Apuntes básicos sobre la estrategia y táctica del socialismo de los trabajadores y los pueblos del mundo entero.
Apuntes básicos sobre la estrategia y táctica del socialismo de los trabajadores y los pueblos del mundo entero.
«Los participantes de cada controversia se dividen en escuelas -conservadora o radical- y la ideología se inclina a rezumarse en la lógica. En economía, los argumentos están principalmente consagrados, como en teología, a sostener doctrinas más que a testar hipótesis.» (Joan Robinson) (1)
“El trabajo es la fuente de toda riqueza, afirman los especialistas en Economía Política. Lo es, en efecto, a la par que la naturaleza, proveedora de los materiales que él convierte en riqueza. Pero el trabajo es muchísimo más que eso. Es la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre.” (Federico Engels) (2)
“Para poder vender una cosa, basta con que esta cosa sea monopolizable y enajenable” (Carlos Marx) (3)
1.- El punto de partida de la acción y la investigación
Si partimos de la hipótesis, que tiene que ser demostrada en la práctica política –en el proceso de articulación del movimiento real, de la organización, movilización y formación de un nuevo proyecto histórico de emancipación social para Chile-, de que la alienación capitalista en sus formas materiales, en sus raíces genealógicas, se encuentra en las profundidades de una separación consecutiva y consecuente, a saber:
a) la separación del hombre de su ser histórico-social y su ser en y formando parte de la naturaleza misma,
b) de la separación del trabajo asalariado del producto del ejercicio de su capacidad social transformadora y
c) de la separación del estado capitalista y el conjunto de la sociedad entre “sociedad política” y “sociedad civil”, despojando a las grandes mayorías de su propia identidad en tanto trabajadores y género humano.
En resumen, la separación por la fuerza de la triada: naturaleza, trabajo y género humano, transformado en objetos monopolizables y enajenables por el sistema capitalista moderno, es el punto de partida para la investigación y la acción transformadora de las fuerzas revolucionarias de los pueblos y los trabajadores. El movimiento real sólo es separable transitoriamente y es producto de la historia concreta de la humanidad, de la actividad histórica y social de los seres humanos, de la larga historia de la sociedad dividida en clases, la cual tiene un principio, un desarrollo y un final, si todo sigue su curso natural. Estamos frente a un acto de violencia extrema que se oculta tras bambalinas en la puesta en escena de la sociedad capitalista actual, cuyo sujeto es el capital y se consensua en la aceptación de un Estado de naturaleza clasista que declara ser garante de un “bien común”. No hay nada menos “rentable” para el conjunto de la humanidad que la sobrevivencia de la propiedad capitalista, la cual permite que una minoría que no trabaja decida sobre la mayoría efectiva de los que trabajan y con su actividad vital se ven obligados a pagar un precio elevadísimo para mantener justamente los privilegios de esta minoría. En conjunto con ello no hay nada menos sustentable que el desarrollo del capitalismo, que en su fase imperialista entra en contradicción irreconciliable con el desarrollo del género humano y de la sobrevivencia del planeta mismo. Es esta la base material de la identidad entre los intereses de los trabajadores, los pueblos del mundo entero y los intereses del género humano en su conjunto. Esta es la base material del horizonte de la transición socialista de la humanidad a la sociedad sin clases en el siglo XXI. Esta es la base histórica sobre la cual los trabajadores y los pueblos del mundo – objetos de la dominación, la explotación extrema y el despojo- se transforman en sujeto de las transformaciones profundas que la sociedad humana ha de realizar para garantizar su propia existencia y su consecuente emancipación.
Si partimos del hecho real de que el desarrollo capitalista y su ideología del progreso -el “progresismo” no es más que un reflejo de esas profundas raíces de clase-, entonces la superación de las relaciones sociales capitalistas sobre las que se erige la reproducción de la vida misma de la humanidad, tiene que ver con el ejercicio concreto de naturaleza socialista – humanismo concreto- de los trabajadores y los pueblos del mundo entero, frente y en oposición antagónica e irreconciliable con la barbarie capitalista y la bestialidad del imperialismo.
2.- La evidencia histórica, la práctica política de los trabajadores y los pueblos, verifica y realiza las hipótesis que dan cuerpo al programa de transformaciones sociales
La evidencia histórica se encuentra en la construcción política y la reflexión teórica sobre ella. La unidad indisoluble de presente-pasado y presente-futuro, ha de permitir la comprobación, verificación y realización de las hipótesis que dan cuerpo al programa de transformaciones sociales y se manifiesta en la práctica política de los trabajadores y los pueblos para sostenerlas sobre sus hombros, como construcción heroica. Por medio del intelecto, del trabajo intelectual colectivo, se han de verificar las distintas dimensiones en que se contextualizan y ocurren los hechos sociales, en su interacción concreta entre los aspectos económicos, políticos, culturales, bélicos, etc.
La lucha -multiforme, compleja y dinámica-, como una totalidad histórico-social en movimiento contradictorio, y con el horizonte de la emancipación social, coincide plenamente con los intereses más inmediatos de la humanidad, los intereses históricos de las grandes mayorías del pueblo trabajador y su unidad orgánica con las luchas de resistencias y por la sobrevivencia de los pueblos del mundo. Esto implica que no existe una separación a raja tabla entre lo táctico y lo estratégico, sino sólo como distinción abstracta entre un momento inmediato y un momento referido a un salto cualitativo concreto: la conquista del poder político y económico por parte de las grandes mayorías trabajadoras. Salto que sólo puede realizarse como producto de la acumulación cuantitativa de una correlación de fuerzas favorables a las transformaciones sociales, en tanto resultado y producto del accionar planificado, sincronizado y consciente de las grandes mayorías y su construcción política.
3.- El carácter de las luchas y la unidad de la táctica y la estrategia
Desde estas premisas se desprende que la lucha inmediata está signada por sus contenidos socialistas, por su horizonte emancipador. Sobre estas bases como presupuestos básicos, entonces, la pregunta tendría que ser ¿Cuál es el contenido socialista de estas luchas que se requiere potenciar? Ello nos lleva a significar el propio socialismo, marcar con tinta indeleble el horizonte del restablecimiento de la identidad históricamente amenazada. Desde este punto de vista, de esta “toma de partido” por la parte antagónica al sujeto dominante, el capital y por tanto una “toma de partido” por las fuerzas del trabajo, el ser humano y su hábitat natural, el planeta; el socialismo es básicamente la expropiación de la propiedad privada capitalista y su consecuente socialización, colectivización, que se expresa en primera fase en su forma de propiedad estatal, y por tanto, el asunto se traduce políticamente en el control de la economía y el Estado por parte de sus verdaderos propietarios, los productores de las riquezas, es decir, en manos de los trabajadores y la sociedad en su conjunto. Socialismo implica un proceso de sinceramiento del verdadero carácter social de la producción de los medios de vida, las riquezas, de las grandes mayorías y las naciones del mundo. Implica el control de los destinos del decurso de la vida en manos justamente de esas grandes mayorías y, por tanto implica, el desarrollo del control real sobre la economía y el Estado. La estatización socialista, que opera prima facie, no comporta la creación de más burocracia, sino la descentralización de las labores del Estado en manos de la ciudadanía organizada, movilizada y en proceso de aprendizaje del autogobierno por medio del despliegue de la democracia participativa que erosiona las bases materiales de la que emana la lógica de la representación y la sustitución.
4.- La indisoluble unidad de teoría y práctica es la fuente y el producto de la conciencia de clase
Bien sabe la burguesía, núcleo del bloque en el poder, que tiene sobre su cuerpo las heridas de una innumerable cantidad de revoluciones, que no es posible sostener un sistema social y traspasar las fronteras de un modo de producción a otro, sin la acción combinada de fuerza y consenso. Los procesos revolucionarios no pueden llevarse adelante sin adquirir una conciencia respecto del rol histórico que le compete a una clase que pretende dirigir los destinos del ser humano y el planeta. Es decir, sin conciencia de clase no es posible adquirir o sostener un sistema de dominación social de una clase sobre el conjunto de la sociedad, por lo tanto tampoco lo es el movimiento subversivo de la emancipación del género humano. Bien lo sabela burguesía, pues sin ello no podría sostener su poder. Por esto tiene que negar el derecho a la conciencia crítica del conjunto de la sociedad sobre sus propios destinos, de ahí la necesaria alienación que termina afectando a sus propios intereses, pues la ignorancia es una peste que termina afectando a los propios apestadores. La alienación social es una bomba que en su explosión no respeta los límites de clases y revienta como ideología, negando el propio desarrollo de las fuerzas productivas que tiene que seguir propiciando para sostener su dominación en el tiempo.
De la práctica y la reflexión colectiva sobre estos múltiples aspectos se puede llegar a construir un movimiento autónomo que comprende el profundo carácter democrático de la revolución socialista, parte consustancial al proceso definitivo de emancipación social al alcanzar la destrucción de las condiciones materiales para la existencia de las clases y su forma política, el Estado, como lo hemos conocido hasta ahora.
El proceso de construcción de este “control social” en manos de los trabajadores y los pueblos, conllevaría necesariamente a una dualidad de poder entre los actuales propietarios jurídicos de los medios de vida, medios de producción y de las fuentes de la vida misma, la naturaleza, y los verdaderos propietarios, puesto que las riquezas son propiedad de quienes las producen. Tal cual hemos luchado por la propiedad de la tierra para el que la trabaja, hoy tenemos que luchar por la propiedad de las inversiones productivas para quienes verdaderamente las trabajan, garantizando su ritmo y dirección en función de los intereses de las grandes mayorías y no de las empresas transnacionales como ha ocurrido hasta hoy. Hoy desalambrar las conciencias de las grandes mayorías, este movimiento real que no puede encorsetarse en modelo alguno, es lo que llamamos socialismo.
Las clases dominantes, ociosas, corruptas y parasitarias, usufructúan de un proceso social de producción de riquezas, y su poder se sustenta en una realidad jurídica impuesta por la fuerza (el monopolio del poder militar, político y económico) y es mantenido por fatuos consensos, por medio de la alienación capitalista, por medio del consumismo y el individualismo, la guerra psicológica, en fin, por el ejercicio de una hegemonía cultural que les garantiza la anuencia de las grandes mayorías que aceptan disciplinadamente ser despojadas de lo que ellas mismas producen y les pertenece.
Así como de las fuentes de valores de cambio de productos que no tienen valor, pues son ofrecidas al ser humano gratuitamente por la naturaleza, e igualmente son monopolizados y enajenados, se concesiona la vida de los trabajadores y el pueblo a quienes no tienen la necesidad de responder más que a la capitalización del excedente económico producto de la explotación del trabajo, la enajenación de los recursos naturales y el esfuerzo de las grandes mayorías, que luego son acumulados en forma privada. Los destinos de los chilenos y chilenas están determinados por la ganancia capitalista, la acumulación por despojo y por sobre explotación se convierte en propiedad de una minoría sin patria ni bandera.
5.- La participación efectiva es la base de toda democracia real, cuyo movimiento es el socialismo de los pueblos y los trabajadores que señala el camino de victorias a transitar
La participación efectiva de los trabajadores y el pueblo es el camino de victorias para la conquista del poder real por y para las grandes mayorías del país, explotadas, despojadas y disciplinadas por el control social ejercido por el Estado subsidiario del capital financiero, que es, en definitiva, el sujeto activo de la dominación capitalista y del orden actual. El Estado es el mediador entre el rentismo y las fracciones industriales modernas. El Estado capitalista en la fase actual del desarrollo del capitalismo, tanto en el país como en el mundo entero, es garantía de la unidad política de las clases dominantes mundializadas.
La táctica debe incorporar un acompañamiento estrecho de la lucha en el campo de las ideas, en la preparación de los trabajadores y la organización popular, el pueblo, para asumir las tareas del gobierno del Estado y del conjunto de la sociedad. Hay que vencer por una parte, a los ideólogos orgánicos al servicio de los intereses económicos de las clases dominantes y por otra parte, vencer la propia resistencia de buena parte de la militancia social y política que ha sido asimilada por las ideas dominantes del bloque en el poder. Nos enfrentamos a un verdadero silogismo compuesto entre ideólogos, ideotas e idiotas de tomo y lomo. Los primeros al servicio de las castas en el poder que están obligadas a defender sus privilegios hasta las últimas consecuencias; los que deshojan margaritas anunciando la muerte del marxismo, supuestamente difuminado en la multitud de interpretaciones al uso; más los que honestamente piensan que es posible seguir desarrollando el pensamiento y la acción revolucionaria, cantando loas pre-marxistas, cantinelas que no tienen más originalidad que la repetición de la idiota ignorancia del que, teniendo una pala a mano, pretende cavar la sepultura del capitalismo con cucharas de palo.
6.- ¿Cuál es el nudo que no nos permite tomar la pala y nos impone seguir cavando con cucharas de palo?
Debido a los retrocesos generales en el desarrollo del método científico -síntoma de la senilidad del sistema de reproducción capitalista y aspecto que no afecta a una clase determinada, sino al conjunto de la sociedad-, se puede señalar la tendencia a la simplificación –vulgarización- del método de aproximación a los procesos que interactúan en su conjunto en la constitución de la realidad histórico-social. Sumémosle a esto, la desesperación por no lograr ver una salida del laberinto que genera la supremacía del capital como sujeto en la sociedad actual. Ello produce un miedo razonable a la victoria de los procesos emancipatorios de los pueblos y los trabajadores.
Corresponde a una época de dispersión y de iconización de las incertidumbres una tendencia a operar mentalmente a través de un pensamiento simplificante, una esclerotización que termina en la formalización que no permite ver la conjunción dinámica de lo uno y de lo múltiple. El principio de no-contradicción y de tercero excluido se apodera del sentido común y se tiende a la unidad o identidad abstracta, desalojando la diversidad, la multiciplidad de las determinaciones y las intermediaciones entre el concepto y la realidad, o bien, se fetichizan las distinciones, las diferencias. Y al perder la visión de la globalidad de los procesos, se pierden igualmente las contradicciones vitales de las partes sobre el todo. Es así como abundan las aproximaciones fragmentadas a la realidad y esta pierde su cualidad de totalidad contradictoria en movimiento, es decir, su transitoriedad y su devenir histórico concreto. Al perder las referencias a la unidad o identidad de lo múltiple, la dispersión política e ideológica resulta en fogonazos fragmentados y las odiosidades absurdas terminan siendo funcionales al sistema mundial de dominación capitalista.
Me recuerda este escenario a los animales perdidos en la cordillera que terminan comiéndose la cola para no morir de hambre hasta quedar petrificados en el hielo andino. Un viento helado que golpea los cuerpos sólo puede ser contrarrestado con la actividad más enérgica.
Por más que insistamos en que para lograr un horizonte de sentido, este esfuerzo por despojarse de los prejuicios adquiridos y de toda suerte de manifestación religiosa –de creyentes y no creyentes- hace falta igual algo de fe. La fe en los trabajadores y los pueblos. Es en la fuerza de nuestras raíces que mantendremos vivo el árbol de la libertad.
El socialismo surge de los límites mismos del capitalismo, y este será resuelto a favor del capital o el trabajo. Es con nuestra actividad política integral e integradora que haremos posible que esta necesidad histórica sea una realidad o una nueva experiencia sin el debido éxito. Quien tema a la victoria, jamás podría estar en condiciones de vencer.
Hoy más que siempre aquello de que la emancipación social de los pueblos y los trabajadores es su propia obra, es la base de la confianza política de nuestro movimiento, es la base de nuestra concepción del mundo y del método revolucionario para la transformación del orden actual.
7.- A modo de resumen
No hay nada tan complejo en realidad, nada misterioso, sólo se requiere terminar de comprender que es necesario un trabajo teórico-práctico de carácter colectivo para demostrar las hipótesis respecto de la verdadera naturaleza del desarrollo del capitalismo en Chile. De ahí, comprender su entramado de clases y sus luchas, para luego deducir de ello, y de su permanente comprobación en la práctica política -nuestra peculiar forma revolucionaria. Esto es, encontrar las evidencias empíricas para la superación definitiva del desarrollo del capitalismo e invertir con ello el proceso basado en el des-orden actual- en función de resolver los destinos del país según los intereses de las grandes mayorías trabajadoras, productivas e improductivas.
Postulo la hipótesis de que en un país dependiente del capital financiero transnacional, donde la producción organizada según una determinada división internacional del trabajo, división social e internacional que determina su naturaleza en cuanto producción primaria exportadora, la oferta no crea su propia demanda y la ganancia extraordinaria arrebatada por estos medios no beneficia más que a los capitales que deciden invertir según sus propios intereses inmediatos. Esta es la base material de la insuperabilidad de la crisis estructural del capitalismo sin una revolución socialista.
Sostengo que la ausencia de una política independiente de los trabajadores y el pueblo, y la inexistencia de una burguesía nacional, hace que en Chile no exista una estrategia nacional de desarrollo propio, no tiene soberanía política, su modo dependiente de operar se encuentra en una camisa de fuerza impuesta por el capital transnacional y las organizaciones internacionales a su servicio. Naufragamos en una arquitectura cuasi-estancacionista, y sus temporales animaciones y auges económicos dependen de las animaciones de los precios y posibles auges de las materias primas. Y como estas no son renovables, sólo consumibles, nuestro futuro está signado por una suerte de ruleta rusa y en cualquier momento saldrá el tiro mortal. Es vergonzoso que el monopolio de las armas esté en manos de sectores que dicen estar comprometidos con la defensa y la seguridad del país, educados en una suerte de “nacionalismo chauvinista” –suficiente para defender otrora el patrón de acumulación débilmente desarrollista- y, por tanto, tan mal educados en la defensa de la soberanía y el patrimonio nacional y tan antipopulares como la propia Concertación responsable de la transición entre el gobierno dictatorial a la actual forma democrático-burguesa. Ante el baldón del entreguismo de nuestras clases dirigentes, el pueblo, con los trabajadores -productivos y no productivos- a la vanguardia de un nuevo proyecto histórico, dará por el suelo con las ficciones que hoy nos gobiernan.
La actual campaña contra la privatización del mar –paradigmática y de identica laya respecto de la minería, los bosques, los recursos hídricos en tierra, la agricultura, la banca, la seguridad social, la salud, la educación, la vivienda, la cultura, el desarrollo y la investigación científica, entre otros tantos aspectos de la vida nacional- arroja esclarecedoras luces sobre la naturaleza depredadora del patrón de reproducción capitalista en Chile. No estamos dispuestos a aceptar sin resistencia los ofertones del patrimonio de todos los chilenos y chilenas al capital financiero transnacional. Nuestro objetivo político emancipatorio, de carácter estratégico, es poner a los trabajadores y el pueblo como sujetos de toda soberanía. En ello hemos de concentrar toda nuestra capacidad subversiva y toda nuestra inteligencia socialmente adquirida por años de lucha que van desde las resistencias al conquistador, pasando por los fundación del movimiento obrero y popular, hasta nuestros días. Largos siglos de combate contra las distintas formas de colonización, de una violencia que no se puede ocultar con la retórica oficialista y oficiosa.
Junto con ello, no queda otro camino que preparar una fuerza político-social que sea capaz de llevar adelante, desde un gobierno de los trabajadores y el pueblo, un salto cualitativo a la socialización colectivista. El socialismo de los pueblos y los trabajadores es el contenido esencial de nuestra opción anticapitalista y antiimperialista. Es decir, en sí mismo, nada de negación maniquea, sino proposiciones integrales para la superación definitiva del desarrollo capitalista en Chile.
Los trabajadores y los pueblos tienen todos los elementos necesarios para comprender que, en el siglo XXI, o seguimos siendo yunque o tomamos la firme decisión de ser martillo.
¡Barbarie capitalista y bestialidad imperialista, o socialismo de los trabajadores y los pueblos del mundo entero!
¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Amador
¡Luchamos y estudiamos para vencer!
http://unidadmpt.wordpress.com/
Notas:
(1) Joan Robinson, economista inglesa aguda investigadora y polemista fustigó a los intelectuales orgánicos del capitalismo que autoinvestidos con arrogancia de un cierto saber “científico” supo junto a otros compañeros de aventura sostener una fuerte lucha ideológica. Entre otras frases para el bronce que he podido leer en controversias con ideólogos yanquis y europeos, entre otros tantos, señalaba: “Cuando dos teorías difieren en su ideología, la diferencia más importante entre ambas se establece en el terreno de la acción política” (“Hacia una economía dinámica” (Towards a Dynamic Economics). Si bien estas frases están fuera del contexto en que fueron expresadas dan igualmente una idea de la agudeza de sus indagaciones y el sentido práctico que tienen sus investigaciones y análisis. Audacia intelectual digna de imitar por los militantes revolucionarios en el presente siglo.
(2) Federico Engels, “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre”. Una versión en internet puede encontrarse en: http://www.marxismo.cl/mod/forum/discuss.php?d=1325
(3) Carlos Marx, Tomo III de El Capital, Sección Sexta: “Cómo se convierte la ganancia extraordinaria en Renta del Suelo”, Capítulo XXXVII. Fondo de Cultura Económica, México. Hay una versión en internet que puede ser leída en http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital3/MRXC3837.htm
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<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>El proceso de construcción de este “control social” en manos de los trabajadores y los pueblos, conllevaría necesariamente a una dualidad de poder entre los actuales propietarios jurídicos de los medios de vida, medios de producción y de las fuentes de la vida misma, la naturaleza, y los verdaderos propietarios, puesto que las riquezas son propiedad de quienes las producen. Tal cual hemos luchado por la propiedad de la tierra para el que la trabaja, hoy tenemos que luchar por la propiedad de las inversiones productivas para quienes verdaderamente las trabajan, garantizando su ritmo y dirección en función de los intereses de las grandes mayorías y no de las empresas transnacionales como ha ocurrido hasta hoy. Hoy desalambrar las conciencias de las grandes mayorías, este movimiento real que no puede encorsetarse en modelo alguno, es lo que llamamos socialismo. </span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Las clases dominantes, ociosas, corruptas y parasitarias, usufructúan de un proceso social de producción de riquezas, y su poder se sustenta en una realidad jurídica impuesta por la fuerza (el monopolio del poder militar, político y económico) y es mantenido por fatuos consensos, por medio de la alienación capitalista, por medio del consumismo y el individualismo, la guerra psicológica, en fin, por el ejercicio de una hegemonía cultural que les garantiza la anuencia de las grandes mayorías que aceptan disciplinadamente ser despojadas de lo que ellas mismas producen y les pertenece. </span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Así como de las fuentes de valores de cambio de productos que no tienen valor, pues son ofrecidas al ser humano gratuitamente por la naturaleza, e igualmente son monopolizados y enajenados, se concesiona la vida de los trabajadores y el pueblo a quienes no tienen la necesidad de responder más que a la capitalización del excedente económico producto de la explotación del trabajo, la enajenación de los recursos naturales y el esfuerzo de las grandes mayorías, que luego son acumulados en forma privada. Los destinos de los chilenos y chilenas están determinados por la ganancia capitalista, la acumulación por despojo y por sobre explotación se convierte en propiedad de una minoría sin patria ni bandera.</span></p>
<h2><span lang=»ES-CL» xml:lang=»ES-CL»>5.- La participación efectiva es la base de toda democracia real, cuyo movimiento es el socialismo de los pueblos y los trabajadores que señala el camino de victorias a transitar</span></h2>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>La participación efectiva de los trabajadores y el pueblo es el camino de victorias para la conquista del poder real por y para las grandes mayorías del país, explotadas, despojadas y disciplinadas por el control social ejercido por el Estado subsidiario del capital financiero, que es, en definitiva, el sujeto activo de la dominación capitalista y del orden actual. El Estado es el mediador entre el rentismo y las fracciones industriales modernas. El Estado capitalista en la fase actual del desarrollo del capitalismo, tanto en el país como en el mundo entero, es garantía de la unidad política de las clases dominantes mundializadas.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>La táctica debe incorporar un acompañamiento estrecho de la lucha en el campo de las ideas, en la preparación de los trabajadores y la organización popular, el pueblo, para asumir las tareas del gobierno del Estado y del conjunto de la sociedad. Hay que vencer por una parte, a los ideólogos orgánicos al servicio de los intereses económicos de las clases dominantes y por otra parte, vencer la propia resistencia de buena parte de la militancia social y política que ha sido asimilada por las ideas dominantes del bloque en el poder. Nos enfrentamos a un verdadero silogismo compuesto entre ideólogos, ideotas e idiotas de tomo y lomo. Los primeros al servicio de las castas en el poder que están obligadas a defender sus privilegios hasta las últimas consecuencias; los que deshojan margaritas anunciando la muerte del marxismo, supuestamente difuminado en la multitud de interpretaciones al uso; más los que honestamente piensan que es posible seguir desarrollando el pensamiento y la acción revolucionaria, cantando loas pre-marxistas, cantinelas que no tienen más originalidad que la repetición de la idiota ignorancia del que, teniendo una pala a mano, pretende cavar la sepultura del capitalismo con cucharas de palo.</span></p>
<h3><span lang=»ES-CL» xml:lang=»ES-CL»>6.- ¿Cuál es el nudo que no nos permite tomar la pala y nos impone seguir cavando con cucharas de palo?</span></h3>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Debido a los retrocesos generales en el desarrollo del método científico -síntoma de la senilidad del sistema de reproducción capitalista y aspecto que no afecta a una clase determinada, sino al conjunto de la sociedad-, se puede señalar la tendencia a la simplificación –vulgarización- del método de aproximación a los procesos que interactúan en su conjunto en la constitución de la realidad histórico-social. Sumémosle a esto, la desesperación por no lograr ver una salida del laberinto que genera la supremacía del capital como sujeto en la sociedad actual. Ello produce un miedo razonable a la victoria de los procesos emancipatorios de los pueblos y los trabajadores. </span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Corresponde a una época de dispersión y de iconización de las incertidumbres una tendencia a operar mentalmente a través de un pensamiento simplificante, una esclerotización que termina en la formalización que no permite ver la conjunción dinámica de lo uno y de lo múltiple. El principio de no-contradicción y de tercero excluido se apodera del sentido común y se tiende a la unidad o identidad abstracta, desalojando la diversidad, la multiciplidad de las determinaciones y las intermediaciones entre el concepto y la realidad, o bien, se fetichizan las distinciones, las diferencias. Y al perder la visión de la globalidad de los procesos, se pierden igualmente las contradicciones vitales de las partes sobre el todo. Es así como abundan las aproximaciones fragmentadas a la realidad y esta pierde su cualidad de totalidad contradictoria en movimiento, es decir, su transitoriedad y su devenir histórico concreto. Al perder las referencias a la unidad o identidad de lo múltiple, la dispersión política e ideológica resulta en fogonazos fragmentados y las odiosidades absurdas terminan siendo funcionales al sistema mundial de dominación capitalista.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Me recuerda este escenario a los animales perdidos en la cordillera que terminan comiéndose la cola para no morir de hambre hasta quedar petrificados en el hielo andino. Un viento helado que golpea los cuerpos sólo puede ser contrarrestado con la actividad más enérgica.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Por más que insistamos en que para lograr un horizonte de sentido, este esfuerzo por despojarse de los prejuicios adquiridos y de toda suerte de manifestación religiosa –de creyentes y no creyentes- hace falta igual algo de fe. La fe en los trabajadores y los pueblos. Es en la fuerza de nuestras raíces que mantendremos vivo el árbol de la libertad.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>El socialismo surge de los límites mismos del capitalismo, y este será resuelto a favor del capital o el trabajo. Es con nuestra actividad política integral e integradora que haremos posible que esta necesidad histórica sea una realidad o una nueva experiencia sin el debido éxito. Quien tema a la victoria, jamás podría estar en condiciones de vencer.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Hoy más que siempre aquello de que la emancipación social de los pueblos y los trabajadores es su propia obra, es la base de la confianza política de nuestro movimiento, es la base de nuestra concepción del mundo y del método revolucionario para la transformación del orden actual.</span></p>
<h2><span lang=»ES-CL» xml:lang=»ES-CL»>7.- A modo de resumen </span></h2>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>No hay nada tan complejo en realidad, nada misterioso, sólo se requiere terminar de comprender que es necesario un trabajo teórico-práctico de carácter colectivo para demostrar las hipótesis respecto de la verdadera naturaleza del desarrollo del capitalismo en Chile. De ahí, comprender su entramado de clases y sus luchas, para luego deducir de ello, y de su permanente comprobación en la práctica política -nuestra peculiar forma revolucionaria. Esto es, encontrar las evidencias empíricas para la superación definitiva del desarrollo del capitalismo e invertir con ello el proceso basado en el des-orden actual- en función de resolver los destinos del país según los intereses de las grandes mayorías trabajadoras, productivas e improductivas. </span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Postulo la hipótesis de que en un país dependiente del capital financiero transnacional, donde la producción organizada según una determinada división internacional del trabajo, división social e internacional que determina su naturaleza en cuanto producción primaria exportadora, la oferta no crea su propia demanda y la ganancia extraordinaria arrebatada por estos medios no beneficia más que a los capitales que deciden invertir según sus propios intereses inmediatos. Esta es la base material de la insuperabilidad de la crisis estructural del capitalismo sin una revolución socialista.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Sostengo que la ausencia de una política independiente de los trabajadores y el pueblo, y la inexistencia de una burguesía nacional, hace que en Chile no exista una estrategia nacional de desarrollo propio, no tiene soberanía política, su modo dependiente de operar se encuentra en una camisa de fuerza impuesta por el capital transnacional y las organizaciones internacionales a su servicio. Naufragamos en una arquitectura cuasi-estancacionista, y sus temporales animaciones y auges económicos dependen de las animaciones de los precios y posibles auges de las materias primas. Y como estas no son renovables, sólo consumibles, nuestro futuro está signado por una suerte de ruleta rusa y en cualquier momento saldrá el tiro mortal. Es vergonzoso que el monopolio de las armas esté en manos de sectores que dicen estar comprometidos con la defensa y la seguridad del país, educados en una suerte de “nacionalismo chauvinista” –suficiente para defender otrora el patrón de acumulación débilmente desarrollista- y, por tanto, tan mal educados en la defensa de la soberanía y el patrimonio nacional y tan antipopulares como la propia Concertación responsable de la transición entre el gobierno dictatorial a la actual forma democrático-burguesa. Ante el baldón del entreguismo de nuestras clases dirigentes, el pueblo, con los trabajadores -productivos y no productivos- a la vanguardia de un nuevo proyecto histórico, dará por el suelo con las ficciones que hoy nos gobiernan.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>La actual campaña contra la privatización del mar –paradigmática y de identica laya respecto de la minería, los bosques, los recursos hídricos en tierra, la agricultura, la banca, la seguridad social, la salud, la educación, la vivienda, la cultura, el desarrollo y la investigación científica, entre otros tantos aspectos de la vida nacional- arroja esclarecedoras luces sobre la naturaleza depredadora del patrón de reproducción capitalista en Chile. No estamos dispuestos a aceptar sin resistencia los ofertones del patrimonio de todos los chilenos y chilenas al capital financiero transnacional. Nuestro objetivo político emancipatorio, de carácter estratégico, es poner a los trabajadores y el pueblo como sujetos de toda soberanía. En ello hemos de concentrar toda nuestra capacidad subversiva y toda nuestra inteligencia socialmente adquirida por años de lucha que van desde las resistencias al conquistador, pasando por los fundación del movimiento obrero y popular, hasta nuestros días. Largos siglos de combate contra las distintas formas de colonización, de una violencia que no se puede ocultar con la retórica oficialista y oficiosa.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Junto con ello, no queda otro camino que preparar una fuerza político-social que sea capaz de llevar adelante, desde un gobierno de los trabajadores y el pueblo, un salto cualitativo a la socialización colectivista. El socialismo de los pueblos y los trabajadores es el contenido esencial de nuestra opción anticapitalista y antiimperialista. Es decir, en sí mismo, nada de negación maniquea, sino proposiciones integrales para la superación definitiva del desarrollo capitalista en Chile.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Los trabajadores y los pueblos tienen todos los elementos necesarios para comprender que, en el siglo XXI, o seguimos siendo yunque o tomamos la firme decisión de ser martillo.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>¡Barbarie capitalista y bestialidad imperialista, o socialismo de los trabajadores y los pueblos del mundo entero!</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Amador</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>¡Luchamos y estudiamos para vencer!</span></p>
<p><a target=»_blank» href=»http://www.marxismo.cl/»><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>www.marxismo.cl</span></a></p>
<p><a target=»_blank» href=»http://www.marxismo.cl/portal»><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>www.marxismo.cl/portal</span></a></p>
<p><a target=»_blank» href=»http://unidadmpt.wordpress.com/»><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>http://unidadmpt.wordpress.com/</span></a></p>
<p>Notas:</p>
<p>(1) Joan Robinson, economista inglesa aguda investigadora y polemista fustigó a los intelectuales orgánicos del capitalismo que autoinvestidos con arrogancia de un cierto saber “científico” supo junto a otros compañeros de aventura sostener una fuerte lucha ideológica. Entre otras frases para el bronce que he podido leer en controversias con ideólogos yanquis y europeos, entre otros tantos, señalaba: “Cuando dos teorías difieren en su ideología, la diferencia más importante entre ambas se establece en el terreno de la acción política” (“Hacia una economía dinámica” (Towards a Dynamic Economics). Si bien estas frases están fuera del contexto en que fueron expresadas dan igualmente una idea de la agudeza de sus indagaciones y el sentido práctico que tienen sus investigaciones y análisis. Audacia intelectual digna de imitar por los militantes revolucionarios en el presente siglo. </p>
<p>(2) Federico Engels, “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre”. Una versión en internet puede encontrarse en: http://www.marxismo.cl/mod/forum/discuss.php?d=1325</p>
<p>(3) Carlos Marx, Tomo III de El Capital, Sección Sexta: “Cómo se convierte la ganancia extraordinaria en Renta del Suelo”, Capítulo XXXVII. Fondo de Cultura Económica, México. Hay una versión en internet que puede ser leída en <a href=»http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital3/MRXC3837.htm»>http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital3/MRXC3837.htm</a></p>
Debate marxista: relación Sociedad-Naturaleza
Debate marxista: relación Sociedad-Naturaleza
Una relación material a tener en cuenta
I –Una mirada desde el todo:
A propósito de nuestra realidad como pueblos colonizados, creemos que resulta necesario, desde el contexto de una Nueva Ciencia Política del Sur, reconocer la unidad materialista-dialéctica del proceso histórico-natural. Lo anterior, por las implicancias comprometidas, que exigen, la superación revolucionaria del conjunto de las relaciones sociales actuales por el modo de producción comunista. En este contexto, el socialismo debe comprender, en su proceso de destrucción, todas las contradicciones que impliquen enajenación.
Hasta ahora, hemos abordado desde nuestra óptica histórica, la actividad como el momento de existencia de la realidad social (1); en tanto, la práctica, ha acumulado contradicciones sociales que nos evidencian la dimensión del trabajo enajenado, en su consideración social y profundizamos de esa forma, la esencia del hombre.
Ahora bien, ello se ha mostrado en el carácter creador de la conciencia social; la cual, ha permitido dilucidar, a través, de sus formas -como interrelaciones específicas de un cuadro único-, que se han abordado principalmente, el ámbito de las relaciones sociales intersubjetivas; es decir, la esencia del hombre mediada por las necesidades del ser social que evidenciaban esta dimensión.
No obstante, como pueblos del sur, hemos perdido, de manera más dolorosa que otros, nuestro cuerpo orgánico que comprende, al humano-no humano; y por lo mismo, nos consta, por nuestra práctica acumulada, la vulnerabilidad de nuestra especie y la incertidumbre de la vida en el planeta. Esta consecuencia significa una contradicción a considerar.
Lo anterior explica el movimiento inclusivo-dialéctico de lo activo y así lo sintetiza Thalía Fung, al definirlo como la “concatenación de la interacción entre la naturaleza viva y la vida social por una parte, y por la otra, como sustancia de todas las transformaciones materiales, sin excluir los cambios en la naturaleza no viva…” (2). Con ambas consideraciones complementarias, imbricadas en una sola realidad, se nos permite visualizar, que la sociedad ha llegado a un estado de acumulación práctica que, evidenciada por la conciencia ecológica, le ha permitido ver a una determinada naturaleza y el incremento de lo activo como parte de su actualidad
Tal vez, Marx lo advirtió, y de manera profunda, sólo que, nos demostró que la verdad no está en la idea, sino en la práctica, pues no la había suficiente para leer, desde ella, la crisis ecosocial. Tal como Aristarco en el siglo IIII a.c. propuso el modelo heliocéntrico del sistema solar; sólo que no era una definición matemática-astronómica, sino práctica.
En tal sentido, Marx, en los Manuscritos Económicos y Filosóficos de 1844, ya nos presenta, al abordar la enajenación del trabajo, su claridad sobre la contradicción ecosocial que contiene el capital. De acuerdo a ello, Marx nos dice que el trabajo, no sólo produce mercancías, se produce a sí mismo y al obrero como mercancía ; por lo tanto, la relación social que circula en el mercado como una cosa, no sólo contiene lo anterior como proceso de desrealización del trabajador, sino que, además naturaleza cosificada (un plusecosocial(3)). Ésta se transforma en un simple medio que satisface la necesidad del capital de autorrepoducirse y con ello, a la vez, la muerte del hombre. De ahí que, con la mercancía circula una relación social que da cuenta, no sólo de la contradicción que habíamos observado: mientras más produce el trabajador MENOS TIENE, sino que además, hoy se le adiciona, MENOS ES.
Por tal razón, se le cosifica, al igual que la relación social mercancía, como un fetiche, un objeto externo un “fetichismo eco-social”(4). De ahí que la ha imaginado como un ente extraño y hostil que se le enfrenta y amenaza. Pero esta contradicción no había adquirido autonomía como una forma de la conciencia social, sólo estaba sustantivado en ellas lo intersubjetivo; mas sólo, al hacerse visible la contradicción, se adquiere conciencia de lo humano y no humano como unidad universal. De ahí la profundidad revolucionaria que, a nuestro entender, debe contener la Nueva Ciencia Política, pues la presencia de la conciencia ecológica, en la conciencia política, expresa una necesidad del ser social, que en última instancia, es determinante.
En este sentido, la dirección política, debe ir encaminada hacia, necesariamente, la transformación revolucionaria de todas las contradicciones que provocan la enajenación del hombre. Decimos esto porque, la unidad a superar como acto de la enajenación de la actividad humana práctica, del trabajo contiene los tres elementos analizados por Marx, primero, la relación del trabajador con el producto del trabajo como con un objeto ajeno y que lo domina; segundo, la relación del trabajo con el acto de la producción dentro del trabajo y, además, el trabajo enajenado, hace extraños al hombre de su propio cuerpo, la naturaleza, su esencia humana-no humana. Esta última ocasiona que el ser viviente genérico universal se autodisminuye al limitar la posibilidad de realizar su actividad vital trabajo como mediación socionatural, y por ende, la consecuencia es su propia auto eliminación como hombre.
La importancia que le damos a esto viene dada desde la consideración de la totalidad ideal marxista, en tanto, dentro de ella, la ubicamos en lo que se ha denominado, la base material. Lo anterior explica la motivación revolucionaria del enfoque. De ahí que, su toma de conciencia, desde la Ciencia Política del Sur, se hace imperativa.
Si se considera, desde esta perspectiva, la relación sociedad-naturaleza-naturaleza-sociedad, como un momento material esencial, podemos comprender la inversión que hemos reproducido al validar, ideológicamente, la enajenación que presenta a la naturaleza como un ajeno, como una cosa agotable. En este contexto, consideramos que, el abordaje del tema “ambiental” ha sido realizado, por lo general, de forma parcial e inclusive, marginalmente. Por el contrario, la Nueva Ciencia Política, debe plantearse el comunismo -como superación del modo de producción capitalista-, pero realizable y ello sólo es posible, si el socialismo, como etapa política consciente, elimina todas las bases de la enajenación. C ualquier omisión o paso táctico reformista, es un riesgo a la estrategia final.
II-Una mirada desde la parte y sus interrelaciones:
Lo que hemos expresado anteriormente, pretende ser parte de un debate, que re posesione a la relación sociedad-naturaleza-naturaleza-sociedad, en la base material y por lo mismo, que la considere determinante al momento de avanzar hacia soluciones históricas. Por consiguiente, un enfoque ecologista simplemente, puede ser visto, guardando las diferencias, como un ecologismo utópico, en el sentido de atender a las consecuencias. Tal como Marx no parte desde la pobreza, sino desde la esencia de ella, no se debe partir desde el agua agotada o los bosques talados; sino de la incompatibilidad de la mercancía con el hombre. Hay reflexiones muy profundas que demuestran la lógica de esta precisión en Marx, es así como, en las Glosas Marginales al Programa del Partido Obrero Alemán, señala “ La distribución de los medios de consumo es, en todo momento, un corolario de la distribución de las propias condiciones de producción. Y esta distribución es una característica del modo mismo de producción. … El socialismo vulgar (y por intermedio suyo, una parte de la democracia) ha aprendido de los economistas burgueses a considerar y tratar la distribución como algo independiente del modo de producción, y, por tanto, a exponer el socialismo como una doctrina que gira principalmente en torno a la distribución. Una vez que está dilucidada, desde hace ya mucho tiempo la verdadera relación de las cosas, ¿por qué volver a marchar hacia atrás?”.
Entonces, la pregunta, ¿por qué volver a marchar hacia atrás y buscar avanzar desde las consecuencias?. La crisis ecosocial, está en la relación capital-trabajo, en la enajenación de la actividad humana práctica, del trabajo; en consecuencia, la Nueva Ciencia Política del Sur debe comprender toda la contradicción que representa la mercancía.
En definitiva, “ La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas. El trabajo no sólo produce mercancías; se produce también a sí mismo y al obrero como mercancía, y justamente en la proporción en que produce mercancías en general”(5). Y también, decimos nosotros, en cada mercancía hay un humano-no humano que deja de ser.
(*) Trabajo presentado en el XII Taller Internacional “Nueva Ciencia Política”, Cuba, 2009
(1) Valiosos son los aportes del autor Rigoberto Pupo que permiten comprender esta categoría, principalmente, desarrollados en su libro Rigoberto Pupo, 1990 La actividad como categoría filosófica, Editora Ciencias Sociales, Instituto del Libro, La Habana , (pág.13)
(2) Thalía Fung, 1990, Prólogo del libro La actividad como categoría filosófica, Pupo Ibíd.
(3) Denominación propuesta por la autora en la investigación plasmada en la Tesis para optar al grado de Doctora en Ciencias Filosóficas, “ La conciencia ecológica: una nueva forma de la conciencia social” Universidad de la Habana, Cuba. 2007. No publicada.
(4) ibid
(5) Manuscritos económicos y filosóficos de 1844.
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