilada, no hay “mediación”, lo empírico, lo fenoménico, adquiere una existencia simbólica, trascendental.

El método materialista de Marx evita la volatilización “abstracta” del hecho real. El método de la abstracción busca develar el contenido material de la representación.

La crítica materialista e histórica del apriorismo (tanto lógico como dialéctico) tiene en cuenta la materia, lo extra-racional, tiene que ser inferida positivamente de la materia misma, como sustancia del conocimiento.

El conocimiento de la realidad material es un problema de orden metodológico. El carácter científico del método de Marx y Engels se fundamenta en la demolición de todo apriorismo, formalismo, idealismo simplón, por tanto es crítica a toda dogmática.

Una lógica que no se mueva en círculo.

¿Qué tipo de círculos simbolizan el movimiento en el método?

El círculo (o mejor simbolizado en la espiral) que se despliega de lo concreto a lo abstracto (inducción) y de lo abstracto a lo concreto (deducción).

El método inductivo-deductivo “…se resuelve efectivamente en una continua y rigurosa aclaración experimental o histórica de las abstracciones económicas, morales, lógicas y otras similares (además de las “físicas”)…” (Galvano della Volpe)

¿Qué tipo de abstracción agrega conocimiento o tiene “valor cognitivo” según Marx?

Las verdades, siempre concretas, se obtienen “allí donde se tiene el más rico desarrollo concreto, donde una característica parece unir a una multiplicidad de fenómenos y ser común a todos” (Carlos Marx)

En El Capital a partir del análisis de la mercancía se obtiene la abstracción económica “trabajo”. Más conocido como “trabajo abstracto”. En la forma más moderna de la producción capitalista encontramos el trabajo en la “indiferencia a un género determinado” de trabajo concreto.

El trabajo abstracto “presupone una totalidad muy desarrollada de géneros reales –históricos- de trabajo”. Esta forma desarrollada históricamente, en su plenitud, devela la esencia de la sociedad burguesa.

Otro ejemplo de unidad de lo múltiple, es decir, otra fundamental abstracción económica a que se arriba con el procedimiento materialista de Marx es el “capital”. De ahí que Marx  llega a la conclusión que esta “categoría concreta” tiene que estudiarse, lógicamente primero que la renta de la tierra, cuando estamos analizando la sociedad burguesa, aunque históricamente ésta aparezca antes que la ganancia capitalista.

De este análisis se desprende que la renta de la tierra no puede ser explicada, en la sociedad burguesa sino como parte de la industrialización de la agricultura. Hecho que hoy se demuestra en el movimiento del campo a la ciudad.

El “capital” es el “punto de partida y fin” del proceso económico en el marco de la sociedad burguesa.

Producto de este procedimiento el “capital” se transforma en sujeto de la sociedad burguesa, por tanto es una relación social históricamente determinada, tiene un origen histórico y de ello se desprende que tiene un término, tiene un principio y fin, no abstracto, sino concreto, históricamente delimitado.

¿Cuál es la revolución en el pensamiento que se desprende del método dialéctico?

El salto del principio de no-contradicción al carácter dialectico de la contradicción (o la unidad de los opuestos) devela una lógica, en tanto dialéctica, de abstracciones determinadas o históricamente constituidas. El salto de lo formal a lo dialéctico, en el movimiento del pensamiento, esta es la revolución.

El movimiento dialéctico que no se produce en un curso de las categorías “en la Idea” no tiene un curso “natural” propio, de tipo histórico, cronológico, secuencial. Es movimiento dialéctico despojado de orden cronológico, meramente analítico, sus nexos no son accidentales ni irracionales.

El movimiento dialéctico en el pensamiento reconstruye la arquitectura del movimiento de lo real pensado, impregnándole un orden racional de carácter científico, es decir, analítico-sintético “… exigido para la solución de aquella problematicidad de las categorías heredadas (cualesquiera sean), reconocible sólo por una conciencia experimental (del presente) o conciencia histórica de lo dado o concreto”. (Galvano della Volpe)

Concluyendo

Cuando se habla de socialismo para asignarle el calificativo de científico, se hace referencia a una revolución galileana de las ciencias mismas, donde la lógica “filosófica” deja de ser distinta por su método de la “científica”. Una lógica materialista sobre la cual se construya la arquitectura de las ciencias modernas.

El postulado de Galvano della Volpe hace referencia a una “lógica como ciencia positiva”. En este ámbito nada dogmático puede ser marxismo.

Un breve resumen de las “Referencias sumarias de un método” de Galvano della Volpe.

http://www.marxismo.cl/mod/forum/discuss.php?d=586#p736

Amador – Octubre 2009.

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