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Apuntes básicos sobre la estrategia y táctica del socialismo de los trabajadores y los pueblos del mundo entero.

Posted in Documentos de Trabajo de la Comisión, Temas Generales by formacionmpt on febrero 7, 2010

Apuntes básicos sobre la estrategia y táctica del socialismo de los trabajadores y los pueblos del mundo entero.

«Los participantes de cada controversia se dividen en escuelas -conservadora o radical- y la ideología se inclina a rezumarse en la lógica. En economía, los argumentos están principalmente consagrados, como en teología, a sostener doctrinas más que a testar hipótesis.» (Joan Robinson) (1)

“El trabajo es la fuente de toda riqueza, afirman los especialistas en Economía Política. Lo es, en efecto, a la par que la naturaleza, proveedora de los materiales que él convierte en riqueza. Pero el trabajo es muchísimo más que eso. Es la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre.” (Federico Engels) (2)

“Para poder vender una cosa, basta con que esta cosa sea monopolizable y enajenable” (Carlos Marx) (3)

1.- El punto de partida de la acción y la investigación

Si partimos de la hipótesis, que tiene que ser demostrada en la práctica política –en el proceso de articulación del movimiento real, de la organización, movilización y formación de un nuevo proyecto histórico de emancipación social para Chile-, de que la alienación capitalista en sus formas materiales, en sus raíces genealógicas, se encuentra en las profundidades de una separación consecutiva y consecuente, a saber:

a) la separación del hombre de su ser histórico-social y su ser en y formando parte de la naturaleza misma,

b) de la separación del trabajo asalariado del producto del ejercicio de su capacidad social transformadora y

c) de la separación del estado capitalista y el conjunto de la sociedad entre “sociedad política” y “sociedad civil”, despojando a las grandes mayorías de su propia identidad en tanto trabajadores y género humano.

En resumen, la separación por la fuerza de la triada: naturaleza, trabajo y género humano, transformado en objetos monopolizables y enajenables por el sistema capitalista moderno, es el punto de partida para la investigación y la acción transformadora de las fuerzas revolucionarias de los pueblos y los trabajadores. El movimiento real sólo es separable transitoriamente y es producto de la historia concreta de la humanidad, de la actividad histórica y social de los seres humanos, de la larga historia de la sociedad dividida en clases, la cual tiene un principio, un desarrollo y un final, si todo sigue su curso natural. Estamos frente a un acto de violencia extrema que se oculta tras bambalinas en la puesta en escena de la sociedad capitalista actual, cuyo sujeto es el capital y se consensua en la aceptación de un Estado de naturaleza clasista que declara ser garante de un “bien común”. No hay nada menos “rentable” para el conjunto de la humanidad que la sobrevivencia de la propiedad capitalista, la cual permite que una minoría que no trabaja decida sobre la mayoría efectiva de los que trabajan y con su actividad vital se ven obligados a pagar un precio elevadísimo para mantener justamente los privilegios de esta minoría. En conjunto con ello no hay nada menos sustentable que el desarrollo del capitalismo, que en su fase imperialista entra en contradicción irreconciliable con el desarrollo del género humano y de la sobrevivencia del planeta mismo. Es esta la base material de la identidad entre los intereses de los trabajadores, los pueblos del mundo entero y los intereses del género humano en su conjunto. Esta es la base material del horizonte de la transición socialista de la humanidad a la sociedad sin clases en el siglo XXI. Esta es la base histórica sobre la cual los trabajadores y los pueblos del mundo – objetos de la dominación, la explotación extrema y el despojo- se transforman en sujeto de las transformaciones profundas que la sociedad humana ha de realizar para garantizar su propia existencia y su consecuente emancipación.

Si partimos del hecho real de que el desarrollo capitalista y su ideología del progreso -el “progresismo” no es más que un reflejo de esas profundas raíces de clase-, entonces la superación de las relaciones sociales capitalistas sobre las que se erige la reproducción de la vida misma de la humanidad, tiene que ver con el ejercicio concreto de naturaleza socialista – humanismo concreto- de los trabajadores y los pueblos del mundo entero, frente y en oposición antagónica e irreconciliable con la barbarie capitalista y la bestialidad del imperialismo.

2.- La evidencia histórica, la práctica política de los trabajadores y los pueblos, verifica y realiza las hipótesis que dan cuerpo al programa de transformaciones sociales

La evidencia histórica se encuentra en la construcción política y la reflexión teórica sobre ella. La unidad indisoluble de presente-pasado y presente-futuro, ha de permitir la comprobación, verificación y realización de las hipótesis que dan cuerpo al programa de transformaciones sociales y se manifiesta en la práctica política de los trabajadores y los pueblos para sostenerlas sobre sus hombros, como construcción heroica. Por medio del intelecto, del trabajo intelectual colectivo, se han de verificar las distintas dimensiones en que se contextualizan y ocurren los hechos sociales, en su interacción concreta entre los aspectos económicos, políticos, culturales, bélicos, etc.

La lucha -multiforme, compleja y dinámica-, como una totalidad histórico-social en movimiento contradictorio, y con el horizonte de la emancipación social, coincide plenamente con los intereses más inmediatos de la humanidad, los intereses históricos de las grandes mayorías del pueblo trabajador y su unidad orgánica con las luchas de resistencias y por la sobrevivencia de los pueblos del mundo. Esto implica que no existe una separación a raja tabla entre lo táctico y lo estratégico, sino sólo como distinción abstracta entre un momento inmediato y un momento referido a un salto cualitativo concreto: la conquista del poder político y económico por parte de las grandes mayorías trabajadoras. Salto que sólo puede realizarse como producto de la acumulación cuantitativa de una correlación de fuerzas favorables a las transformaciones sociales, en tanto resultado y producto del accionar planificado, sincronizado y consciente de las grandes mayorías y su construcción política.

3.- El carácter de las luchas y la unidad de la táctica y la estrategia

Desde estas premisas se desprende que la lucha inmediata está signada por sus contenidos socialistas, por su horizonte emancipador. Sobre estas bases como presupuestos básicos, entonces, la pregunta tendría que ser ¿Cuál es el contenido socialista de estas luchas que se requiere potenciar? Ello nos lleva a significar el propio socialismo, marcar con tinta indeleble el horizonte del restablecimiento de la identidad históricamente amenazada. Desde este punto de vista, de esta “toma de partido” por la parte antagónica al sujeto dominante, el capital y por tanto una “toma de partido” por las fuerzas del trabajo, el ser humano y su hábitat natural, el planeta; el socialismo es básicamente la expropiación de la propiedad privada capitalista y su consecuente socialización, colectivización, que se expresa en primera fase en su forma de propiedad estatal, y por tanto, el asunto se traduce políticamente en el control de la economía y el Estado por parte de sus verdaderos propietarios, los productores de las riquezas, es decir, en manos de los trabajadores y la sociedad en su conjunto. Socialismo implica un proceso de sinceramiento del verdadero carácter social de la producción de los medios de vida, las riquezas, de las grandes mayorías y las naciones del mundo. Implica el control de los destinos del decurso de la vida en manos justamente de esas grandes mayorías y, por tanto implica, el desarrollo del control real sobre la economía y el Estado. La estatización socialista, que opera prima facie, no comporta la creación de más burocracia, sino la descentralización de las labores del Estado en manos de la ciudadanía organizada, movilizada y en proceso de aprendizaje del autogobierno por medio del despliegue de la democracia participativa que erosiona las bases materiales de la que emana la lógica de la representación y la sustitución.

4.- La indisoluble unidad de teoría y práctica es la fuente y el producto de la conciencia de clase

Bien sabe la burguesía, núcleo del bloque en el poder, que tiene sobre su cuerpo las heridas de una innumerable cantidad de revoluciones, que no es posible sostener un sistema social y traspasar las fronteras de un modo de producción a otro, sin la acción combinada de fuerza y consenso. Los procesos revolucionarios no pueden llevarse adelante sin adquirir una conciencia respecto del rol histórico que le compete a una clase que pretende dirigir los destinos del ser humano y el planeta. Es decir, sin conciencia de clase no es posible adquirir o sostener un sistema de dominación social de una clase sobre el conjunto de la sociedad, por lo tanto tampoco lo es el movimiento subversivo de la emancipación del género humano. Bien lo sabela burguesía, pues sin ello no podría sostener su poder. Por esto tiene que negar el derecho a la conciencia crítica del conjunto de la sociedad sobre sus propios destinos, de ahí la necesaria alienación que termina afectando a sus propios intereses, pues la ignorancia es una peste que termina afectando a los propios apestadores. La alienación social es una bomba que en su explosión no respeta los límites de clases y revienta como ideología, negando el propio desarrollo de las fuerzas productivas que tiene que seguir propiciando para sostener su dominación en el tiempo.

De la práctica y la reflexión colectiva sobre estos múltiples aspectos se puede llegar a construir un movimiento autónomo que comprende el profundo carácter democrático de la revolución socialista, parte consustancial al proceso definitivo de emancipación social al alcanzar la destrucción de las condiciones materiales para la existencia de las clases y su forma política, el Estado, como lo hemos conocido hasta ahora.

El proceso de construcción de este “control social” en manos de los trabajadores y los pueblos, conllevaría necesariamente a una dualidad de poder entre los actuales propietarios jurídicos de los medios de vida, medios de producción y de las fuentes de la vida misma, la naturaleza, y los verdaderos propietarios, puesto que las riquezas son propiedad de quienes las producen. Tal cual hemos luchado por la propiedad de la tierra para el que la trabaja, hoy tenemos que luchar por la propiedad de las inversiones productivas para quienes verdaderamente las trabajan, garantizando su ritmo y dirección en función de los intereses de las grandes mayorías y no de las empresas transnacionales como ha ocurrido hasta hoy. Hoy desalambrar las conciencias de las grandes mayorías, este movimiento real que no puede encorsetarse en modelo alguno, es lo que llamamos socialismo.

Las clases dominantes, ociosas, corruptas y parasitarias, usufructúan de un proceso social de producción de riquezas, y su poder se sustenta en una realidad jurídica impuesta por la fuerza (el monopolio del poder militar, político y económico) y es mantenido por fatuos consensos, por medio de la alienación capitalista, por medio del consumismo y el individualismo, la guerra psicológica, en fin, por el ejercicio de una hegemonía cultural que les garantiza la anuencia de las grandes mayorías que aceptan disciplinadamente ser despojadas de lo que ellas mismas producen y les pertenece.

Así como de las fuentes de valores de cambio de productos que no tienen valor, pues son ofrecidas al ser humano gratuitamente por la naturaleza, e igualmente son monopolizados y enajenados, se concesiona la vida de los trabajadores y el pueblo a quienes no tienen la necesidad de responder más que a la capitalización del excedente económico producto de la explotación del trabajo, la enajenación de los recursos naturales y el esfuerzo de las grandes mayorías, que luego son acumulados en forma privada. Los destinos de los chilenos y chilenas están determinados por la ganancia capitalista, la acumulación por despojo y por sobre explotación se convierte en propiedad de una minoría sin patria ni bandera.

5.- La participación efectiva es la base de toda democracia real, cuyo movimiento es el socialismo de los pueblos y los trabajadores que señala el camino de victorias a transitar

La participación efectiva de los trabajadores y el pueblo es el camino de victorias para la conquista del poder real por y para las grandes mayorías del país, explotadas, despojadas y disciplinadas por el control social ejercido por el Estado subsidiario del capital financiero, que es, en definitiva, el sujeto activo de la dominación capitalista y del orden actual. El Estado es el mediador entre el rentismo y las fracciones industriales modernas. El Estado capitalista en la fase actual del desarrollo del capitalismo, tanto en el país como en el mundo entero, es garantía de la unidad política de las clases dominantes mundializadas.

La táctica debe incorporar un acompañamiento estrecho de la lucha en el campo de las ideas, en la preparación de los trabajadores y la organización popular, el pueblo, para asumir las tareas del gobierno del Estado y del conjunto de la sociedad. Hay que vencer por una parte, a los ideólogos orgánicos al servicio de los intereses económicos de las clases dominantes y por otra parte, vencer la propia resistencia de buena parte de la militancia social y política que ha sido asimilada por las ideas dominantes del bloque en el poder. Nos enfrentamos a un verdadero silogismo compuesto entre ideólogos, ideotas e idiotas de tomo y lomo. Los primeros al servicio de las castas en el poder que están obligadas a defender sus privilegios hasta las últimas consecuencias; los que deshojan margaritas anunciando la muerte del marxismo, supuestamente difuminado en la multitud de interpretaciones al uso; más los que honestamente piensan que es posible seguir desarrollando el pensamiento y la acción revolucionaria, cantando loas pre-marxistas, cantinelas que no tienen más originalidad que la repetición de la idiota ignorancia del que, teniendo una pala a mano, pretende cavar la sepultura del capitalismo con cucharas de palo.

6.- ¿Cuál es el nudo que no nos permite tomar la pala y nos impone seguir cavando con cucharas de palo?

Debido a los retrocesos generales en el desarrollo del método científico -síntoma de la senilidad del sistema de reproducción capitalista y aspecto que no afecta a una clase determinada, sino al conjunto de la sociedad-, se puede señalar la tendencia a la simplificación –vulgarización- del método de aproximación a los procesos que interactúan en su conjunto en la constitución de la realidad histórico-social. Sumémosle a esto, la desesperación por no lograr ver una salida del laberinto que genera la supremacía del capital como sujeto en la sociedad actual. Ello produce un miedo razonable a la victoria de los procesos emancipatorios de los pueblos y los trabajadores.

Corresponde a una época de dispersión y de iconización de las incertidumbres una tendencia a operar mentalmente a través de un pensamiento simplificante, una esclerotización que termina en la formalización que no permite ver la conjunción dinámica de lo uno y de lo múltiple. El principio de no-contradicción y de tercero excluido se apodera del sentido común y se tiende a la unidad o identidad abstracta, desalojando la diversidad, la multiciplidad de las determinaciones y las intermediaciones entre el concepto y la realidad, o bien, se fetichizan las distinciones, las diferencias. Y al perder la visión de la globalidad de los procesos, se pierden igualmente las contradicciones vitales de las partes sobre el todo. Es así como abundan las aproximaciones fragmentadas a la realidad y esta pierde su cualidad de totalidad contradictoria en movimiento, es decir, su transitoriedad y su devenir histórico concreto. Al perder las referencias a la unidad o identidad de lo múltiple, la dispersión política e ideológica resulta en fogonazos fragmentados y las odiosidades absurdas terminan siendo funcionales al sistema mundial de dominación capitalista.

Me recuerda este escenario a los animales perdidos en la cordillera que terminan comiéndose la cola para no morir de hambre hasta quedar petrificados en el hielo andino. Un viento helado que golpea los cuerpos sólo puede ser contrarrestado con la actividad más enérgica.

Por más que insistamos en que para lograr un horizonte de sentido, este esfuerzo por despojarse de los prejuicios adquiridos y de toda suerte de manifestación religiosa –de creyentes y no creyentes- hace falta igual algo de fe. La fe en los trabajadores y los pueblos. Es en la fuerza de nuestras raíces que mantendremos vivo el árbol de la libertad.

El socialismo surge de los límites mismos del capitalismo, y este será resuelto a favor del capital o el trabajo. Es con nuestra actividad política integral e integradora que haremos posible que esta necesidad histórica sea una realidad o una nueva experiencia sin el debido éxito. Quien tema a la victoria, jamás podría estar en condiciones de vencer.

Hoy más que siempre aquello de que la emancipación social de los pueblos y los trabajadores es su propia obra, es la base de la confianza política de nuestro movimiento, es la base de nuestra concepción del mundo y del método revolucionario para la transformación del orden actual.

7.- A modo de resumen

No hay nada tan complejo en realidad, nada misterioso, sólo se requiere terminar de comprender que es necesario un trabajo teórico-práctico de carácter colectivo para demostrar las hipótesis respecto de la verdadera naturaleza del desarrollo del capitalismo en Chile. De ahí, comprender su entramado de clases y sus luchas, para luego deducir de ello, y de su permanente comprobación en la práctica política -nuestra peculiar forma revolucionaria. Esto es, encontrar las evidencias empíricas para la superación definitiva del desarrollo del capitalismo e invertir con ello el proceso basado en el des-orden actual- en función de resolver los destinos del país según los intereses de las grandes mayorías trabajadoras, productivas e improductivas.

Postulo la hipótesis de que en un país dependiente del capital financiero transnacional, donde la producción organizada según una determinada división internacional del trabajo, división social e internacional que determina su naturaleza en cuanto producción primaria exportadora, la oferta no crea su propia demanda y la ganancia extraordinaria arrebatada por estos medios no beneficia más que a los capitales que deciden invertir según sus propios intereses inmediatos. Esta es la base material de la insuperabilidad de la crisis estructural del capitalismo sin una revolución socialista.

Sostengo que la ausencia de una política independiente de los trabajadores y el pueblo, y la inexistencia de una burguesía nacional, hace que en Chile no exista una estrategia nacional de desarrollo propio, no tiene soberanía política, su modo dependiente de operar se encuentra en una camisa de fuerza impuesta por el capital transnacional y las organizaciones internacionales a su servicio. Naufragamos en una arquitectura cuasi-estancacionista, y sus temporales animaciones y auges económicos dependen de las animaciones de los precios y posibles auges de las materias primas. Y como estas no son renovables, sólo consumibles, nuestro futuro está signado por una suerte de ruleta rusa y en cualquier momento saldrá el tiro mortal. Es vergonzoso que el monopolio de las armas esté en manos de sectores que dicen estar comprometidos con la defensa y la seguridad del país, educados en una suerte de “nacionalismo chauvinista” –suficiente para defender otrora el patrón de acumulación débilmente desarrollista- y, por tanto, tan mal educados en la defensa de la soberanía y el patrimonio nacional y tan antipopulares como la propia Concertación responsable de la transición entre el gobierno dictatorial a la actual forma democrático-burguesa. Ante el baldón del entreguismo de nuestras clases dirigentes, el pueblo, con los trabajadores -productivos y no productivos- a la vanguardia de un nuevo proyecto histórico, dará por el suelo con las ficciones que hoy nos gobiernan.

La actual campaña contra la privatización del mar –paradigmática y de identica laya respecto de la minería, los bosques, los recursos hídricos en tierra, la agricultura, la banca, la seguridad social, la salud, la educación, la vivienda, la cultura, el desarrollo y la investigación científica, entre otros tantos aspectos de la vida nacional- arroja esclarecedoras luces sobre la naturaleza depredadora del patrón de reproducción capitalista en Chile. No estamos dispuestos a aceptar sin resistencia los ofertones del patrimonio de todos los chilenos y chilenas al capital financiero transnacional. Nuestro objetivo político emancipatorio, de carácter estratégico, es poner a los trabajadores y el pueblo como sujetos de toda soberanía. En ello hemos de concentrar toda nuestra capacidad subversiva y toda nuestra inteligencia socialmente adquirida por años de lucha que van desde las resistencias al conquistador, pasando por los fundación del movimiento obrero y popular, hasta nuestros días. Largos siglos de combate contra las distintas formas de colonización, de una violencia que no se puede ocultar con la retórica oficialista y oficiosa.

Junto con ello, no queda otro camino que preparar una fuerza político-social que sea capaz de llevar adelante, desde un gobierno de los trabajadores y el pueblo, un salto cualitativo a la socialización colectivista. El socialismo de los pueblos y los trabajadores es el contenido esencial de nuestra opción anticapitalista y antiimperialista. Es decir, en sí mismo, nada de negación maniquea, sino proposiciones integrales para la superación definitiva del desarrollo capitalista en Chile.

Los trabajadores y los pueblos tienen todos los elementos necesarios para comprender que, en el siglo XXI, o seguimos siendo yunque o tomamos la firme decisión de ser martillo.

¡Barbarie capitalista y bestialidad imperialista, o socialismo de los trabajadores y los pueblos del mundo entero!

¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

Amador

¡Luchamos y estudiamos para vencer!

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Notas:

(1) Joan Robinson, economista inglesa aguda investigadora y polemista fustigó a los intelectuales orgánicos del capitalismo que autoinvestidos con arrogancia de un cierto saber “científico” supo junto a otros compañeros de aventura sostener una fuerte lucha ideológica. Entre otras frases para el bronce que he podido leer en controversias con ideólogos yanquis y europeos, entre otros tantos, señalaba: “Cuando dos teorías difieren en su ideología, la diferencia más importante entre ambas se establece en el terreno de la acción política” (“Hacia una economía dinámica” (Towards a Dynamic Economics). Si bien estas frases están fuera del contexto en que fueron expresadas dan igualmente una idea de la agudeza de sus indagaciones y el sentido práctico que tienen sus investigaciones y análisis. Audacia intelectual digna de imitar por los militantes revolucionarios en el presente siglo.

(2) Federico Engels, “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre”. Una versión en internet puede encontrarse en: http://www.marxismo.cl/mod/forum/discuss.php?d=1325

(3) Carlos Marx, Tomo III de El Capital, Sección Sexta: “Cómo se convierte la ganancia extraordinaria en Renta del Suelo”, Capítulo XXXVII. Fondo de Cultura Económica, México. Hay una versión en internet que puede ser leída en http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital3/MRXC3837.htm

<h1><span lang=»ES-CL» xml:lang=»ES-CL»>Apuntes b&aacute;sicos sobre la estrategia y t&aacute;ctica del socialismo de los trabajadores y los pueblos del mundo entero.</span></h1>
<p align=»right»><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>&quot;Los  participantes de cada controversia se dividen en escuelas -conservadora  o radical- y la ideolog&iacute;a se inclina a rezumarse en la l&oacute;gica. En  econom&iacute;a, los argumentos est&aacute;n principalmente consagrados, como en  teolog&iacute;a, a sostener doctrinas m&aacute;s que a testar hip&oacute;tesis.&quot; (Joan  Robinson) (1)</span></p>
<p align=»right»><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»> &ldquo;El trabajo es la fuente de toda riqueza, afirman los especialistas en  Econom&iacute;a Pol&iacute;tica. Lo es, en efecto, a la par que la naturaleza,  proveedora de los materiales que &eacute;l convierte en riqueza. Pero el  trabajo es much&iacute;simo m&aacute;s que eso. Es la condici&oacute;n b&aacute;sica y fundamental  de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto,  debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre.&rdquo; (Federico  Engels) (2)</span></p>
<p align=»right»><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>&ldquo;Para poder vender una cosa, basta con que esta cosa sea monopolizable y enajenable&rdquo; (Carlos Marx) (3)</span></p>
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<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Si partimos de  la hip&oacute;tesis, que tiene que ser demostrada en la pr&aacute;ctica pol&iacute;tica &ndash;en  el proceso de articulaci&oacute;n del movimiento real, de la organizaci&oacute;n,  movilizaci&oacute;n y formaci&oacute;n de un nuevo proyecto hist&oacute;rico de emancipaci&oacute;n  social para Chile-, de que la alienaci&oacute;n capitalista en sus formas  materiales, en sus ra&iacute;ces geneal&oacute;gicas, se encuentra en las  profundidades de una separaci&oacute;n consecutiva y consecuente, a saber: </span></p>
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<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>En resumen, la  separaci&oacute;n por la fuerza de la triada: naturaleza, trabajo y g&eacute;nero  humano, transformado en objetos monopolizables y enajenables por el  sistema capitalista moderno, es el punto de partida para la  investigaci&oacute;n y la acci&oacute;n transformadora de las fuerzas revolucionarias  de los pueblos y los trabajadores. El movimiento real s&oacute;lo es separable  transitoriamente y es producto de la historia concreta de la humanidad,  de la actividad hist&oacute;rica y social de los seres humanos, de la larga  historia de la sociedad dividida en clases, la cual tiene un principio,  un desarrollo y un final, si todo sigue su curso natural. Estamos  frente a un acto de violencia extrema que se oculta tras bambalinas en  la puesta en escena de la sociedad capitalista actual, cuyo sujeto es  el capital y se consensua en la aceptaci&oacute;n de un Estado de naturaleza  clasista que declara ser garante de un &ldquo;bien com&uacute;n&rdquo;. No hay nada menos  &ldquo;rentable&rdquo; para el conjunto de la humanidad que la sobrevivencia de la  propiedad capitalista, la cual permite que una minor&iacute;a que no trabaja  decida sobre la mayor&iacute;a efectiva de los que trabajan y con su actividad  vital se ven obligados a pagar un precio elevad&iacute;simo para mantener  justamente los privilegios de esta minor&iacute;a. En conjunto con ello no hay  nada menos sustentable que el desarrollo del capitalismo, que en su  fase imperialista entra en contradicci&oacute;n irreconciliable con el  desarrollo del g&eacute;nero humano y de la sobrevivencia del planeta mismo.  Es esta la base material de la identidad entre los intereses de los  trabajadores, los pueblos del mundo entero y los intereses del g&eacute;nero  humano en su conjunto. Esta es la base material del horizonte de la  transici&oacute;n socialista de la humanidad a la sociedad sin clases en el  siglo XXI. Esta es la base hist&oacute;rica sobre la cual los trabajadores y  los pueblos del mundo – objetos de la dominaci&oacute;n, la explotaci&oacute;n  extrema y el despojo- se transforman en sujeto de las transformaciones  profundas que la sociedad humana ha de realizar para garantizar su  propia existencia y su consecuente emancipaci&oacute;n.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Si partimos del  hecho real de que el desarrollo capitalista y su ideolog&iacute;a del progreso  -el &ldquo;progresismo&rdquo; no es m&aacute;s que un reflejo de esas profundas ra&iacute;ces de  clase-, entonces la superaci&oacute;n de las relaciones sociales capitalistas  sobre las que se erige la reproducci&oacute;n de la vida misma de la  humanidad, tiene que ver con el ejercicio concreto de naturaleza  socialista &ndash; humanismo concreto- de los trabajadores y los pueblos del  mundo entero, frente y en oposici&oacute;n antag&oacute;nica e irreconciliable con la  barbarie capitalista y la bestialidad del imperialismo.</span></p>
<h2><span lang=»ES-CL» xml:lang=»ES-CL»>2.- La evidencia hist&oacute;rica, la pr&aacute;ctica pol&iacute;tica  de los trabajadores y los pueblos, verifica y realiza las hip&oacute;tesis que  dan cuerpo al programa de transformaciones sociales</span></h2>
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<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>La lucha  -multiforme, compleja y din&aacute;mica-, como una totalidad hist&oacute;rico-social  en movimiento contradictorio, y con el horizonte de la emancipaci&oacute;n  social, coincide plenamente con los intereses m&aacute;s inmediatos de la  humanidad, los intereses hist&oacute;ricos de las grandes mayor&iacute;as del pueblo  trabajador y su unidad org&aacute;nica con las luchas de resistencias y por la  sobrevivencia de los pueblos del mundo. Esto implica que no existe una  separaci&oacute;n a raja tabla entre lo t&aacute;ctico y lo estrat&eacute;gico, sino s&oacute;lo  como distinci&oacute;n abstracta entre un momento inmediato y un momento  referido a un salto cualitativo concreto: la conquista del poder  pol&iacute;tico y econ&oacute;mico por parte de las grandes mayor&iacute;as trabajadoras.  Salto que s&oacute;lo puede realizarse como producto de la acumulaci&oacute;n  cuantitativa de una correlaci&oacute;n de fuerzas favorables a las  transformaciones sociales, en tanto resultado y producto del accionar  planificado, sincronizado y consciente de las grandes mayor&iacute;as y su  construcci&oacute;n pol&iacute;tica.</span></p>
<h2><span lang=»ES-CL» xml:lang=»ES-CL»>3.- El car&aacute;cter de las luchas y la unidad de la t&aacute;ctica y la estrategia</span></h2>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Desde estas  premisas se desprende que la lucha inmediata est&aacute; signada por sus  contenidos socialistas, por su horizonte emancipador. Sobre estas bases  como presupuestos b&aacute;sicos, entonces, la pregunta tendr&iacute;a que ser &iquest;Cu&aacute;l  es el contenido socialista de estas luchas que se requiere potenciar?  Ello nos lleva a significar el propio socialismo, marcar con tinta  indeleble el horizonte del restablecimiento de la identidad  hist&oacute;ricamente amenazada. Desde este punto de vista, de esta &ldquo;toma de  partido&rdquo; por la parte antag&oacute;nica al sujeto dominante, el capital y por  tanto una &ldquo;toma de partido&rdquo; por las fuerzas del trabajo, el ser humano  y su h&aacute;bitat natural, el planeta; el socialismo es b&aacute;sicamente la  expropiaci&oacute;n de la propiedad privada capitalista y su consecuente  socializaci&oacute;n, colectivizaci&oacute;n, que se expresa en primera fase en su  forma de propiedad estatal, y por tanto, el asunto se traduce  pol&iacute;ticamente en el control de la econom&iacute;a y el Estado por parte de sus  verdaderos propietarios, los productores de las riquezas, es decir, en  manos de los trabajadores y la sociedad en su conjunto. Socialismo  implica un proceso de sinceramiento del verdadero car&aacute;cter social de la  producci&oacute;n de los medios de vida, las riquezas, de las grandes mayor&iacute;as  y las naciones del mundo. Implica el control de los destinos del  decurso de la vida en manos justamente de esas grandes mayor&iacute;as y, por  tanto implica, el desarrollo del control real sobre la econom&iacute;a y el  Estado. La estatizaci&oacute;n socialista, que opera prima facie, no comporta  la creaci&oacute;n de m&aacute;s burocracia, sino la descentralizaci&oacute;n de las labores  del Estado en manos de la ciudadan&iacute;a organizada, movilizada y en  proceso de aprendizaje del autogobierno por medio del despliegue de la  democracia participativa que erosiona las bases materiales de la que  emana la l&oacute;gica de la representaci&oacute;n y la sustituci&oacute;n.</span></p>
<h2><span lang=»ES-CL» xml:lang=»ES-CL»>4.- La indisoluble unidad de teor&iacute;a y pr&aacute;ctica es la fuente y el producto de la conciencia de clase</span></h2>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Bien sabe la  burgues&iacute;a, n&uacute;cleo del bloque en el poder, que tiene sobre su cuerpo las  heridas de una innumerable cantidad de revoluciones, que no es posible  sostener un sistema social y traspasar las fronteras de un modo de  producci&oacute;n a otro, sin la acci&oacute;n combinada de fuerza y consenso. Los  procesos revolucionarios no pueden llevarse adelante sin adquirir una  conciencia respecto del rol hist&oacute;rico que le compete a una clase que  pretende dirigir los destinos del ser humano y el planeta. Es decir,  sin conciencia de clase no es posible adquirir o sostener un sistema de  dominaci&oacute;n social de una clase sobre el conjunto de la sociedad, por lo  tanto tampoco lo es el movimiento subversivo de la emancipaci&oacute;n del  g&eacute;nero humano. Bien lo sabela burgues&iacute;a, pues sin ello no podr&iacute;a  sostener su poder. Por esto tiene que negar el derecho a la conciencia  cr&iacute;tica del conjunto de la sociedad sobre sus propios destinos, de ah&iacute;  la necesaria alienaci&oacute;n que termina afectando a sus propios intereses,  pues la ignorancia es una peste que termina afectando a los propios  apestadores. La alienaci&oacute;n social es una bomba que en su explosi&oacute;n no  respeta los l&iacute;mites de clases y revienta como ideolog&iacute;a, negando el  propio desarrollo de las fuerzas productivas que tiene que seguir  propiciando para sostener su dominaci&oacute;n en el tiempo.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>De la pr&aacute;ctica  y la reflexi&oacute;n colectiva sobre estos m&uacute;ltiples aspectos se puede llegar  a construir un movimiento aut&oacute;nomo que comprende el profundo car&aacute;cter  democr&aacute;tico de la revoluci&oacute;n socialista, parte consustancial al proceso  definitivo de emancipaci&oacute;n social al alcanzar la destrucci&oacute;n de las  condiciones materiales para la existencia de las clases y su forma  pol&iacute;tica, el Estado, como lo hemos conocido hasta ahora. </span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>El proceso de  construcci&oacute;n de este &ldquo;control social&rdquo; en manos de los trabajadores y  los pueblos, conllevar&iacute;a necesariamente a una dualidad de poder entre  los actuales propietarios jur&iacute;dicos de los medios de vida, medios de  producci&oacute;n y de las fuentes de la vida misma, la naturaleza, y los  verdaderos propietarios, puesto que las riquezas son propiedad de  quienes las producen. Tal cual hemos luchado por la propiedad de la  tierra para el que la trabaja, hoy tenemos que luchar por la propiedad  de las inversiones productivas para quienes verdaderamente las  trabajan, garantizando su ritmo y direcci&oacute;n en funci&oacute;n de los intereses  de las grandes mayor&iacute;as y no de las empresas transnacionales como ha  ocurrido hasta hoy. Hoy desalambrar las conciencias de las grandes  mayor&iacute;as, este movimiento real que no puede encorsetarse en modelo  alguno, es lo que llamamos socialismo. </span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Las clases  dominantes, ociosas, corruptas y parasitarias, usufruct&uacute;an de un  proceso social de producci&oacute;n de riquezas, y su poder se sustenta en una  realidad jur&iacute;dica impuesta por la fuerza (el monopolio del poder  militar, pol&iacute;tico y econ&oacute;mico) y es mantenido por fatuos consensos, por  medio de la alienaci&oacute;n capitalista, por medio del consumismo y el  individualismo, la guerra psicol&oacute;gica, en fin, por el ejercicio de una  hegemon&iacute;a cultural que les garantiza la anuencia de las grandes  mayor&iacute;as que aceptan disciplinadamente ser despojadas de lo que ellas  mismas producen y les pertenece. </span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>As&iacute; como de las  fuentes de valores de cambio de productos que no tienen valor, pues son  ofrecidas al ser humano gratuitamente por la naturaleza, e igualmente  son monopolizados y enajenados, se concesiona la vida de los  trabajadores y el pueblo a quienes no tienen la necesidad de responder  m&aacute;s que a la capitalizaci&oacute;n del excedente econ&oacute;mico producto de la  explotaci&oacute;n del trabajo, la enajenaci&oacute;n de los recursos naturales y el  esfuerzo de las grandes mayor&iacute;as, que luego son acumulados en forma  privada. Los destinos de los chilenos y chilenas est&aacute;n determinados por  la ganancia capitalista, la acumulaci&oacute;n por despojo y por sobre  explotaci&oacute;n se convierte en propiedad de una minor&iacute;a sin patria ni  bandera.</span></p>
<h2><span lang=»ES-CL» xml:lang=»ES-CL»>5.- La participaci&oacute;n efectiva es la base de toda  democracia real, cuyo movimiento es el socialismo de los pueblos y los  trabajadores que se&ntilde;ala el camino de victorias a transitar</span></h2>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>La  participaci&oacute;n efectiva de los trabajadores y el pueblo es el camino de  victorias para la conquista del poder real por y para las grandes  mayor&iacute;as del pa&iacute;s, explotadas, despojadas y disciplinadas por el  control social ejercido por el Estado subsidiario del capital  financiero, que es, en definitiva, el sujeto activo de la dominaci&oacute;n  capitalista y del orden actual. El Estado es el mediador entre el  rentismo y las fracciones industriales modernas. El Estado capitalista  en la fase actual del desarrollo del capitalismo, tanto en el pa&iacute;s como  en el mundo entero, es garant&iacute;a de la unidad pol&iacute;tica de las clases  dominantes mundializadas.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>La t&aacute;ctica debe  incorporar un acompa&ntilde;amiento estrecho de la lucha en el campo de las  ideas, en la preparaci&oacute;n de los trabajadores y la organizaci&oacute;n popular,  el pueblo, para asumir las tareas del gobierno del Estado y del  conjunto de la sociedad. Hay que vencer por una parte, a los ide&oacute;logos  org&aacute;nicos al servicio de los intereses econ&oacute;micos de las clases  dominantes y por otra parte, vencer la propia resistencia de buena  parte de la militancia social y pol&iacute;tica que ha sido asimilada por las  ideas dominantes del bloque en el poder. Nos enfrentamos a un verdadero  silogismo compuesto entre ide&oacute;logos, ideotas e idiotas de tomo y lomo.  Los primeros al servicio de las castas en el poder que est&aacute;n obligadas  a defender sus privilegios hasta las &uacute;ltimas consecuencias; los que  deshojan margaritas anunciando la muerte del marxismo, supuestamente  difuminado en la multitud de interpretaciones al uso; m&aacute;s los que  honestamente piensan que es posible seguir desarrollando el pensamiento  y la acci&oacute;n revolucionaria, cantando loas pre-marxistas, cantinelas que  no tienen m&aacute;s originalidad que la repetici&oacute;n de la idiota ignorancia  del que, teniendo una pala a mano, pretende cavar la sepultura del  capitalismo con cucharas de palo.</span></p>
<h3><span lang=»ES-CL» xml:lang=»ES-CL»>6.- &iquest;Cu&aacute;l es el nudo que no nos permite tomar la pala y nos impone seguir cavando con cucharas de palo?</span></h3>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Debido a los  retrocesos generales en el desarrollo del m&eacute;todo cient&iacute;fico -s&iacute;ntoma de  la senilidad del sistema de reproducci&oacute;n capitalista y aspecto que no  afecta a una clase determinada, sino al conjunto de la sociedad-, se  puede se&ntilde;alar la tendencia a la simplificaci&oacute;n &ndash;vulgarizaci&oacute;n- del  m&eacute;todo de aproximaci&oacute;n a los procesos que interact&uacute;an en su conjunto en  la constituci&oacute;n de la realidad hist&oacute;rico-social. Sum&eacute;mosle a esto, la  desesperaci&oacute;n por no lograr ver una salida del laberinto que genera la  supremac&iacute;a del capital como sujeto en la sociedad actual. Ello produce  un miedo razonable a la victoria de los procesos emancipatorios de los  pueblos y los trabajadores. </span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Corresponde a  una &eacute;poca de dispersi&oacute;n y de iconizaci&oacute;n de las incertidumbres una  tendencia a operar mentalmente a trav&eacute;s de un pensamiento  simplificante, una esclerotizaci&oacute;n que termina en la formalizaci&oacute;n que  no permite ver la conjunci&oacute;n din&aacute;mica de lo uno y de lo m&uacute;ltiple. El  principio de no-contradicci&oacute;n y de tercero excluido se apodera del  sentido com&uacute;n y se tiende a la unidad o identidad abstracta,  desalojando la diversidad, la multiciplidad de las determinaciones y  las intermediaciones entre el concepto y la realidad, o bien, se  fetichizan las distinciones, las diferencias. Y al perder la visi&oacute;n de  la globalidad de los procesos, se pierden igualmente las  contradicciones vitales de las partes sobre el todo. Es as&iacute; como  abundan las aproximaciones fragmentadas a la realidad y esta pierde su  cualidad de totalidad contradictoria en movimiento, es decir, su  transitoriedad y su devenir hist&oacute;rico concreto. Al perder las  referencias a la unidad o identidad de lo m&uacute;ltiple, la dispersi&oacute;n  pol&iacute;tica e ideol&oacute;gica resulta en fogonazos fragmentados y las  odiosidades absurdas terminan siendo funcionales al sistema mundial de  dominaci&oacute;n capitalista.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Me recuerda  este escenario a los animales perdidos en la cordillera que terminan  comi&eacute;ndose la cola para no morir de hambre hasta quedar petrificados en  el hielo andino. Un viento helado que golpea los cuerpos s&oacute;lo puede ser  contrarrestado con la actividad m&aacute;s en&eacute;rgica.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Por m&aacute;s que  insistamos en que para lograr un horizonte de sentido, este esfuerzo  por despojarse de los prejuicios adquiridos y de toda suerte de  manifestaci&oacute;n religiosa &ndash;de creyentes y no creyentes- hace falta igual  algo de fe. La fe en los trabajadores y los pueblos. Es en la fuerza de  nuestras ra&iacute;ces que mantendremos vivo el &aacute;rbol de la libertad.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>El socialismo  surge de los l&iacute;mites mismos del capitalismo, y este ser&aacute; resuelto a  favor del capital o el trabajo. Es con nuestra actividad pol&iacute;tica  integral e integradora que haremos posible que esta necesidad hist&oacute;rica  sea una realidad o una nueva experiencia sin el debido &eacute;xito. Quien  tema a la victoria, jam&aacute;s podr&iacute;a estar en condiciones de vencer.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Hoy m&aacute;s que  siempre aquello de que la emancipaci&oacute;n social de los pueblos y los  trabajadores es su propia obra, es la base de la confianza pol&iacute;tica de  nuestro movimiento, es la base de nuestra concepci&oacute;n del mundo y del  m&eacute;todo revolucionario para la transformaci&oacute;n del orden actual.</span></p>
<h2><span lang=»ES-CL» xml:lang=»ES-CL»>7.- A modo de resumen </span></h2>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>No hay nada tan  complejo en realidad, nada misterioso, s&oacute;lo se requiere terminar de  comprender que es necesario un trabajo te&oacute;rico-pr&aacute;ctico de car&aacute;cter  colectivo para demostrar las hip&oacute;tesis respecto de la verdadera  naturaleza del desarrollo del capitalismo en Chile. De ah&iacute;, comprender  su entramado de clases y sus luchas, para luego deducir de ello, y de  su permanente comprobaci&oacute;n en la pr&aacute;ctica pol&iacute;tica -nuestra peculiar  forma revolucionaria. Esto es, encontrar las evidencias emp&iacute;ricas para  la superaci&oacute;n definitiva del desarrollo del capitalismo e invertir con  ello el proceso basado en el des-orden actual- en funci&oacute;n de resolver  los destinos del pa&iacute;s seg&uacute;n los intereses de las grandes mayor&iacute;as  trabajadoras, productivas e improductivas. </span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Postulo la  hip&oacute;tesis de que en un pa&iacute;s dependiente del capital financiero  transnacional, donde la producci&oacute;n organizada seg&uacute;n una determinada  divisi&oacute;n internacional del trabajo, divisi&oacute;n social e internacional que  determina su naturaleza en cuanto producci&oacute;n primaria exportadora, la  oferta no crea su propia demanda y la ganancia extraordinaria  arrebatada por estos medios no beneficia m&aacute;s que a los capitales que  deciden invertir seg&uacute;n sus propios intereses inmediatos. Esta es la  base material de la insuperabilidad de la crisis estructural del  capitalismo sin una revoluci&oacute;n socialista.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Sostengo que la  ausencia de una pol&iacute;tica independiente de los trabajadores y el pueblo,  y la inexistencia de una burgues&iacute;a nacional, hace que en Chile no  exista una estrategia nacional de desarrollo propio, no tiene soberan&iacute;a  pol&iacute;tica, su modo dependiente de operar se encuentra en una camisa de  fuerza impuesta por el capital transnacional y las organizaciones  internacionales a su servicio. Naufragamos en una arquitectura  cuasi-estancacionista, y sus temporales animaciones y auges econ&oacute;micos  dependen de las animaciones de los precios y posibles auges de las  materias primas. Y como estas no son renovables, s&oacute;lo consumibles,  nuestro futuro est&aacute; signado por una suerte de ruleta rusa y en  cualquier momento saldr&aacute; el tiro mortal. Es vergonzoso que el monopolio  de las armas est&eacute; en manos de sectores que dicen estar comprometidos  con la defensa y la seguridad del pa&iacute;s, educados en una suerte de  &ldquo;nacionalismo chauvinista&rdquo; &ndash;suficiente para defender otrora el patr&oacute;n  de acumulaci&oacute;n d&eacute;bilmente desarrollista- y, por tanto, tan mal educados  en la defensa de la soberan&iacute;a y el patrimonio nacional y tan  antipopulares como la propia Concertaci&oacute;n responsable de la transici&oacute;n  entre el gobierno dictatorial a la actual forma democr&aacute;tico-burguesa.  Ante el bald&oacute;n del entreguismo de nuestras clases dirigentes, el  pueblo, con los trabajadores -productivos y no productivos- a la  vanguardia de un nuevo proyecto hist&oacute;rico, dar&aacute; por el suelo con las  ficciones que hoy nos gobiernan.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>La actual  campa&ntilde;a contra la privatizaci&oacute;n del mar &ndash;paradigm&aacute;tica y de identica  laya respecto de la miner&iacute;a, los bosques, los recursos h&iacute;dricos en  tierra, la agricultura, la banca, la seguridad social, la salud, la  educaci&oacute;n, la vivienda, la cultura, el desarrollo y la investigaci&oacute;n  cient&iacute;fica, entre otros tantos aspectos de la vida nacional- arroja  esclarecedoras luces sobre la naturaleza depredadora del patr&oacute;n de  reproducci&oacute;n capitalista en Chile. No estamos dispuestos a aceptar sin  resistencia los ofertones del patrimonio de todos los chilenos y  chilenas al capital financiero transnacional. Nuestro objetivo pol&iacute;tico  emancipatorio, de car&aacute;cter estrat&eacute;gico, es poner a los trabajadores y  el pueblo como sujetos de toda soberan&iacute;a. En ello hemos de concentrar  toda nuestra capacidad subversiva y toda nuestra inteligencia  socialmente adquirida por a&ntilde;os de lucha que van desde las resistencias  al conquistador, pasando por los fundaci&oacute;n del movimiento obrero y  popular, hasta nuestros d&iacute;as. Largos siglos de combate contra las  distintas formas de colonizaci&oacute;n, de una violencia que no se puede  ocultar con la ret&oacute;rica oficialista y oficiosa.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Junto con ello,  no queda otro camino que preparar una fuerza pol&iacute;tico-social que sea  capaz de llevar adelante, desde un gobierno de los trabajadores y el  pueblo, un salto cualitativo a la socializaci&oacute;n colectivista. El  socialismo de los pueblos y los trabajadores es el contenido esencial  de nuestra opci&oacute;n anticapitalista y antiimperialista. Es decir, en s&iacute;  mismo, nada de negaci&oacute;n maniquea, sino proposiciones integrales para la  superaci&oacute;n definitiva del desarrollo capitalista en Chile.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Los  trabajadores y los pueblos tienen todos los elementos necesarios para  comprender que, en el siglo XXI, o seguimos siendo yunque o tomamos la  firme decisi&oacute;n de ser martillo.</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>&iexcl;Barbarie capitalista y bestialidad imperialista, o socialismo de los trabajadores y los pueblos del mundo entero!</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>&iexcl;Viva el pueblo! &iexcl;Vivan los trabajadores!</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>Amador</span></p>
<p><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>&iexcl;Luchamos y estudiamos para vencer!</span></p>
<p><a target=»_blank» href=»http://www.marxismo.cl/»><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>www.marxismo.cl</span></a></p>
<p><a target=»_blank» href=»http://www.marxismo.cl/portal»><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>www.marxismo.cl/portal</span></a></p>
<p><a target=»_blank» href=»http://unidadmpt.wordpress.com/»><span lang=»ES-CL» new=»» xml:lang=»ES-CL»>http://unidadmpt.wordpress.com/</span></a></p&gt;
<p>Notas:</p>
<p>(1)  Joan Robinson, economista inglesa aguda investigadora y polemista  fustig&oacute; a los intelectuales org&aacute;nicos del capitalismo que  autoinvestidos con arrogancia de un cierto saber &ldquo;cient&iacute;fico&rdquo; supo  junto a otros compa&ntilde;eros de aventura sostener una fuerte lucha  ideol&oacute;gica. Entre otras frases para el bronce que he podido leer en  controversias con ide&oacute;logos yanquis y europeos, entre otros tantos,  se&ntilde;alaba: &ldquo;Cuando dos teor&iacute;as difieren en su ideolog&iacute;a, la diferencia  m&aacute;s importante entre ambas se establece en el terreno de la acci&oacute;n  pol&iacute;tica&rdquo; (&ldquo;Hacia una econom&iacute;a din&aacute;mica&rdquo; (Towards a Dynamic Economics).  Si bien estas frases est&aacute;n fuera del contexto en que fueron expresadas  dan igualmente una idea de la agudeza de sus indagaciones y el sentido  pr&aacute;ctico que tienen sus investigaciones y an&aacute;lisis. Audacia intelectual  digna de imitar por los militantes revolucionarios en el presente siglo. </p>
<p>(2)  Federico Engels, &ldquo;El papel del trabajo en la transformaci&oacute;n del mono en  hombre&rdquo;. Una versi&oacute;n en internet puede encontrarse en: http://www.marxismo.cl/mod/forum/discuss.php?d=1325</p&gt;
<p>(3) Carlos Marx, Tomo III de El Capital,  Secci&oacute;n Sexta: &ldquo;C&oacute;mo se convierte la ganancia extraordinaria en Renta  del Suelo&rdquo;, Cap&iacute;tulo XXXVII. Fondo de Cultura Econ&oacute;mica, M&eacute;xico. Hay  una versi&oacute;n en internet que puede ser le&iacute;da en <a href=»http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital3/MRXC3837.htm»>http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital3/MRXC3837.htm</a></p&gt;

«Sadam, Bush y Blair son tres personajes de ‘El Señor de los Anillos»

Posted in Textos de Interes para la formación by formacionmpt on enero 14, 2010

«Sadam, Bush y Blair son tres personajes de ‘El Señor de los Anillos»

por Ángela Molina

Entrevista publicada originalmente en Babelia (suplemento del periódico El País), 19 de abril de 2003, p. 14

Para David Harvey, Marx todavía está entre los pucheros. Este hombre reservado, que combina la ironía con la idea wordsworthiana de una esperanza aplazada, ha enseñado durante tres décadas cómo relacionar El capital con la vida diaria, mientras ejercía como profesor de geografía en la Universidad Johns Hopkins, en Oxford, Cambridge, y ahora en la City University de Nueva York. «Separarnos de Marx era separarnos de nuestro olfato investigador, para satisfacer el rostro superficial de la moda intelectual», afirma. Los numerosos ensayos que ha publicado sobre el tema proporcionan al lector placeres fascinantes, como los conocimientos derivados de la consideración del fetichismo de la mercancía, «el mismo que sorprendió a la propietaria de la línea de ropa infantil Wal-Mart», afirma, «cuando le dijeron que las prendas que vendía estaban fabricadas en Honduras por niños a los que se pagaba una miseria, o el anticipo de 30 millones de dólares que Nike pagó a Michael Jordan, ante las noticias publicadas por la prensa sobre las indignantes condiciones a las que se sometía a los trabajadores de la empresa en Indonesia y Vietnam. Estos temas aparecen en el capítulo de Marx sobre La maquinaria y la industria moderna». David Harvey acaba de publicar Espacios de esperanza, donde aborda en calidad de geógrafo marxista dos de los temas principales del discurso social contemporáneo: la globalización y el cuerpo. El cuerpo, que debe convertirse en «medida de todas las cosas» , puede contemplarse como un nexo a través del cual establecer una política emancipadora. El cuerpo (como la persona y el yo) es una relación interna y por lo tanto abierta y porosa al mundo.

PREGUNTA. ¿Qué espacios de esperanza nos deja el nuevo imperialismo?

RESPUESTA. Después del 15 de febrero vemos cómo el mundo se está abriendo a una globalización alternativa, pero siguen existiendo muchas dificultades para articular una política diferente de una simple política de resistencia. Tenemos que ser muy cuidadosos cuando miramos la posición de Estados Unidos para, por ejemplo, no acabar apoyando a Chirac. Clinton supo disciplinar el mundo con unos mecanismos como Wall Street o el FMI. Ahora Bush no los tiene. Por eso la opción militar en Irak implica un fracaso o una debilidad. No hay ninguna región del mundo en la que no se pueda encontrar manifestaciones de ira o descontento con el sistema capitalista. Pero estos movimientos no significan que sean prosocialistas. Los sentimientos anticapitalistas de base amplia carecen de organización y expresión coherentes. Para mí, una de las virtudes históricas del marxismo ha sido su empeño en sintetizar las diversas luchas, con objetivos múltiples, en un movimiento anticapitalista más universal.

P. ¿Por eso sigue enseñando El capital?

R. El liberalismo, con su sistema de explotación del trabajo, trajo una vuelta al capitalismo del siglo XIX. Y si usted se fija en las condiciones de trabajo en Indonesia o Tailandia, y ahora en China, son calcadas a las que describe Marx en el capítulo sobre la jornada laboral. Cada día leo noticias en los periódicos que son un reflejo fiel de lo que ocurrió hace décadas. Marx hablaba de un ejército de reserva industrial de parados que tiene un gran efecto en el capitalismo avanzado.

P. ¿En qué consiste ese método que usted llama «materialismo histórico-geográfico»?

R. Si observamos las condiciones de trabajo en buena parte del mundo, lo que yo llamo los cuerpos están siendo destruidos por los procesos de producción y sus efectos. Para que un movimiento político llegue a ser universal hay que prestar mucha atención al cuerpo individual. Yo veo la cuestión política como algo que empieza en el cuerpo y llega a lo universal, que libera y emancipa el cuerpo. El materialismo histórico-geográfico es sobre todo el intento de extender esas conexiones en el tiempo y en el espacio.

P. Usted aborda en su libro el concepto de utopía. ¿Es posible creer en ella en la actual situación de guerra?

R. Es duro sentirse esperanzado cuando uno ve la increíble violencia del aparato militar estadounidense. Por otro lado, la expresión de la voluntad popular puede en cierto momento llegar a ser sobrecogedora. La mayor parte del mundo se resiste a la idea de tener que vivir bajo el dominio de Estados Unidos, pero no está claro que la primera potencia mundial pueda sostener ese nivel de militarismo. Sería una gran ironía que EE UU hubiera acabado con la URSS gracias a la carrera armamentística y que destruyera su imperio económico a través del militarismo. La economía estadounidense está endeudada, los bancos centrales europeos y de Taiwan y Japón están prestando el dinero a Estados Unidos para hacer esta guerra. Si la ganan, las grandes corporaciones actuarán rápido, los precios del petróleo bajarán y quizá la economía se reactive. Eso es lo que espera Washington, que piensa que si controla los suministros de petróleo de Oriente Próximo podrá controlar las economías de China y Japón y de Europa, porque estará en la posición de establecer una cabeza de puente en Eurasia desde la que podría influir en la política de toda la región. Uno de los momentos más extraordinarios para mí fue cuando los ministros de Asuntos Exteriores de Francia y Alemania pidieron a EE UU que no atacara Irak. Rusia apoyó esta idea, lo que significa que hay una configuración geopolítica euroasiática que se está alineando contra Estados Unidos. Claro que esto puede producir una situación leninista de rivalidad entre imperios muy peligrosa que quizá lleve a una guerra a gran escala de aquí a 20 años.

P. ¿Saldrá Europa gravemente herida de esta situación?

R. Puede haber dos posibles resultados, uno, el que desea Estados Unidos, que la Unión Europea sea un supermercado sin coherencia interna política o militar. Dos, hay algunos signos de que los europeos necesitan mayor coherencia política y más cooperación militar independiente de Estados Unidos. Pero no puedo predecir.

P. Usted ha criticado duramente a Huntington y su teoría del choque de las civilizaciones.

R. Huntington ha demostrado que es posible convertir tesis estúpidas en verdad. Sadam invocaba al dios del islam y su civilización, un reflejo de Bush invocando a su dios, la libertad y la civilización. Todo se reduce a una lucha entre el bien y el mal, a una especie de película de Hollywood con Sadam en el papel de Mordor (El Señor de los Anillos); Bush, en el de Frodo, y a Blair, en el de Jam.

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“NUESTRA INTERNACIONAL ES EL GÉNERO HUMANO”

Posted in Documentos de Trabajo de la Comisión by formacionmpt on enero 14, 2010

“NUESTRA INTERNACIONAL ES EL GÉNERO HUMANO”

“Yo tuve un hermano que iba por los montes mientras yo dormía”
Julio Cortázar.

Amador Ibáñez, tan chileno con su bigote bien cortado y su gusto fanatizado por los caballos, hace años sostiene el sitio http://www.marxismo.cl, la página más completa del marxismo revolucionario e integral existente en Chile. Amador no es ni alto ni bajo. Sus ojos centellean ese gris-verde de los chilenos del centro del país. Como también es un oficial militar formado en Cuba en los años negros de la dictadura pinochetista, luego de lo cual se batió junto a muchos chilenos contra el imperialismo en la Nicaragua revolucionaria de comienzos de los 80, a veces habla golpeado y convincente.
Amador, en los 60 militó en las Juventudes Comunistas cuando todavía no cumplía los 15 años. Pocos años después se incorporó a la defensa del gobierno del Presidente Salvador Allende, cumpliendo tareas especiales. Inmediatamente después del Golpe de Estado, fue expulsado de la carrera de Filosofía del Pedagógico de la Universidad de Chile, y se entregó, en el ámbito social, a la recomposición del movimiento estudiantil diezmado por Pinochet, y a colaborar con el mítico dirigente sindical de la Construcción, Héctor Hugo Cuevas, “el loco Cuevas”, fallecido hace años. Paralelamente, comenzó a participar en los primeros agrupamientos para resistir de manera armada a la dictadura. Durante el período 86 -87, decide al lado de muchos formar el Frente Patriótico Manuel Rodríguez autónomo de la dirección del Partido Comunista. Tres años estuvo preso en Argentina, acusado por el secuestro del Coronel Carreño, militar del régimen tirano, después de lo cual fue sobreseído sin poder comprobársele ninguna participación en el hecho. En los 90 retornó a Chile, donde, ante el cambio sustantivo del escenario político en el país, se dio a la tarea de partir por el principio: colaborar con la lucha incesante por la recuperación de la conciencia emancipadora de los pueblos y los trabajadores a través del sitio http://www.marxismo.cl
En la actualidad milita en el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores (MPT-Chile), específicamente en el equipo de Educación y Formación Política. Estudioso de la economía heterodoxa, se pasea tanto por los clásicos del marxismo (Marx, Rosa Luxemburgo, Gramci, Mariátegui), pasando por Joan Robinson, Sraffa y Kalecki; Della Volpe y Kosik; y su gran amigo trasandino, Hugo Azcurra.
Su película favorita es Tierra y Libertad de Ken Loach. Amador se llama asimismo “soldado del pueblo” y en medio de café y cigarrillos contesta pensando bien lo que pregunto

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Ley de la baja tendencial de la tasa de beneficio

Posted in Textos de Interes para la formación by formacionmpt on diciembre 8, 2009
Ley de la baja tendencial de la tasa de beneficio 1.

Curso de economía política Marxista. Impartida por el Dr. Héctor Guillén Romo.


Ley de la baja tendencial de la tasa de beneficio 2.

Curso de economía política Marxista. Impartida por el Dr. Héctor Guillén Romo.


Ley de la baja tendencial de la tasa de beneficio 3.

Ley de la baja tendencial de la tasa de beneficio 3.

Curso de economía política Marxista. Impartido por el Dr. Héctor Guillén Romo.

Ley de la baja tendencial de la tasa de beneficio 4.

Curso de economía política Marxista. Impartido por el Dr. Héctor Guillén Romo.

Ley de la baja tendencial de la tasa de beneficio 5.

Curso de economía política Marxista. Impartido por el Dr. Héctor Guillén Romo.

Teoría de la distribución del ingreso

Posted in Textos de Interes para la formación by formacionmpt on diciembre 8, 2009

Teoria de la distribución de ingreso en Ricardo 1

Curso de economía política Marxista. Impartido por el Dr. Héctor Guillén Romo.


Teoria de la distribución de ingreso en Ricardo 2

Curso de economía política Marxista. Impartido por el Dr. Héctor Guillén Romo.

CHILE: DATOS DE LA CAUSA

Posted in Textos de Interes para la formación by formacionmpt on diciembre 8, 2009

CHILE: DATOS DE LA CAUSA

De acuerdo a un conjunto de cuadros otorgado por el académico chileno, Alejandro Saavedra, al 2002, las relaciones y porcentajes de las clases en Chile se dividían en un 62 % de trabajadores que viven de un salario a cambio de la venta de su fuerza laboral a uno o más capitalistas; un 7 % de empleadores; un 2,9 % de empleados públicos; un 0,4 % de directivos del Estado; un 5,1 % de directivos de la empresa privada; un 16,6 % de trabajadores por cuenta propia; y un 5,4 % de empleados domésticos.
En términos convencionales, de acuerdo a la distribución de la población, la burguesía correspondería a casi un 7 %; la pequeña burguesía a un 30,46 %, y los trabajadores asalariados a un 62, 6 %.
En general, la población urbana económicamente activa es casi un 90 % respecto de un 11 % de población económicamente activa que se desempeña en el campo.
Según datos ofrecidos por el diario La Tercera en octubre de 2006, en Chile existen a lo menos 6 familias multimillonarias (patrimonio superior a los mil millones de dólares); 126 familias de grandes millonarios (patrimonio entre 20 y 100 millones de dólares); 506 familias de millonarios consolidados (5 a 20 millones de dólares líquidos); y 3.417 familias de millonarios emergentes (entre 1 y 5 millones de dólares). Lo anterior correspondería a la composición de la denominada “gran burguesía” chilena, donde se encontrarían las familias Angelini, Matte, Lucsik, Solari, Paulmann; Piñera, Cueto, Saeih, etc.
Las propiedades diversificadas de la burguesía mandante se encuentran en las industrias minera, forestal y celulosa, bancos, electricidad, telefonía, grandes tiendas, transporte aéreo, vapores, agua potable, bebidas y vino, gas, combustible y pesca. Los capitales funcionan combinadamente entre los propietarios nativos (de tendencia expansiva hacia los países aledaños) y los transnacionales (especialmente españoles, canadienses y norteamericanos, entre otros). Datos de 2004, afirman que las 20 mayores empresas exportadoras son extranjeras en un 40 %, privadas chilenas en un 22 %, y del Estado en un 38 %.
La naturaleza rentista de la clase que domina en Chile y que determina el contenido del Estado se encuentra en el despojo privatizador del subsuelo (especialmente para el extractivismo minero); los recursos marinos, los acuíferos, y los ligados al suelo y la propiedad territorial. Los monopolios en el ámbito de los servicios funcionan de manera especial en las industrias de la electricidad, gas y agua; teléfonos y comunicaciones; gran comercio; servicios financieros: transporte aéreo y autopistas.
Al 2002, la mediana y pequeña burguesía organizaba su propiedad en casi un 20 % en el sector primario; casi un 20 % en la industria manufacturera y la construcción; y un 60 % en servicios. Este sector de la sociedad chilena, hace 7 años, correspondía a 500 mil personas.
En el mismo año, los trabajadores asalariados se dividían en un 14,8 % en el sector primario; un 26, 6 % en la industria manufacturera y construcción; y un 58, 6 % en servicios. Hace 7 años, en total sumaban a más de 3 millones 600 mil personas. Si se estima tendencialmente el movimiento del capital asociado al aumento de la población y la incorporación de mujeres y jóvenes al trabajo, al número anterior es preciso agregarle alrededor de 500 mil asalariados más, de un universo que todavía no llega a los 7 millones de personas. El diferencial se completa con la proliferación de los trabajadores por cuenta propia y la informalidad laboral creciente.

Hacia el 2010, la tendencia del capitalismo en Chile obra concentrando la propiedad, proletarizando formal, pero más informalmente a un gran número de personas provenientes del empleo ampliado de mano de obra femenina y juvenil, cuyo precio promedio de sueldo es ostensiblemente inferior que el de los asalariados hombres por las mismas tareas. Al respecto, la movilidad social en la actualidad no está asociada al ascenso social, sino, por el contrario, a la migración, la precarización de las relaciones contractuales, la flexibilidad laboral y la intensificación de la explotación. En este sentido, vale relevar la ausencia de derechos sociales adecuados, los cuales, simplemente, reproducen las relaciones polares de clase: una minoría tiene educación, salud, vivienda y recreación de “primer mundo”, mientras la inmensa mayoría está condenada a los mismos servicios, pero de “tercer mundo”.

Con un casi un 10 % de cesantía oficial en Chile producto de los efectos de la crisis capitalista, la contracción de la oferta laboral disminuye drásticamente el precio de los salarios; propala el endeudamiento plástico y usurero de las casas comerciales (las cuales han reconocido que ya más de la mitad de sus utilidades provienen de los préstamos caros, más que de la propia venta de mercancía tradicional). La gran mayoría de la gente en Chile no se endeuda para hacerse de mercancías suntuarias, sino para comprar los alimentos básicos en medio de la proliferación de supermercados altamente segmentados socialmente.

La organización del trabajo cada vez más fragmentada; leyes laborales antipopulares y que destruyen las posibilidades de organización sindical en cualquiera de sus formatos posibles (aun en ellos más inofensivos y con nimia capacidad de negociación); el endeudamiento asfixiante, y el control unidimensional de los medios de comunicación de masas (entretención barata que encabeza el panorama recreativo de las grandes mayorías), operan con violencia en el campo de la alienación social fundado en el miedo, el consenso forzado y la resignación.

De este modo, la lucha de clases se expresa soterrada y episódicamente, facilitando el aumento de una verdadera industria delincuencial –con división muy bien organizada de tareas-, conflictos laborales aislados que pocas veces alcanzan el reajuste salarial, multiplicación de psicopatologías ligadas a la incertidumbre, un movimiento popular que no alcanza a revelar sus intereses históricos y que es presa fácil del clientelismo político; la insatisfacción generalizada, el descrédito del debate y hacer en el ámbito público como automovimiento y regulación desde abajo; la desorientación y el subsecuente acuartelamiento en los intereses inmediatos de la sobrevida a escala individual.

Los diagnósticos (donde se incluyen vergonzosamente estas mismas líneas) se multiplican a puerta cerrada, toda vez que se precisa de la construcción simbólica y resignificación –de acuerdo a los tiempos políticos y la propia conciencia popular- de los aspectos convocantes y que ofrezcan sentido contemporáneo a las claves de la emancipación social. Sobre lo último, la asociación entre ética y política es una matriz desde donde enarbolar la edificación del paradigma propio de la liberación de las mayorías.

Ahora mismo, las elecciones presidenciales y parlamentarias del próximo fin de semana han contado con la indiferencia más extendida desde el comienzo de los gobiernos civiles. La competencia entre tres candidatos estratégicamente de la Concertación (más allá del programa del candidato Arrate de la izquierda tradicional, finalmente llamará a votar por Frei en la segunda vuelta) y uno de la derecha convencional, ha provocado una suerte de confusión e indolencia electoral. Lo cierto es que iniciativas políticas anticapitalistas, como el MPT, pronto deben ser capaces de establecer superiores niveles de sintonía popular, superando la reagrupación inicial que lo justifica. Razón y fuerza siempre van de la mano. Y no hay más remedio que apelar al peruano luminoso, reunir y propiciar el movimiento real de los pueblos y los trabajadores territorializados en Chile, y provocar, una vez más, “la creación heroica”, ya no más copia, ya no más calco. Adiós manuales, facilismos y “vías rápidas”. Sólo lucha, inteligencia, disciplina y corazón.

Andrés Figueroa Cornejo
Diciembre 7 de diciembre.

Manuel Castells: Globalización, tecnología, trabajo, empleo y empresa

Posted in Textos de Interes para la formación by formacionmpt on diciembre 6, 2009

Manuel Castells: Globalización, tecnología, trabajo, empleo y empresa

por Manuel Castells, sociólogo

En primer lugar, me centraré en la transformación que se ha producido. La transformación de orden económico y tecnológico. En términos económicos, puede caracterizarse la economía por tres grandes características: es informacional, es global y funciona en red. Vayamos a lo informacional.

Como sabéis en la economía hay dos características fundamentales, son la productividad y la competitividad. La productividad, como ya sabemos, es la unidad de cuántos productos se obtienen por unidad en sumos; y la competitividad es cómo se ganan partes del mercado, no necesariamente a costa de los otros, ya que el mercado se puede ampliar. Eso genera la competitividad positiva y la competitividad negativa (te destruyo a ti para tener más).

De hecho, la historia económica demuestra que la competitividad positiva, que es la ampliación de mercado para casi todo el mundo, suele ser más beneficiosa para todos que la negativa, la del “te tiro por la ventana para quedarme con este trozo de mercado”. Por tanto, para empresas, regiones o países, estas dos variables, -productividad y competitividad-, son las variables centrales de toda economía. Se puede demostrar que los elementos clave hoy día son la capacidad tecnológica y humana de generar, procesar y producir.

La información

Información y conocimiento son las variables decisivas en la productividad y en la competitividad. No quiero decir que el capital no cuente. Si que es importante. Pero con conocimiento y tecnología y sin capital, se puede llegar a generar bastante capital, y sino que se lo pregunten a Bill Gates. En cambio, con capital, pero sin tecnología y conocimiento se pierde ese capital, y sino que se lo pregunten a RCA, por ejemplo, que fue a la quiebra porque no desarrolló la tecnología adecuada en su momento. O a las empresas del automóvil europeas, de las que ya hablaremos después si queréis, pero que están sobreviviendo en base al capital japonés. Si entran de verdad las empresas japonesas en Europa, se acaba Renault, que no tiene capacidad de producir un coche en términos de horas-persona, que son más o menos un 40% más caros que en Toyota. Lo mismo para la competitividad de toda clase. Además, análisis econométricos demuestran que cuanta más tecnología tienen los sectores económicos o las empresas de un país, más partes del mercado dan.

Un ejemplo: Nokia. Estuve hace quince días en Finlandia, y me organizaron una reunión con toda la gente de Nokia, que me contó un poco su historia. Nokia en estos momentos es la segunda productora del mundo de teléfonos móviles y la primera europea, por encima de Alcatel, por encima de Ericson, etc. Nokia era una pequeña empresa, de una pequeña ciudad finlandesa, organizada primero en torno a la madera, que luego fue reconvirtiéndose. Tiene ciento treinta años. En los últimos veinticinco años entendieron que el tema era tecnología electrónica, informática y telecomunicaciones, se metieron a fondo allí y hace quince años dieron el salto para ocuparse totalmente de telefonía móvil. Vendieron, por ejemplo, sus empresas de televisión y sus demás productos e invirtieron todo lo que tenían en hacer una excelente telefonía móvil, y en estos momentos son los número uno.

Los ejemplos reales son muchos, pero es, sobretodo, con los datos de análisis econométricos, que se puede mostrar esta relación con la información: no sólo tecnología, también información. Si la tecnología es buena para procesar la información, pero no tienes buena información, tampoco puedes hacer nada. Información, tecnología, capacidad de gestión y procesamiento: ésta es la base para la creación de productividad y competitividad. Eso es una herramienta de empleo.

En otros momentos de la historia la información tal vez no ha sido muy importante para la economía y para la sociedad. La tecnología siempre ha sido poder absolutamente. Lo que cambia hoy día es que precisamente por el poder de las tecnologías de información, esa importancia se acrecienta. No que la información antes no era importante y ahora si. La información siempre ha sido importante. Pero al existir nuevas tecnologías de información, el grupo de la información tiene un papel más decisivo, ya que se puede procesar, transmitir muy deprisa y con gran flexibilidad.

El mito de la globalización

Segunda característica: es una economía global. Y esto tiene bastantes ambigüedades. Una economía global no es lo mismo que una economía mundial o que una economía fuertemente internacionalizada. Y me explico, porque este es un punto clave. Clave prácticamente, no sólo teóricamente.

La mayor parte de la gente en el mundo no trabaja en empresas globales, ni siquiera en empresas que están relacionadas con procesos globales. Se calcula -no sé si los datos son correctos- que entre el ochenta y el noventa por ciento de la mano de obra mundial trabaja en mercados de trabajo locales, locales entendiendo regionales, ni siquiera en nacionales. Obviamente incluyendo en esto toda la inmensa mano de obra rural en Asia, o Africa, o América Latina. Asia, todavía hoy, es más rural que industrial. Pero incluso en las economías urbanas la mayor parte de gente trabaja en mercados de trabajo locales. Así es en el mundo y también en España.

Aunque la venta en exportaciones es importante, la empresa hace lo esencial en el mercado nacional o regional. Desde ese punto de vista ha habido un mito: el de la globalización. Insisto, no es una economía mundializada, no es el mundo el ámbito de trabajo de la economía y del mercado de trabajo. Lo que ocurre es que las actividades cercadas, nucleares de todas las economías, sí están globalizadas

Por globalizadas entiendo que trabajan como una unidad en tiempo real a nivel planetario, esta es la definición de globalidad. O sea que las actividades económicas centrales, nucleares, de nuestras economías, trabajan como una unidad, en tiempo real, a nivel planetario a través de una red de interconexiones.

Un ejemplo: el mercado de capitales. El mercado de capitales sí está globalizado, pero no está globalizado absolutamente. Es decir, no es que todos los ahorros circulen globalmente cada día, pero están todos conectados todo el día. Acabamos de ver con la crisis asiática que no es que se hundió el yen, es que se hundió el baht tailandés.

Hay que tener en cuenta esto, porque se hunde el baht tailandés y afecta a mis ahorros en La Caixa, a través de una serie de interacciones y de oleadas sucesivas en el tiempo. Esto es nuevo. Que los mercados de capitales estén interconectados es nuevo, porque sólo ahora, en los últimos diez años, se ha creado la infraestructura tecnológica que permite la interconexión instantánea de capitales. Y los ordenadores están ya programados para que cualquier fondo de inversión pueda cambiar de moneda, de acciones a nivel mundial, siguiendo las ocasiones de rentabilidad y huyendo de los momentos de crisis. Esta movilidad global e instantánea del capital es una actividad globalizada, y no es algo secundario que en la economía capitalista el capital esté globalizado.

Información y tecnología

Segundo: la información y la tecnología están globalizadas. Es decir, hoy día hay unos stocks de tecnología, hay unos centros tecnológicos que se compran, se difunden, se transmiten en función de la capacidad de las empresas de ligarse a esos circuitos de tecnología global. No hay una tecnología catalana, una tecnología californiana -hubo tecnología californiana, pero ahora es global, no hay una tecnología japonesa. Hay un mercado de tecnología no siempre transparente, hay momentos de monopolio momentáneo, pero son momentos siempre reducidos, porque quien no sigue andando en esa tecnología, se queda obsoleto. Entonces, hay que abrir la tecnología que se tiene porque si no, no se puede interactuar con otras.

Eso, por cierto, tiene páginas. Es lo que le pasó a la Unión Soviética, que al cerrar su sistema tecnológico y no comunicar con nadie, porque era todo secreto militar, se quedó obsoleta.

La mano de obra más cualificada, no la mano de obra en general, también está globalizada. Es decir, los analistas financieros, los grandes periodistas, los tecnólogos. Esto sí que está globalizado. No necesariamente viven en todo el mundo, pero son mercados de trabajo en que la gente circula en esos niveles.

Los mercados más importantes y más dinámicos están interpenetrados, es decir, la mayor parte de mercados son regionales, pero es fundamental por parte de empresas de otros países la capacidad o no de penetrar en el mercado americano, en el mercado asiático, en el mercado latinoamericano. Es decir que, la estrategia, la situación de empresas en el comercio internacional sí es importante, aunque no sea lo único.

En última instancia, la producción está en parte globalizada en términos de la importancia que tienen empresas multinacionales y sus redes auxiliares de producción en el conjunto del mundo. Pero las empresas multinacionales no emplean tanta gente como parece, “sólo” unos setenta millones de trabajadores en todo el mundo.

En la base global de mano de obra no es mucho setenta millones de personas. Pero estos setenta millones de personas, en términos de valor, de producción de valor, es en torno a un tercio del valor de la producción mundial. Eso son directamente las empresas multinacionales. Con sus empresas y relaciones auxiliares, constituyen el corazón de la producción industrial y de servicios mundial. Esto es la otra cosa que a veces se olvida: -”Pero bueno, la producción industrial.” -”No oiga, pero es que Arthur Andersen son servicios, la publicidad son servicios, es que los medios de comunicación son servicios, etc., y están globalmente globalizados.” Este elemento de la globalización, como núcleos de empresas, hace que aunque la gran parte de la fuerza de trabajo y la gran mayoría de empresas no estén para nada globalizadas, la dinámica, la situación y el funcionamiento de las economías de todos los países dependan de la conexión con este núcleo central, por vínculos sucesivos entre lo que hago o en lo que trabajo y lo que ocurre en ese núcleo central en el país y en el mundo. Ese es el tipo de vinculación.

El funcionamiento en red

La tercera característica es que funciona en red. Y esto es relativamente nuevo: que las redes, son las redes del trabajo. Las redes empresariales es un término antiguo. Lo que ha cambiado con las redes también es la tecnología. Es decir, que la red -poner juntos varios elementos, varias personas, varios trozos de empresa o varias empresas para hacer algo juntos- tiene la ventaja de la flexibilidad, de la adaptación rápida a la demanda: cuando hay una demanda fuerte se organiza la red, cuando no la hay, se disuelve y se usan nuevos recursos.

Pero tiene un gran problema, que es la coordinación. Es un auténtico galimatías coordinar a catorce segmentos distintos de empresas y a muchos cientos de personas con espacios laborales diferentes. Con la nueva tecnología de información puedes tener la flexibilidad de la red y también la coordinación y unidad de proyecto de la decisión con las tareas que hay que realizar. Esto se concreta en la aparición de una nueva forma de actividad económica que llamo la empresa-red y que no son redes de una empresa.

En concreto, funciona así: veamos empíricamente y muy rápidamente lo que ha pasado en el mundo de la empresa en los últimos veinte años. Las grandes empresas se han descentralizado cada vez más, dando autonomía de decisión a departamentos y divisiones en cada mercado, en cada actividad. Por ejemplo, IBM estaba a punto de desaparecer como empresa y lo que hizo fue crear muchas pequeñas empresas. Cada una de ellas recibe autonomía e incluso compiten en ciertos mercados en cierta línea de producto. La empresa IBM sigue siendo la unidad de capital, la unidad jurídica, la unidad de estrategia financiera, pero cada departamento, cada división, cada mercado nacional y cada sucursal, trabaja con una gran autonomía. Por tanto, IBM se convierte en una red de empresas internas más o menos coordinadas entre ellas.

Las pequeñas y medianas empresas de todo el mundo son, con razón, las empresas más dinámicas, las que crean más empleo en todos los países. Claramente. Pero el problema de la pequeña y mediana empresa es que es muy dinámica, que puede hacer innovación, que es generalmente intensiva en el trabajo, pero al mismo tiempo no tiene la masa de recursos, no tiene la capacidad de competir con grandes empresas en los mercados.

¿Qué es lo que está ocurriendo en todo el mundo? y ¿por qué las nuevas pequeñas y medianas empresas son dinámicas? Porque se han constituido en alianzas entre ellas, en cooperativas, en redes, pero no en redes estables. O sea, me pongo de acuerdo contigo para hacer esto este año o este mes y cuando se nos acaba esta orden que nos ha llegado, tú por tu lado y yo por el mío. O incluso la propia empresa desaparece y vuelve a aparecer cuando algo puede funcionar.

Esto es, por ejemplo, el modelo de las famosas empresas de la Emilia-Romaña italiana, del norte y centro de Italia. Funcionan así, son pequeñas y medianas empresas, pero funcionan en red. Algunas de ellas, funcionando así, se han hecho muy importantes, como Benetton.

¿Cómo funciona Benetton? Benetton -como sabéis es una empresa familiar- funciona en base a conceder licencias a cinco mil puntos de venta en el mundo, que tienen sólo dos obligaciones: una, que sólo venden productos Benetton. No puedes comprar nada más en una tienda Benetton. Segundo, que les envían diariamente información on-line de lo que venden. Sobretodo, de una característica fundamental. ¿Cual os parece que puede ser? ¿Qué característica de los productos Benetton tiene que saber ésta al día?: El color que más se vende. ¿Cómo se llama Benetton?: Los colores unidos de Benetton.

El producto Benetton no es un producto nada extraordinario, ropa deportiva, etc. Pero se les ocurrió la idea genial: el color es muy importante. Y el color depende de la moda, de la gente, del país, de cómo está el tiempo. Si eres capaz de reaccionar al color en cuestión de semanas y cambiar la línea de producción para determinados sitios y no para otros en función del color, te comes el mercado. Y una vez que tienes mercado, lo amplias.

La clave del sistema de Benetton es que, por un lado, tienen información on-line, directa al centro coordinador de Benetton, respecto al color y, por otro lado, economía informal a tope. La producción real de Benetton se hace en Turquía, en el sur de Italia, generalmente mujeres en su casa y en pequeños talleres, con lo cual pueden responder muy fácilmente porque tienen la oferta de trabajo siempre allí. En cuanto llega una nueva demanda: “¡Cambien el color!”. Y cambian el color, con máquinas bastante avanzadas, pero con trabajo informal y descomunal. Por consiguiente, Benetton es una red de puesta de servicio del diseño central, los puntos de venta, la fabricación de economía informal. Eso es una red.

Pequeñas y medianas empresas funcionando en red han estado en la base del trabajo empírico que realicé, en parte, sobre Hong Kong. Ahora ya no, pero todo el desarrollo industrial de Hong Kong y Taiwan se basó en esto, en pequeñas y medianas empresas funcionando en red.

También están las grandes empresas que necesitan, obviamente, sus subsidiarios. Toyota tiene como quince mil empresas de subcontratistas. Éstas grandes empresas, que son una red interna, están conectadas a redes de pequeñas y medias empresas, por tanto es una red de redes. Y ya para complicar más el tema, pero vaya, es una cosa que desde vuestra práctica profesional lo conocéis perfectamente, son -en los últimos diez años es lo que se ha impuesto cómo práctica- las llamadas “alianzas estratégicas” entre grandes empresas, que no son los oligopolios tradicionales.

Pongamos un ejemplo concreto: IBM, Toshiba y Siemens se pusieron de acuerdo hace cuatro años para producir un chip de telecomunicaciones para el mercado alemán. En ese proyecto cada uno pone su gente, sus trozos de empresa, su capital, su tecnología. Y el proyecto operativo de esa empresa es ese chip, para ese mercado y en ese momento. Pero eso no quiere decir que Toshiba, Siemens o IBM se unan o tengan una alianza para diez años. No, porque el mismo día, a la misma hora y en otro sitio se están pegando. Pero para ese producto son aliados. Acaban ese producto y ya tienen el mercado. Se deshacen y a otra cosa.

Por tanto es una geometría variable. Es otra red que, como habíamos visto, es una red de redes, pues es un proyecto concreto que se constituye en torno a una red que utiliza las redes que cada uno tenía.

Esto tiene consecuencias bastante importantes, porque quiere decir que, si bien la unidad de acumulación de capital y acumulación a nivel jurídico -y en consecuencia de las acciones- es una empresa y por tanto sigue siendo una empresa, la unidad operativa real en la economía es una red, y es la red la que emplea, contrata, da órdenes y desemplea. Al ser un elemento de geometría variable, cambia de forma, de componentes, y la fuerza de trabajo cambia de tipo también. Cada vez más, estas redes tienen un núcleo de trabajo estable y una amplia periferia de trabajo inestable que se conecta y desconecta a la red según lo van necesitando las empresas.

El nuevo tipo de trabajo

Ahí tenemos el nuevo tipo de economía y el nuevo tipo de trabajo. Empezaremos por el trabajo y luego hablaremos del empleo.

El nuevo tipo de trabajo se caracteriza, cada vez más, por una separación fundamental entre dos tipos de trabajo -para traducir las ideas a lo esencial-. Uno, es lo que llamo el trabajo autoprogramable y, otro, lo que llamo trabajo genérico.

El trabajo autoprogramable es el que desarrolla aquel trabajador que tiene una capacidad instalada en él o ella de poder tener la posibilidad de redefinir sus capacidades conforme va cambiando la tecnología y conforme cambia a un nuevo puesto de trabajo. En estos momentos lo que la gente aprende, no sólo en bachillerato, sino en la formación profesional, o en sus primeros años de vida profesional, queda obsoleto rápidamente, tanto desde el punto de vista de tecnologías que se aprenden, como desde el punto de vista de qué tipo de empresa, qué tipo de gestión, qué tipo de mercado se toca.

Se calcula que, en estos momentos, una persona que empiece su vida profesional ahora, a lo largo de su vida cambiará, no de puesto de trabajo, sino de profesión, más o menos cuatro veces. Lo cual quiere decir que aquellas personas que sean capaces de redefinir lo que tienen que hacer, volver a aprender, volver a entrar en saber cómo hacer las nuevas tareas, nunca se quedarán obsoletas. Esto no es una simple cuestión de cualificación.

Aquí hay que diferenciar entre el nivel de educación y las cualificaciones. Las cualificaciones específicas, por ejemplo, lo que hacen las escuelas profesionales, incluso las mejores, las alemanas. Hoy día desaparece la cualificación rápidamente si sólo saben eso, si sólo saben lo que les enseña la empresa para lo que la empresa quiere.

Por ejemplo. En los años sesenta, cuando realicé mis estudios universitarios, aprendí a programar, sabía programar Fortrand 4 y Basic. Ahora no me sirve de nada. Afortunadamente los ordenadores son más fáciles de manejar mediante otras cosas. Lo que aprendí en informática, con un gran esfuerzo porque no era informático para nada, no me sirve absolutamente de nada, ni siquiera la lógica, porque la lógica es distinta, es una lógica en red, y no analógica matemática como la que se enseñaba en aquellos momentos.

Lo que importa, más que unas cualificaciones, es una capacidad general educativa de cultura general, de capacidad de asociación, de saber cuáles son las cualificaciones que necesitas para las tareas que tienes que hacer, dónde buscarlas, cómo aprenderlas y cómo aplicarlas. Para entendernos, un nivel intelectual general, lo cual implica toda una redefinición del sistema de educación: la capacidad social de hacer pasarelas entre el trabajo y la educación.

Junto a eso hay, lo que llamo un trabajo genérico -para provocar un poco con un término-, que es la gente que simplemente tiene sus capacidades humanas con un nivel de educación más o menos básico; que simplemente recibe instrucciones y ejecuta órdenes y que incluso no le dejan hacer más que eso.

Este tipo de trabajo es el trabajo que efectivamente puede ser eliminado fácilmente en función de una alternativa desde el punto de vista del trabajo, desde el punto de vista de la empresa. Este trabajo genérico coexiste con máquinas y coexiste con trabajo genérico en otros países, es el mismo mercado de trabajo. O sea, una empresa puede tener la opción: “O empleo a esta persona, o utilizo una máquina en lugar de esta persona, o traigo este producto producido por un obrero tailandés que me cuesta diez veces menos”. En esa relación es donde hay una reducción de las capacidades de la fuerza de trabajo de este tipo, genérica, que pierde capacidad de negociación. Para entendernos, pierde valor.

Eso no quiere decir que puedan ser eliminados, pero es simplemente una relación de coste y beneficio, de cuanto trabajo genérico me hace falta en comparación con una máquina; en comparación con trabajo globalizado. O, qué combinación óptima de estos tres elementos me sirve. Ninguna empresa puede hacer un cálculo tan ajustado, pero lo hace el mercado por la empresa. Es decir, las empresas que más o menos intuitivamente encuentran la combinación óptima avanzan, y las que no, se hunden. Eso sería un poco esa división fundamental, que no es una división social, sino tecnológica, y por tanto no es una fatalidad. Se puede actuar sobre ella.

El impacto en el empleo

Aquí entraríamos en qué impactos sobre el empleo -sobre la creación de trabajo, en general- tiene este tipo de organización.

Una cuestión en la que soy bastante duro en todas mis investigaciones en España, por razones en el fondo políticas, es que las nuevas tecnologías y este nuevo sistema como tal, no produce paro. Las nuevas tecnologías no producen paro. En Europa hay una visión absolutamente equivocada, empíricamente equivocada. Que haya un paro estructural por razones tecnológicas, no es una cuestión de opinión.

Primero, observando los datos empíricos, lo que encuentro es que esta visión parece muy progresista, pero en el fondo es muy reaccionaria, porque quiere decir que la tecnología es un fenómeno natural y que nadie más tiene la culpa. Que los culpables no son las empresas, ni los trabajadores, ni los gobiernos. Que no es culpable la Unión Europea. Que nadie es culpable de nada. Simplemente hay un fenómeno natural llamado tecnología que llega y nos quita el trabajo. Tal planteamiento es absolutamente reaccionario, porque pretende hacer una catástrofe natural de lo que es un fenómeno social, que, como tal, puede gestionarse de forma diferente.

Empíricamente, la mayor parte de estudios que se han hecho -y han sido muchísimos- sobre la relación entre tecnología y pérdida de empleo, muestran que no hay relación.

Tampoco es cierto, como dicen los tecnócratas, que, por definición, las nuevas tecnologías crean más empleo. No es así. Depende. Depende de qué tecnología, de qué puesto de trabajo, de qué formación, de qué políticas de la empresa, de qué políticas del gobierno. Depende de todos esos factores. Para entendernos, el resultado final de millones de estudios empíricos es que no hay relación por sí misma entre tecnología y empleo. Depende de muchas otras cosas. Hay, pues, que actuar sobre las otras cosas, porque la tecnología es indispensable para lo que decíamos anteriormente.

Ahora bien, si se suma todo lo que estamos viendo -el más, el menos, el depende aquí, el depende allá- para saber si destruye empleo o no destruye empleo, el resultado global final, es que no. En último término el empleo aumenta, no disminuye.

Primero, está aumentado en el mundo. Ha habido un aumento extraordinario de empleo en el mundo en los últimos veinticinco años. Entre otras cosas porque la mujer -que ha estado siempre incorporada al trabajo, pero no al trabajo remunerado- ha entrado a nivel mundial en masa en el trabajo remunerado, no sólo asalariado, sino cómo pequeña empresaria también. Y ha absorbido el mercado de trabajo.

Segundo, el empleo industrial. Los datos de la OIT demuestran que en los últimos veinticinco años ha aumentado el 72%. Setenta y dos por ciento más de empleo industrial. Ha disminuido en términos absolutos en los países de la OCDE, simplemente porque el empleo se hace en la industria, pero en otro sitio. Se hace en China, se hace en Brasil, se hace en el sudeste asiático, se hace en Méjico. Y hay una reconversión.

Por cierto, la cuestión de que desaparece el empleo industrial en gran parte es un artefacto estadístico, porque llamamos servicios a cosas que son industria. A mi que me cuenten por qué el software no es una industria o por qué la producción de programas de vídeo o de televisión no es una industria, etc. O sea, cuando haces un diseño para un automóvil en la fábrica, en una empresa de automóviles, es industria, y cuando lo haces en una consultora, no es industria.

Las categorías sociales se polarizan

Uno de los grandes problemas que tenemos en estos momentos es que las categorías estadísticas con las que trabajamos son obsoletas, no son adecuadas a un sistema en que la información es central. Por tanto, todo lo que es información, pero que puede ser perfectamente industrial en el sentido tradicional del término, sigue creando empleo.

Sobre empleo en general, hay mucha más tecnología en producción y mucha más difusión de la tecnología en el conjunto de la sociedad americana y japonesa que en la Unión Europea, y sin embargo, EEUU y Japón son las sociedades -hablando de modelos diferentes, por cierto- que tienen el menor nivel de paro.

El nivel de paro en Japón está en torno al 3,4% y en EEUU al 4,9% en la última estadística. El nivel más bajo de los últimos veinte años.

La gente dice que el problema es que muchos tienen empleo, pero de vendedores de hamburguesas. Si tomamos las estadísticas americanas, haciendo un cálculo muy concreto que es dividir en tres niveles (salarios altos, medios y bajos) y ver qué proporción de los trabajadores está en cada uno de esos tres niveles en el año sesenta y en el año noventa y cinco, son los dos puntos de inflexión, no hay datos más recientes sobre ese tema.

En el año sesenta, el nivel alto de salarios incluía el 24% de la población americana y en el año noventa y cinco el 34%. El nivel de salario bajo comprendía el 30% en el sesenta, y en el noventa y cinco el 32%. También se incrementa, pero menos.

Lo que se hunde es el centro. Lo que hay es una polarización social, pero, sobretodo, aumento de nivel. Esto no quiere decir que la gente haya mejorado mucho, porque tu puedes estar en el tercio alto, pero cobrar menos que cobrabas, en términos reales treinta años antes y en realidad, excepto el 5% más elevado de la población de trabajo de EEUU, el resto ha perdido en valores reales.

Lo que quiero decir es que una cosa son los niveles de remuneración y estándares de vida, y otra cosa es si se crean o no puestos de trabajo de alto nivel o de bajo. La respuesta es que se crean proporcionalmente muchos más de alto nivel. No son los vendedores de hamburguesas, son los informáticos, son los analistas financieros los que más han crecido en términos de la masa del trabajo. Pero en términos relativos, desde luego, porque en términos absolutos pueden ser el 300% y ser cuatro.

Insisto en ese tema porque, os lo digo con toda sinceridad, estoy muy alarmado del crédito que se le ha dado en Europa a cosas como el libro de Jeremy Rifkin, eso del fin del trabajo, prologado por Michel Rocard, defendido por socialistas europeos. No todos.

El libro de Jeremy Rifkin, que se llama “El fin del trabajo”, en EEUU nadie lo considera serio, ni en los medios académicos ni en los medios sindicales. Sin embargo, en Europa se le ha dado una gran importancia.

Tiene dos características, primero que no da ni un sólo dato. Hay que tener cara dura para decir que se acaba el trabajo y no dar ni un dato. Lo que da son recortes de prensa diciendo que tal empresa ha cerrado y ha echado a tantos. Hombre, pues sí, pero cabe matizar cuántos abren, qué otra empresa se crea, etc. Segundo, que proclama la idea de que se acaba el trabajo, que el trabajo lo destruye la tecnología y, por tanto, que hay que hacer otro modelo de sociedad.

Puedo estar de acuerdo y lo estoy, en que hay que hacer otro modelo de sociedad, pero no porque la tecnología destruye el trabajo, sino porque la tecnología nos permite trabajar menos y producir más. Esto lo ligo a un elemento que es un poco más propositivo, pero para ya entrar en la discusión.

El objetivo de las 35 horas

Muchas veces, en Europa, se liga a esta discusión el tema de las treinta y cinco horas. También estoy preocupado por esto, porque creo que el objetivo de las treinta y cinco horas es muy positivo como elemento de cambio de modelo de vida y como reivindicación social de los trabajadores. Pero en el sentido de que es una tendencia histórica. Desde hace cien años, la tecnología nos permite trabajar menos, producir más y vivir mejor. Esa es la tendencia histórica y hay que continuarla, porque el tiempo libre forma parte de la calidad de vida y de los derechos del trabajador. Pero no porque la tecnología destruya empleo y nos obligue a las treinta y cinco horas para repartir entre los demás el trabajo que queda. Ese argumento, en el fondo es muy peligroso, porque no va a funcionar así, porque no se crea empleo reduciendo el tiempo de trabajo.

Si se reduce el tiempo de trabajo la empresa tiene otras alternativas que no pasan necesariamente por crear empleo. Por ejemplo, aumentar la productividad, introducir nuevas máquinas, comprar productos en los mercados exteriores. Y depende.

Si se plantea como una solución al problema del paro, va a fracasar, porque las empresas van a estar en contra y ,además, no va a funcionar en términos de creación de empleo.

Hay quienes dicen: “Tampoco lo creo, más bien va a dañar el empleo”. La patronal francesa ha hecho una gran ofensiva en estos momentos, pues piensa que esto destruye el empleo más que crearlo. Creo que también es exagerado, creo que es interesado. Pero, en lugar de plantearlo como una política de creación de empleo, hay que plantearlo como una política de mejora de las condiciones de vida de la gente, es decir, que cuando la gente trabaje menos pueda trabajar con el mismo salario.

¿Qué ocurre con este impacto tecnología-nueva economía en el empleo? ¿No tiene efectos? Pues sí, tiene muchísimos y muy importantes, pero no la creación de paro en sí. Hay paro, hay un nivel de paro muy importante en Europa Occidental, en Europa Oriental y en Europa Central por cuestiones macroeconómicas o institucionales. No por cuestiones ligadas a la tecnología.

En cambio, lo que sí hay son impactos muy importantes sobre el tipo de trabajo, el tipo de relaciones laborales derivados de este nuevo modelo, que es el modelo que está difundido a nivel mundial. Es, sobre todo, la flexibilidad estructuralmente determinada de la fuerza de trabajo y de la relación trabajador-empresa. Todos los argumentos que os he presentado antes apuntan hacia lo mismo, al hecho de que las empresas tienen la capacidad y la necesidad, a través de la competitividad, de emplear trabajadores de distintas formas, en distintos tiempos, con distintas situaciones laborales.

Esta flexibilidad extrema, que permite la tecnología, impone las condiciones constantemente cambiantes de unos mercados globalizados por vínculos sucesivos. Por tanto, lo que sí se está produciendo es el proceso que llamo de individualización de la relación entre trabajador y empresa y de la individualización del trabajo.

La revolución industrial consistió en sacar campesinos de sus campos y artesanos de sus talleres y hacer de ellos trabajadores asalariados en la gran empresa, en las grandes corporaciones, etc. Incluso hay una vieja frase marxista que dice: “El capitalismo organiza a la clase obrera”. Creo que es un poco mecánica, pero bueno, responde al hecho de que el capitalismo acababa produciendo.

En estos momentos el capitalismo desorganiza a la clase obrera. Es decir, es el proceso inverso, desde el punto de vista estructural. Eso no quiere decir que sea una inevitabilidad, pero si miramos los datos, lo que está produciéndose es un cambio sustancial de las relaciones laborales en todos los países. Por ejemplo, estudios hechos con un colega de Stanford, Martin Carnoy, que se han publicado ahora en la OCDE, sobre lo que llamamos la “flexibilidad sostenible”, en que, primero, presentamos los datos de transformación del mercado laboral.

Si definimos el trabajo estándar como el trabajo de un trabajador con contrato indefinido a tiempo completo en una empresa o en una administración y que tiene, más o menos, una trayectoria profesional previsible. Si utilizamos tal definición como modelo estándar de organización y trabajo, nos equivocamos. En estos momentos en el Reino Unido, la cuna de la Revolución Industrial, el 52% de la fuerza laboral no corresponde a este modelo, corresponde a trabajos a tiempo parcial, trabajadores temporales y autónomos. En estos momentos casi el 20% de la fuerza laboral en el Reino Unido son autónomos y en Italia el 25%. Hay una explosión del trabajo autónomo, todos consultores de todos. En Francia en este momento el trabajo no estándar es, más o menos, el 35% (por no estándar añado todo esto, que no es el modelo antes expuesto). En EEUU es casi el 40%.

Holanda, es el país modelo de creación de empleo, en este momento en la Unión Europea. Ya sabéis que el tema de Holanda es que es trabajo a tiempo parcial, y que lo que ha habido es una entrada masiva de mujeres en el mercado del trabajo holandés. Ha subido la fuerza laboral, pero en base a trabajo a tiempo parcial. En EEUU la mayor empresa es Manpower, la empresa de trabajo temporal que emplea un millón de personas. Un millón de trabajadores trabajan en Manpower, pero no trabajan, sino que alquilan su mano de obra. En España las cosas son más complicadas, pero como sabéis la inmensa mayoría de contratos que se hacen en España son contratos no de carácter indefinido. Los de carácter indefinido son menos del 10%. Y, en Cataluña un dato que me pareció bastante significativo, es que el año pasado, por primera vez, se crearon más puestos de trabajo autónomos que asalariados. En Cataluña, que es la comunidad más dinámica de España en estos momentos.

Esta es la verdad razonable, aquí sí que hay un pacto decisivo que va en el sentido del nuevo tipo de economía, del nuevo tipo de tecnología y que realmente transforma las relaciones laborales. Esto tiene dos caras, o tres caras, si queréis.

La nueva relación laboral

Por un lado, y desde el punto de vista de eficiencia, de productividad y de competitividad de las empresas, incrementa esta gran flexibilidad, incrementa productividad, permite una asignación más racional de recursos, permite desarrollar una capacidad de intervención en el mercado de forma más estratégica. Es decir, hay todas las ventajas de la flexibilidad.

Ahora bien, esto tiene tres caras. El fenómeno, por un lado, incrementa la flexibilidad, incrementa la eficacia de las empresas, permite reciclar constantemente fuerza de trabajo, pero tiene tres grandes problemas.

El primero es un problema propiamente desde el punto de vista de la empresa, que es la contradicción, si no se soluciona, entre productividad y flexibilidad en un sistema de trabajo precario. Y es lo siguiente: la OIT me pidió hace dos años un informe sobre esto, se lo hice, se discutieron en asambleas de la OIT, provocó una gran discusión porque lo que planteaba era muy sencillo, pero muy devastador para las empresas, no sólo para los trabajadores. Es lo siguiente. Gran parte de la productividad de la fuerza de trabajo depende, en primer lugar, de la información y del procesamiento de la información y, segundo, de la capacidad del trabajador, de su conocimiento específico de la empresa y de los procesos de la empresa.

En esto hay un especialista japonés, Nonaka, que ha hecho grandes estudios empíricos que muestran que gran parte de la productividad de las empresas japonesas depende de lo que él llama el conocimiento no explícito, que es el conocimiento que tiene un trabajador de qué pasa en la empresa, de qué pasa en un proceso de trabajo, de qué pasa en una cadena de montaje.

Los famosos grupos de calidad y los de trabajo en equipo consisten en eso, en que los trabajadores se reúnen y hacen explícito el conocimiento implícito que el trabajador tiene de la empresa.

Por tanto, hay algo que es más que la tecnología, que es la capacidad de adaptarse a un proceso, que se obtiene por eso que hemos llamado la experiencia de la empresa. Eso requiere algo, requiere una condición social de que el trabajador tenga interés en comunicar ese conocimiento dentro de la empresa. Si el trabajo es precario, si su conocimiento es su capital, ese conocimiento se lo guarda y lo va dando poco a poco en distintas empresas y de distinta forma.

Por un lado, pierde conocimiento específico si cambia de empresa, por otro lado, el capital profesional que va adquiriendo, que es suyo y que no es simplemente un nivel tecnológico, sino una experiencia, se lo va guardando como moneda de negociación para las próximas relaciones laborales.

Por tanto, baja la productividad de cualquier trabajador, y estudios empíricos lo demuestran: a menor implicación y menor duración en la empresa, menor productividad. Por consiguiente, hay una contradicción entre flexibilidad y productividad.

Segundo problema, ya a nivel no de empresa, sino de la sociedad en general. La capacidad de individualización de la fuerza de trabajo hace que los trabajadores puedan tener una relación muy individualizada, en función de sus características con su empleador, o con su contratante, cuando son consultores o autónomos. Aquellos trabajadores con altas cualificaciones y poder de mercado pueden incluso salir mejor, pero todos aquellos que no tienen un poder individual del mercado, al ser individuos, e individuos genéricos, reemplazables o no por máquinas o por trabajo importado de otras partes, pierden capacidad de negociación, porque “si no quieres tú, mira la cola que tengo”. Esto está en la base del fenómeno de incremento de desigualdad social y de incremento de polarización. Polarización es que los ricos son más ricos y los pobres son más pobres. Desigualdad es que hay más desigualdad, aunque a lo mejor todo el mundo podría ser más rico. Están produciéndose a nivel mundial los dos fenómenos: mayor desigualdad y mayor polarización.

La individualización del trabajo

Tercero, el tema también fundamental es que con una fragmentación de las empresas en redes y con una individualización creciente del trabajo y de los trabajadores la capacidad de diferenciación de la fuerza de trabajo es tal que la capacidad de agregación de las relaciones laborales disminuye, tanto por parte de los sindicatos, como las relaciones entre sindicatos y empresas. Para entendernos, es muy difícil mantener la agregación de la fuerza de trabajo a nivel de negociación colectiva cuando la negociación se individualiza. Con lo cual se está produciendo en todos los países una fuerte baja de afiliación sindical y además, ha habido, como sabéis, operaciones ya directamente políticas de disminuir el poder sindical en todos los países.

Aparte de que uno esté afiliado o no a un sindicato, esto plantea dos grandes problemas: uno, que se socava una de las instituciones centrales del pacto social y del consenso social y político de nuestras sociedades, que es un sistema de relaciones industriales estable, conflictivo, y que siempre tiene que ser conflictivo, pero a partir del sistema de instituciones, de acuerdos, etc. Dos, que no solamente se socava la relación sindicatos-trabajadores, sino que se socava las bases financieras y organizativas del Estado de bienestar, porque en la medida en que la relación del trabajador a la empresa es individual y las cotizaciones de seguridad social son individuales, hay una relación cada vez más distante entre la cotización de ese trabajador y el sistema general de seguridad social: “¿Por qué si tengo mucho más salario que tú voy a recibir las mismas prestaciones?” Es decir, la diferenciación de situaciones laborales y de salarios repercute en la diferenciación de contribuciones a la seguridad social que, en cambio, va a responder con un sistema bastante homogéneo de prestaciones. Y ahí se empiezan a aborrecer las solidaridades.

No hay más que ver lo que está pasando. Acabo de volver de Finlandia, de los Países Escandinavos donde las clases medias y medias-altas dicen: “No, no, nosotros no queremos contribuir de esta forma”. Empieza a haber toda forma de fraude, a hacerse autónomos y luego contratar por la empresa para escapar de la cotización a la seguridad social general, con lo cual lo que era un movimiento desde la producción de individualización de la relación laboral, se amplia con un movimiento desde la financiación de las cargas sociales de la gente más privilegiada. Para entendernos, se busca sistemas individualizados de cotización, que quiere decir autonomía de la relación laboral. Con lo cual, el conjunto del beneficio de las relaciones industriales y del Estado de bienestar entra en crisis potencial, no solo de financiación, sino de solidaridad social. Resultado: efectos negativos sobre los trabajadores y las relaciones industriales. Absolutamente.

Hacia un nuevo Contrato Social

No son los efectos del paro masivo. Son este tipo de efectos que, en mi opinión obligan a una redefinición de las relaciones laborales. Redefinición en la que, en mi opinión, no sólo están interesados sindicatos y trabajadores, sino la sociedad en general, porque donde estamos yendo no es únicamente a la pobreza, como se dice de EEUU, y a la exclusión social. Ese me parece un buen argumento, pero al 80% de la población le da igual. EEUU admite: “-¿Cómo la gente puede vivir con un 20% de excluidos de la sociedad?” “-Bueno, porque esos no votan, no hacen nada y el 80% está en la otra dinámica”. Las cosas son así de duras.

Pero hay algo general en términos de impacto, que es el conjunto de instituciones que permiten la convivencia social y no una sociedad de individuos en competitividad y agresividad constante los unos contra los otros.

A través de esa disolución, lo que perdemos son las instituciones de agregación social y pasamos a una sociedad formada por redes de individuos, lo cual implica toda clase de cosas. Este es un poco el tipo de tratamiento que podríamos discutir.

Personalmente, estoy preocupado por intentar encontrar fórmulas de reconstitución del tejido social, de reorganización de un Contrato Social, etc., pero prefiero que hablemos juntos para intentar darle al problema una solución. Aunque tenemos un problema. Los datos están ahí y los podemos ampliar.

Manuel Castells
Profesor de investigación en el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (CSIC) de Barcelona.

Su último libro: “La Era de la Información”. Alianza Editorial 1997-1998.
Este artículo es el primer capítulo del libro “La transformación del trabajo”,  de la colección “Los libros de La Factoría”.

POSTAL DE CHILE A FINES DE 2009

Posted in Documentos de Trabajo de la Comisión by formacionmpt on diciembre 2, 2009

POSTAL DE CHILE A FINES DE 2009

1. En el call center del Banco Santander de la capital chilena, trabajan 300 telefonistas. Ellas atienden a los eventuales clientes de la empresa por un salario que nunca supera los $ 250 mil pesos (poco más de 500 dólares en un territorio donde ese monto equivale a la mensualidad de las carreras baratas de las universidades privadas y “públicas”). Si contactan a un cliente que quiere hacerse de algún instrumento crediticio, lo derivan a la fuerza de venta de la empresa. Más allá de las pésimas condiciones laborales en las que se desempeñan, las telefonistas son la primera línea de “enganche” para los consumidores. Por ello obtienen un número que mensualmente va a una tómbola donde, si la fortuna es su amiga, pueden llegar a “ganar” una taza para el café, lápices, un cojín o una entrada al cine.

2. Según el críptico Instituto Nacional de Estadísticas, durante el trimestre móvil agosto-octubre, el desempleo cayó a 9, 7 %, el menor del año, en virtud de crecimiento del trabajo informal y por cuenta propia, y a costa de la destrucción de 130 mil trabajos con contrato, es decir, con algún beneficio en materia de estabilidad, previsión y salud. El crecimiento de 6,1% en los trabajadores por cuenta propia significó empleo para 90.140 personas. Del total, 50.870 son hombres y 39.270 mujeres. Este empleo, estructuralmente precario, aumentó en sectores como la construcción (23.120); industria manufacturera (20.160); comercio (19.710); transporte, almacenaje y comunicaciones (11.910) y servicios comunales, sociales y personales (9.480). En agricultura, caza y pesca el aumento fue de 3.550. El gobierno central explicó el fenómeno a través de la dotación de recursos (crédito) a los denominados “micro empresarios” y a la facultad “emprendedora” de la gente. La desaparición de puestos de trabajo asalariado afectó sólo a los hombres, con una caída de 5%. Las mujeres en Chile obtienen por el mismo trabajo realizado por los hombres, un tercio menos de remuneraciones, por lo cual se justifica desde el capital plenamente la preferencia por la fuerza laboral femenina. En rigor, el gobierno de la Concertación (en abierto período de descomposición y emergencia de su recomposición por medio de su ampliación hacia la izquierda tradicional) procura capear la cesantía provocada por los efectos de la crisis capitalista en el país, a través de pésimos y baratos empleos. A ojos de la componenda en el Ejecutivo, ello postergaría el disgusto social creciente y su organización peligrosa.  Y, por extensión, atraería inversionistas y serían la base de las buenas notas de las calificadoras de riesgo internacionales, y el cumplimiento de la aspiración del pronto ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

3. Detrás de la mercancía está el trabajo; detrás del trabajo, las relaciones sociales de producción, la lucha de clases y, en último término, la propiedad privada de los medios de reproducción de la vida. La contrarrevolución capitalista que comenzó con la dictadura militar y se mantiene hasta  hoy, transformó, primero por el terror y ahora por la represión y la alienación (asociada al fetiche de la mercancía de manera ampliada y totalizante), a amplios sectores de pueblo para sí, conocedor y luchador de sus intereses históricos, hasta convertirlos en clientes y sujetos de consumo. Aspectos ligados a los programas sociales de gobierno (estratégicamente contenedores de la organización popular y promotores de la proletarización de la marginalidad social) y de su discurso público dominante hablan hoy de “construcción de ciudadanía”, en el sentido de promover la creación de sectores de trabajadores y pueblo como “sujetos de derecho”. La fraseología de los representantes políticos de los propietarios únicamente oscurece la intención  de formar una masa de, en el mejor de los casos, “consumidores críticos”. El discurso de la participación ciudadana tiene más de asistencialismo social, clientelismo político a corto plazo, funcionalismo económico, multiplicación de los cuentapropistas y comunidad medianamente informada de los acotados beneficios sociales destinados a las franjas más pobres del país. La ilusión del Estado de bienestar –que, en buenas cuentas, jamás ha existido en Chile en propiedad- opera tras objetivos de disciplinamiento social para gloria de los intereses del bloque en el poder y Estado corporativo reinante. Al respecto, el actual –y al borde de los 40 años-  patrón de acumulación capitalista persiste, en el marco general de la división internacional del trabajo organizado por el imperialismo y su hegemonía planetaria, en sostener su tasa de utilidades sobre la privatización absoluta de la antigua propiedad social (incluyendo el despojo de los recursos naturales como el agua, el aire, el borde costero, los espacios públicos, etc.),la precarización de las relación contractuales de los trabajadores, la deslocalización productiva, y la perpetuación de la condición extractivista de  bienes naturales y energéticos de Chile. Así, la característica fundamental de la burguesía nacional, dependiente de los polos mandantes del capital transnacional y la hegemonía de sus fracciones aliadas financiera y explotadora de commodities, es el rentismo, es decir el arriendo o venta de la tierra rica en productos minerales, silvícolas y agrarios, asociada a la especulación financiera; el comercio minorista; la desindustrialización y el comercio exterior en condiciones asimétricas. La propiedad del cobre, la madera, la agroindustria, la banca y la expansión del retail, y sus puestos clave en el movimiento del capital en Chile, encuentra allí su determinación. Asimismo, la burguesía dependiente y transnacionalizada de Chile, en su propia constitución histórica, ofrece esos contenidos y no otros, al Estado.

Andrés Figueroa Cornejo

Diciembre 1 de 2009

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La obra es una incitación a abrir las alas del pensamiento

Posted in Documentos de Trabajo de la Comisión, Textos de Interes para la formación by formacionmpt on noviembre 30, 2009
Prólogo al libro Marx en su (tercer) mundo de Néstor Kohan
La obra es una incitación a abrir las alas del pensamiento
[Este libro tuvo tres ediciones: argentina, cubana y colombiana. El presente prólogo se agrega a la cuarta edición. Fue especialmente redactado para la edición venezolana que se encuentra en proceso de edición]

Estudiar Marx en su (tercer) mundo de Néstor Kohan es liberar el alma del ergástulo del fatalismo ortodoxo, de los manuales y recetas para construir mundos al final de los siglos, sociedades en lontananza a las que se puede llegar sólo después de transitar una larga ruta con estaciones obligadas; es liberarnos del pesado lastre de la metafísica materialista del DIAMAT y del HISMAT para darle curso a los ingenios y destellos de la impaciencia por un mundo mejor.

La obra es una incitación a abrir las alas del pensamiento en medio de una tormenta para que sea arrastrado por el ímpetu revolucionario, una provocación a la subversión no solamente del orden establecido, sino del pensamiento encadenado a esquemas, forzándolo a la lucha, a la praxis, por los cambios que anhelamos, con inventivas y proyecciones certeras.

El marxismo no es la estatua inexpresiva del barbudo de Tréveris pincelada de grises degradados por la pátina del tiempo. La filosofía de la praxis es un pensamiento vivo en permanente regeneración. Es un edificio en construcción que aún no termina, que incorpora insumos y experiencias extraídas de las luchas de los pueblos, de la filosofía, de la ciencia, de la política… siempre en ascenso hacia las cumbres de la dignidad humana. Es el vuelo del pensamiento hacia un horizonte de múltiples caminos, de posibilidades, hacia el destino de humanidad que nos desvela. Una teoría que guía el choque contra la opresión y que de éste deriva al mismo tiempo su vitalidad.

Un pensamiento desconectado de la praxis, de la política, que no moviliza pueblos, es un pensamiento muerto, sin signos vitales. No sirve. Y lo que no sirve para liberar no es revolucionario. Los destellos de oropel de ciertas teorías como el postmodernismo, el postestructuralismo y el pragmatismo, son como telarañas extendidas para atrapar y enredar incautos. Sólo aquellas que sirven a la libertad son invencibles. Y así es la de Marx, una teoría, un pensamiento para liberar pueblos, para edificar sociedades nuevas y humanas con la constelación de opciones que ofrece el universo de la dialéctica.

El marxismo es una filosofía de la praxis y una teoría de la historia. Un arma para la lucha como la espada y el fusil, como las alianzas políticas y la movilización de pueblos. Esa teoría debe marchar en la vanguardia de las luchas.

A Marx hay que tomarlo en su integridad. No lo dividamos en joven y viejo. El Marx autocrítico a partir de los años 60 es el mismo de sus periodos iniciales, con la pasión de Goethe y de Shakespeare, con la nueva visión surgida de la lucha, el de la categoría del mercado que proyecta al capitalismo como un sistema mundial que destruye esa odiosa frontera entre metrópoli y periferia. Que al no justificar la opresión imperial o colonial en aras del progreso de las fuerzas productivas, reivindica a la humanidad. Ése es el Marx que queremos. El de la filosofía viva, no coagulada, el que le responde a Vera Zasulich que no hay fatalidad histórica; el Marx que nos presenta Kohan con una pluralidad de líneas alternativas de desarrollo en sus manos haciéndonos ver las posibilidades de construcción en el tercer mundo de un socialismo no colonizado.

Reconocer que en el corpus teórico marxista hubo discontinuidades y rupturas para adecuarlo a las nuevas circunstancias, no es revisionismo como todavía vociferan algunos torquemadas disfrazados de marxistas, que quedaron acostumbrados a señalar con el dedo de la inquisición, quién debía ser arrojado a la hoguera del pensamiento momificado. A pesar de su enorme creación, la modestia de Marx llegó a decir, “yo solo sé que no soy marxista”; más exactamente: tout ce que je sais, c’est que je ne suis pas marxiste”, como le respondió a los marxistas franceses; que es como afirmar, no me encasillen, no me reduzcan. Marx se negaba así a que lo transfiguraran en suministrador de recetas infalibles y verdades eternas.

“La filosofía del marxismo ya no puede ser concebida solamente como un materialismo dialéctico, pues su problema fundamental no es ni nunca ha sido ontológico -apunta Kohan. En realidad es una filosofía de la praxis que aborda los problemas fundamentales de la filosofía y la política –sobre todo de la política que es lo que más nos interesa- en relación con la actividad práctica humana que pasa a tener la primacía desde un punto de vista antropológico”.

Es sencillamente extraordinaria su disertación sobre el legado de Lenin, que reúne en un manojo filosofía y política, que habla de ejercer la hegemonía, que dinamiza la lucha de clases al colocar en sus manos el arma de las alianzas… Que le da subjetividad al campesinado, que no teme incorporar soldados a la lucha popular. Que le otorga trascendental importancia al papel de la subjetividad, a la acción y a la conciencia. Lenin, a quien podemos llamar el hombre de la praxis, tuvo la genialidad, sin desestimar la teoría, de priorizar el levantamiento insurreccional al congreso de partido. Era la hora de la insurrección, no de discutir si el capitalismo había alcanzado o no el grado de desarrollo que permitiera dar el paso a unas nuevas relaciones sociales. Lo imperativo y crucial era lanzar sobre el Palacio de Invierno a las masas de obreros y campesinos, determinar el flanco de la acción de los soldados que combatían al lado del pueblo y establecer el momento en que el Crucero Aurora debía disparar el cañonazo que indicara el comienzo de la insurrección para que todo el poder pasara a los soviets.

Hay interdependencia entre objetividad y subjetividad.

Kohan nos invita a repensar la filosofía del marxismo desde abajo y con los de abajo. No solo desde la academia y la intelectualidad, sino desde la práctica política, desde la lucha en todas sus modalidades. A comprender desde el marxismo y desde este hemisferio, la realidad de Nuestra América. A construir desde el pensamiento latinoamericano y caribeño, con Mariátegui, Ingenieros, el Che, Ponce, Martí, y Bolívar –agregamos nosotros-, y también Manuel -que pregonaba que la lucha armada generaba conciencia-, con lo mejor del pensamiento autóctono, una visión para la lucha, para destronar la oligarquía con una concepción, un movimiento con un norte, y con ansia irrefrenable de poder.

El intento de Kohan de sistematizar el pensamiento latinoamericano es un laudable esfuerzo y aporte tangible a la causa de nuestra redención.

Ni calco ni copia…, de acuerdo. Debemos ir por el camino de nuestros propios pensamientos y proyectos, manufacturados, amalgamados con nuestras realidades y costumbres, y nuestra historia de lucha. Porque tenemos historia. Aquí también hay un edificio en construcción. La hora de América está llegando. Inventamos o erramos, como dice el maestro Simón Rodríguez, quien nos instruye a través de sus enseñanzas al Libertador. Usted formó mi corazón –le escribió Bolívar- para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso

Definitivamente Marx en Nuestra América no puede ser sin Bolívar, aunque aquel hubiese tenido una lectura precaria y equivocada de su gesta y del significado de su apasionada lucha, que hoy prosigue. Marx y Bolívar juntos constituyen en América Latina una potencia demoledora contra la opresión.

Arrojando los dogmas al incendio del olvido debemos reconocer que Bolívar es un poliedro de espejos que destella luces en todas las direcciones de la rosa de los vientos: Guerrero y Libertador. Creador de Estados sobre la base de la soberanía del pueblo. Impulsor de la formación en este hemisferio de una Gran Nación de Repúblicas que blindara nuestro destino. Precursor del antiimperialismo. Apóstol de la unidad. Quijote de la igualdad. Defensor de los indígenas, destructor de las cadenas de la esclavitud. Sólo la democracia –decía- es susceptible de la más absoluta libertad. “Yo antepongo siempre la comunidad a los individuos. Las minas de cualquier clase corresponden a la república. El primer deber del gobierno es dar educación al pueblo”… Ahí están las semillas del socialismo regadas en el surco abierto del corazón de América.

Por su proyecto político y social, de redención y libertad de los pobres del mundo, por su empeño de formar a toda costa una gran patria latinoamericana, Bolívar fue asesinado, mandado a matar, por el gobierno de Washington en una conspiración que involucró a las oligarquías de Bogotá, Lima y Caracas. Antes de él habían sido descuartizados por la corona opresora, Amaru y Katari, también Galán el comunero, y había ofrendado su vida, peleando, el gran Lautaro. Millares murieron por nuestra independencia. Su sacrificio es la base de la nueva sociedad que construiremos; el fuego que impulsa la vindicta de los pueblos.

Una creación heroica debe ser el socialismo latinoamericano…Un socialismo asentado en nuestros valores. Nuestra América-Abya Ayala es un pueblo con historia. La noche latinoamericana tiene aurora y debemos salir a su encuentro. Los estrategas de nuestro destino, nuestros pensadores, fueron al mismo tiempo libertadores. Combatientes de la praxis. Eran palabra y espada, y lanza, al mismo tiempo. Bolívar creó a Colombia, que es unidad de pueblos y primer paso de la unidad continental, antes de que existiera liberada. La estructuró, le dio leyes y luego salió a formarla con su espada en los campos de batalla en Boyacá y en Carabobo. Era la impetuosidad. Nunca concibió la independencia y la libertad, aisladas de la revolución social, y de la unidad. Un bloque de pueblos libres constituido en equilibrio del universo, fue su sueño y será nuestro destino.

De este empeño, contrariando la santa alianza de los tronos opresores, decía Goethe de Bolívar que, “la reunión anfictiónica de Panamá con el propósito de formar una santa alianza de libertad, halagaba su espíritu de ciudadano del mundo y de patriota”.

No hay vida fuera de la lucha. Es un derecho inalienable luchar por un mundo mejor. Frente al imperio sólo tenemos un deber: combatirlo. “No teníamos más armas para hacer frente al enemigo que nuestros brazos, nuestros pechos, nuestros caballos y nuestras lanzas”, apuntaba Bolívar. Pero hoy tenemos el arma de la unidad, y la fuerza del ejemplo, el espíritu y la decisión de nuestros libertadores.

Como dice Kohan, ahora tenemos otro enemigo más mortal que el coloniaje físico: el coloniaje espiritual, que engaña y desmoviliza. Contra él tenemos que concentrar toda nuestra energía colectiva. Reventando esas cadenas, será más fácil construir el nuevo mundo.

Marx en su (tercer) mundo. Hacia un socialismo no colonizado, debe ser abordado releyendo nuestra historia. Con la certeza de que nunca fuimos definitivamente derrotados, me atrevo a sugerir un estudio detenido del capítulo décimo, reforzando su final con las siguientes palabras de Bolívar: “Si disponemos de una mayoría, empleémosla. Si no, no transijamos, pero defendamos el terreno con las armas en la mano y dejemos que nos derroten; la derrota permite la recuperación, en tanto que capitulando… se pierde el derecho de la propia defensa. Victoria absoluta o nada, Esa es mi bandera”.

El autor del prólogo es Integrante del Secretariado de las FARC-EPRebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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La OTAN de Kosovo a Afganistán: guerras sin fronteras

Posted in Documentos de Trabajo de la Comisión, V. Situación militar: by formacionmpt on noviembre 30, 2009

Conferencia organizada en Niza el 12 de noviembre de 2009 por Les Amis du Monde diplomatique y el Comité Valmy

Diseminadas por todo el mundo, hay 761 bases estadounidenses, entre ellas la gigantesca de Bondsteel en Kosovo, desgajado de Serbia ilegalmente mediante la guerra, con la decisiva ayuda de los imperialistas euro-atlánticos.

Base estadounidense de Bondsteel en Kosovo

Hace veinte años, el final de la Guerra Fría debería dar haber dado paso a una era de paz. Sin embargo, desde hace diez años, la OTAN está en guerra: primero en Kosovo, hoy en Afganistán. ¿Por qué, en lugar de la paz, lo que ha vuelto es la guerra?

Quiero exponer algunas ideas que, a mi juicio son evidencias, pero unas evidencias que no forman parte del discurso oficial difundido por los medios de comunicación.

1. El objetivo principal de la guerra desatada en 1999 por la OTAN contra Yugoslavia- la conocida como guerra de Kosovo- era salvar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte dándole la nueva misión de llevar la guerra a lugares y por motivos decididos exclusivamente por ella misma. (Un objetivo secundario fue liberar a Serbia de un líder considerado poco dispuesto a seguir el modelo económico neoliberal, pero dejo de lado este aspecto del problema, que hubiera podido abordarse por otros medios diferentes a la guerra, si bien es cierto que los bombardeos aceleraron la privatización de unas industrias atacadas de forma tan expeditiva.)

2.El objetivo se alcanzó con la aprobación de los aliados europeos de la OTAN de su nueva estrategia, que preconiza la posibilidad de intervenir militarmente en cualquier lugar del mundo bajo cualquier pretexto- véase la lista de la “amenazas” a las que tiene que enfrentarse.

3.Este cambio de política estratégica, de tan graves implicaciones, se ha llevado a cabo sin el menor debate democrático en los parlamentos europeos o de otros países del mundo. Se ha realizado de forma burocrática, amparada en una espesa pantalla de humo emocional- se podría decir, de gases lacrimógenos- basada en la necesidad de salvar a las gentes de amenazas inexistentes, inventadas precisamente para justificar una intervención que servía a los intereses tanto de Estados Unidos como de los separatistas albaneses de Kosovo. En otras palabras, la nueva política de guerra sin fronteras se decidió casi a puerta cerrada, y se presentó a la opinión pública como una gran empresa humanitaria llena de generosa abnegación, sin precedente en la historia de la humanidad.

Por ello, la “guerra de Kosovo” sigue siendo celebrada, especialmente en Estados Unidos, como prueba de que la guerra no es el peor de los males a evitar, sino el mejor de los medios para hacer el Bien.

4.Tras los atentados criminales contra las Torres del World Trade Center el 11 de septiembre de 2001, los aliados europeos de Estados Unidos aceptaron sin protestar la interpretación más que dudosa dada por el gobierno Bush-Cheney, según la cual los atentados constituían un “acto de guerra”. Todavía presos de la conmoción emocional- “todos somos estadounidenses”- los hombres y las mujeres de la política europea no se movilizaron para poner de relieve que se trataba más bien de atentados criminales, internacionales quizás, pero perpetrados por individuos o grupos, no por un Estado, y que exigían lógicamente una respuesta policial y no la guerra. En lugar de ayudar a los estadounidenses aportándoles una dosis del sentido común, del que era evidente carecían sus dirigentes, los dirigentes europeos recurrieron por vez primera al artículo 5 de la OTAN para acompañar a los agredidos en la guerra contra los fantasmas en Afganistán. Y ahí siguen…

5.Todo lo anterior es la prueba de la ausencia casi total en Europa de debate político, e incluso de reflexión, sobre los asuntos fundamentales relativos a la seguridad, la guerra y la paz. Y menos aún sobre el derecho internacional.

6.La sexta propuesta, es sin duda la más esencial y la más controvertida. Esta lamentable carencia moral e intelectual de Europa, que camina hacia el desastre, se debe, sobre todo, a una razón: la denominada “construcción europea”. Pero ahora quiero volver a la secuencia de los hechos que nos llevaron desde el impulso “humanitario” de Kosovo al cenagal sangriento de Afganistán.

Europa y Yugoslavia

Es habitual responsabilizar a Europa por su pasividad en el asunto yugoslavo. Pero este reproche toma la mayoría de las veces la forma de una lamento según el cual Europa hubiera debido intervenir militarmente para salvar a las víctimas-bosnias por supuesto. Lo que no constituye un análisis sino una explotación moralizante de una de las partes- los musulmanes de Bosnia-, de una tragedia en la que ellos tuvieron el mayor número de víctimas pero en la que sus dirigentes políticos (en especial el señor Izetbegovic) tuvieron parte de culpa. En este lamento sin auténtico análisis, la pasividad de Europa se ha atribuido la mayoría de las veces a su “cobardía” colectiva, e incluso por algunos, a su supuesto racismo anti-musulmán. Racismo que es cierto que existe por doquier, pero las razones de la inoperancia europea en el caso yugoslavo son otras.

Querría ofrecer aquí otra interpretación de aquel fracaso. Una interpretación más compleja y menos moralizadora.

Ya en los años 1980, Yugoslavia se hundía en una crisis económica y política. El endeudamiento del gobierno central, como consecuencia de las crisis petroleras y de las manipulaciones del dólar, favorecía el impulso separatista de las repúblicas más ricas: Eslovenia y Croacia. La auto-gestión socialista, paradójicamente, contribuía al movimiento centrífugo. Sin embargo, el sentimiento unitario era, probablemente, todavía mayoritario. Era el momento en que precisamente una política europea de ampliación hubiera podido impedir el desastre. Al fin y al cabo, Yugoslavia, situada entre Grecia e Italia, y donde el sistema socialista era más libre y próspero que en el resto del bloque soviético, y que estaba evolucionando hacia una mayor democracia de estilo occidental, era lógicamente la candidata más adecuada para la adhesión a la Comunidad europea.

Algunas voces aisladas señalaban esta evidencia, pero no fueron escuchadas. A principios de los años 1990, ese fue el drama. No me es posible contar toda la historia aquí, pero se encuentra en mi libro “La Croisade des fous” [La cruzada de los locos](1). En resumen, en 1991 había dos mundos paralelos que se enfrentaron de forma lamentable. Por una parte, estaba el mundo yugoslavo, donde las repúblicas- así se denominaba a los componentes de la federación yugoslava- eslovena y croata elegían la secesión, apoyadas por Alemania. Y en el ámbito de la construcción europea, el gobierno francés, en particular, se encontraba absorto en el intento de convencer al gobierno alemán para que disolviera su preciado marco alemán en una nueva moneda europea, que serviría de aglutinante para la transformación de la Comunidad Europea en Unión Europea. El resultado es conocido. Aunque al principio ningún otro miembro de la Comunidad quiso imitar a Alemania en el reconocimiento de las secesiones unilaterales de Eslovenia y Croacia, cuando Francia, en plenas negociaciones con Alemania sobre la moneda europea, cedió ante las secesiones yugoslavas, toda la Comunidad la acompañó en una decisión que violaba el principio de inviolabilidad de las fronteras y conducía inevitablemente a la guerra civil.

Sé que todo esto resulta un poco complicado, pero quiero subrayar un aspecto que es relativamente sutil pero esencial. Debido a la sacrosanta “construcción europea”, la Comunidad europea se alineó con la posición alemana no compartida al principio por ningún otro Estado miembro. No analizaron seriamente los verdaderos motivos de esta decisión, ni su justificación, ni sus previstas consecuencias. En su lugar, adoptaron una versión moralizante y unilateral de un conflicto complejo que servía sobre todo para disculpar su violación de los usos habituales: El no- reconocimiento de las secesiones unilaterales. Pero ello tuvo como consecuencia el exponerlos a las acusaciones moralizantes de no haber hecho suficiente para “salvar a las víctimas”. Porque una vez admitida una visión maniquea, se impuso una solución maniquea. Europa, una vez metida en el embrollo, intentó hacer compatible su discurso maniqueo, que atribuía toda la culpabilidad al “nacionalismo serbio”, con los intentos de encontrar una solución negociada, lo que era contradictorio y estaba abocado al fracaso.

Imaginemos, por el contrario, que los Estados miembros se hubieran comportado como Estados independientes sin sentirse constreñidos por la “construcción europea”. Alemania, sin duda, hubiera apoyado a sus clientes históricos, los separatistas eslovenos y croatas, pero habría tenido que escuchar otros puntos de vista. Porque Francia y Gran Bretaña, acompañadas sin duda por otros, hubieran tenido en cuenta los intereses de sus aliados también tradicionales, los serbios. Lo que no quiere decir que se hubiera vuelto a reproducir la Primera Guerra Mundial. Nadie está tan loco. Pero hubiera sido posible reconocer, por unos y otros, que existían verdaderos conflictos no sólo de intereses sino de interpretaciones jurídicas en lo relativo a las fronteras entre repúblicas, a las minorías, etc. Al examinar el problema yugoslavo de esta forma, en lugar de considerarlo como un conflicto entre el Bien y el Mal, las potencias europeas hubieran podido promover la mediación y la negociación para evitar lo peor.

Lo que quiero poner de relieve es que uno de los dogmas de la construcción europea es que el acuerdo entre los Estados miembros es un bien tan valorado en sí mismo que el contenido de cualquier acuerdo es secundario. Se celebra estar de acuerdo, cualesquiera que sean la calidad y las consecuencias de ese acuerdo. Se deja de pensar. Y el acuerdo se consigue, o se justifica con más facilidad si se recurre a un tópico moral: sobre todo, el de los “derechos humanos”.

La “construcción europea “ se parece al “proceso de paz” de Oriente Próximo en cuanto supone de espejismo de un futuro inalcanzable que paraliza el presente y sirve de excusa para todo.

Querría indicar que, en el caso yugoslavo, Estados Unidos no apoyaba tampoco las secesiones unilaterales de Eslovenia y Croacia. El gobierno de Bush padre se inclinaba por dejar el problema a los europeos. Por eso es demasiado fácil responsabilizar a Estados Unidos. Pero ante la incuria europea, y muy susceptibles ellos mismos a las interpretaciones maniqueas, el gobierno Clinton aprovechó la ocasión para explotar el conflicto yugoslavo de acuerdo con sus intereses, es decir, la reafirmación del papel dirigente de Estados Unidos en Europa, la revitalización de la OTAN y el ofrecimiento a los musulmanes de unas pocas migajas emocionales para compensar su apoyo incondicional a Israel.

La OTAN y las amenazas

La evolución experimentada en las últimas dos décadas plantea la cuestión de la gallina y el huevo. O dicho de otra manera, ¿es la ideología la que impulsa a actuar o es lo contrario? Visto lo que acabo de exponer en relación con Yugoslavia, me sentiría tentada a inclinarme por lo último, al menos parcialmente. O más bien, en ausencia de una reflexión rigurosa y franca, es fácil implicarse en aventuras nefastas impulsadas por la dialéctica entre ideología y burocracia.

Mi segundo tema es el papel de la OTAN en el mundo, y de Europa en el seno de la OTAN.

A través de la OTAN, la mayoría de los países de la Unión Europea han participado ya en dos guerras de agresión, o cuando menos en una, y se están preparando para otras. Y todo ello sin un verdadero debate, sin una estrategia pública. A la espera de llegar a la construcción europea, hoy la UE real sigue como una sonámbula la vía bélica que le marca Estados Unidos.

Este estado de inconsciencia se mantiene gracias al mito, cada vez más infantil con el paso del tiempo, que es como una senilidad: el mito de los Estados Unidos protectores, poderosos y generosos, como último recurso para salvar a Europa de todo, y en especial de sí misma. Se puede objetar que ya no se cree en ese mito, pero se actúa siempre como si se creyera en él. Que se lo crean o no- y yo no puedo saberlo- la mayoría de los dirigentes europeos no dudan en contar pamplinas a sus ciudadanos, como las siguientes:

Estados Unidos quieren situar su escudo anti misiles en Europa para defender a los europeos de los ataques iraníes.

La guerra en Afganistán es necesaria para evitar los atentados terroristas en Europa.

Francia ha vuelto al mando integrado de la OTAN para influenciar a Estados Unidos.

Somos la Comunidad Internacional, el mundo civilizado, y nos implicamos en la defensa de los derechos humanos, etc.

Los europeos aceptan la “jerga” de la OTAN. Así, para designar los múltiples pretextos para la guerra, se utiliza la palabra “amenazas”. Un país o una región que se pretende atacar, forzosamente se convierte en “zona estratégica”. Y cualquier agresión, es naturalmente un acto de “defensa”.

Se trata, pues, de una ideología que va a remolque de la burocracia pero que se convierte en una fuerza extremadamente peligrosa.

Trataré de explicarlo.

La OTAN, por encima de todo, es una burocracia pesada, sostenida por intereses económicos y otros diversos. En su base se encuentra el complejo de la industria militar estadounidense (denominado así por Eisenhower en 1961, pero que debería incluir al Congreso en su denominación, porque la industria militar está sostenida políticamente por los intereses económicos localizados en casi todas las circunscripciones electorales del país, defendidas encarnizadamente por sus representantes en el Congreso a la hora de aprobar el presupuesto.) Desde hace cincuenta años, este complejo constituye la base de la economía estadounidense- un keynesianismo militar que evita la existencia de otro de carácter social que beneficiaría a la población pero que se rechaza debido a un anti-socialismo dogmático.

Hace veinte años, en el momento de la “caída del Muro”, es decir, del desmoronamiento del bloque soviético, en su adversario se producía un movimiento de pánico. ¿Qué iba a ocurrir sin la “amenaza” que daba vida a la economía? La respuesta era fácil: encontrar otras amenazas. Y para seleccionarlas estaban los “gabinetes de ideas”, esos almacenes de ideas financiados generosamente por el sector privado para ofrecer al sector público- es decir, al Pentágono y a sus representantes en el Congreso y en el Gobierno- las razones de ser y de actuar que necesiten.

Sabemos lo que sigue. Con Reagan se señaló al terrorismo; con Bush padre a Saddam Hussein, seguido del nacionalismo serbio y de las violaciones de los derechos humanos; más tarde de nuevo el terrorismo, y ahora hay una auténtica explosión de “amenazas” a las que la “Comunidad Internacional”, es decir la OTAN, debe responder.

Veamos una relación no exhaustiva:

– el sabotaje cibernético
– el cambio climático
– el terrorismo
– las violaciones de los derechos humanos
– el genocidio
– el tráfico de drogas
– los Estados fallidos
– la piratería
– la subida de los niveles del mar
– la escasez de agua
– la desertización
– las migraciones
– la probable disminución de la producción agraria
– la diversificación de las fuentes de energía

(Fuentes: OTAN; Conferencia celebrada el 1 de octubre de 2009, organizada conjuntamente por la OTAN y la Lloyd’s de Londres- considerada la compañía líder mundial del mercado de seguros.)

Hay que señalar que la respuesta prevista para todas estas amenazas, es forzosamente militar y no diplomática. A veces se juega a la diplomacia pero habida cuenta de que se es el más fuerte militarmente, en Washington se inclinan rápidamente por la solución bélica de todos los problemas.

Todas estas amenazas son necesarias para justificar la expansión burocrática del complejo industrial-militar y de su brazo armado, la OTAN. Y la única ideología que puede unirlos no es un sistema de pensamiento sino una emoción: el miedo. El miedo al otro, el miedo a lo desconocido, el miedo a lo que sea. Y para este miedo la única respuesta es la militar. Es un miedo que aniquila la diplomacia, que anula la reflexión y el debate, que devora cualquier pensamiento.

La encarnación de este miedo agresivo es el Estado de Israel. Y occidente, en lugar de apaciguar el miedo israelí, lo asume e interioriza.

La amenaza tradicional: Rusia

Sin embargo, existe una amenaza que no se encuentra en larga lista oficial, pero podría ser la más peligrosa de todas, en particular para Europa. Aunque se habla poco de ella, ocupa un lugar de honor en las actividades frenéticas de la Alianza Atlántica: Rusia. Rusia, o mejor dicho, la Unión Soviética era el enemigo contra el que se había organizado todo, y bueno, todo sigue igual. Se trata de la amenaza tradicional, o sigue siéndolo por inercia burocrática

Cada vez más, la OTAN se implica en rodear estratégicamente a Rusia, por el oeste, por el sur y por el norte del país. Por el oeste, en especial, todos los antiguos miembros del extinto Pacto de Varsovia se han incorporado a la OTAN, al igual que los Estados bálticos que formaron parte de la propia Unión Soviética. Y algunos de estos nuevos socios piden a grito pelado el estacionamiento de más fuerzas estadounidenses en previsión de un eventual conflicto con Rusia.

Hace unos días, el ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radek Sikorski, pedía en Washington el despliegue de soldados estadounidenses en su país para “servir de escudo contra la “agresión” rusa”. Lo hizo en una conferencia, organizada por el gabinete de ideas Center for Strategic and International Studies (CSIS), sobre “Estados Unidos y Europa central” para conmemorar la caída del muro de Berlín. Característico de lo que el ex ministro estadounidense de la guerra, Donald Rumsfeld denominó “la nueva Europa”, es que Sikorski tuviera la nacionalidad británica desde 1984 (entonces tenía 21 años); hiciera sus estudios en Oxford y se casara con una periodista estadounidense. Él mismo trabajó como corresponsal para varios periódicos y televisiones americanas. Antes de convertirse en ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Sikorski pasó varios años ( de 2002 a 2005) en Washington, en los gabinetes de ideas American Enterprise Institue, vivero de los neo-conservadores, y en la New Atlantic Initiative, de la que fue director ejecutivo. Este polaco pertenece, pues, a ese grupo muy especial de estrategas originarios de Centroeuropa, quienes desde el inicio de la Guerra Fría en 1948, han influido considerablemente en la política exterior estadounidense. Uno de los más relevantes entre ellos, también polaco, Zbigniew Brzezinski, habló en la misma conferencia de las “aspiraciones imperiales” de Rusia, de sus amenazas a Georgia y Ucrania y de su intención de convertirse en “una potencia imperialista mundial”.

Se ha olvidado en gran medida que Rusia voluntaria y pacíficamente había dejado marchar a esos Estados que hoy se sienten “amenazados”. Y todavía más relegado al olvido es el hecho de que Estados Unidos, el 9 de febrero de 1990, durante las negociaciones relativas al futuro de los dos Estados alemanes, había garantizado a Gorbachev que si la Alemania unificada se integraba en la OTAN, “no habría ninguna ampliación de las fuerzas de la OTAN ni un centímetro más el este”. Y cuando Gorvachev insistió en el tema precisando que “cualquier ampliación de la zona OTAN sería inaceptable”, el secretario de Estado estadounidense, James Baker, le contestó: “Estoy completamente de acuerdo”.

Una vez seguro, Gorbachev aceptó que la Alemania reunificada se incorporara a la OTAN creyendo- ingenuamente- que las cosas se pararían allí, y que la OTAN impediría eficazmente cualquier “revanchismo” alemán. Pero, sólo un año después, el gobierno de la Alemania reunificada vivó el fuego de los rescoldos balcánicos al apoyar las secesiones eslovena y croata…

Pero volvamos al presente. La movilización contra la supuesta “amenaza” rusa no se queda sólo en palabras. Mientras Sikorski epataba a sus antiguos colegas de los gabinetes de ideas de Washington, los militares se ponían en marcha.

En octubre, barcos de guerra estadounidenses llegaron directamente de maniobras a las costas escocesas para participar en ejercicios militares con las armadas polaca y bálticas. Algo que formaba parte de lo que el portavoz de la marina estadounidense describía como su “presencia continuada” en el mar Báltico, cerca de San Petersburgo. En aquella ocasión, los responsables de los países bálticos hablaron de “ las nuevas amenazas tras la invasión rusa de Georgia” y de ejercicios navales de gran envergadura que se llevarían a cabo el verano próximo. Al mismo tiempo, se prevé el aumento de los presupuestos militares: 60.000 millones de euros en Polonia para mejorar sus fuerzas armadas.

Es importante resaltar que esta actividad en el mar Báltico sirve también para que los países escandinavos, Suecia y Finlandia (neutrales históricamente) se incorporen oficiosamente a los ejercicios y planes estratégicos de la OTAN. Los países escandinavos, junto con Canadá, tendrán un protagonismo en la carrera para apoderarse de las reservas minerales que, tras el deshielo del casquete polar, serán accesibles. Ya existen maniobras en preparación para esta eventualidad, y con ellas el cerco de Rusia sigue por el norte.

Hoy, no contentos con haber absorbido Polonia, Chequia, Eslovaquia, Hungría y Bulgaria, los dirigentes estadounidenses, vigorosamente apoyados por la “nueva Europa”, insisten en la necesidad de incorporar a la Alianza, denominada “Atlántica”, los dos vecinos más próximos de Rusia: Georgia y Ucrania.

En estos dos casos, se produce una peligrosa posibilidad de una guerra real con Rusia… especialmente en Ucrania.

Ucrania es una enorme “Krajina” yugoslava… palabras ambas que significan “fronteras” en la lengua eslava… divididas las dos entre ortodoxos y católicos ( en el caso de Ucrania, unionistas), con el agravante de la gran base naval rusa de Sebastopol, situada en una Crimea de población mayoritaria rusa… reclamada por los actuales dirigentes ucranianos que la transferirían con sumo gusto a Estados Unidos. Lo que la sitúa como lugar ideal para desatar la Tercera Guerra Mundial- que sin duda sería la verdadera “guerra final”.(2)

Los dirigentes bálticos están allí para interpretar la inquietud rusa ante esta expansión de la OTAN como prueba de la “amenaza rusa”. Así, el pasado julio, en una “carta abierta dirigida al gobierno Obama desde Europa central y oriental”, Lech Walesa, Vaclav Havel, Alexander Kwasniewski, Valdas Adamkus y Vaira Vike-Freiberga declaraban que “Rusia ha vuelto como potencia revisionista que trata de seguir un programa del siglo XIX con las tácticas y los métodos del siglo XXI”. El peligro, según ellos, es lo que califican de “intimidación latente” y de “influencia propagandística”de Rusia que podría a largo plazo llevar “de hecho a la neutralización de la zona”.

Ante esto, se podría preguntar ¿qué hay de malo en ello? Pero el mal está en el pasado y el pasado influye en el presente. Estos americanófilos siguen: “Nuestra región sufrió cuando Estados Unidos se plegó al ‘realismo’ en Yalta… y si en los años 1990 hubiera prevalecido un punto de vista ‘realista’, hoy no estaríamos en la OTAN…”. Pero ellos están dentro y reclaman “un renacimiento de la OTAN” que debe “asegurar su función esencial de defensa colectiva el mismo tiempo que nos adaptamos a las nuevas amenazas del siglo XXI”. Y añaden, con tono amenazante, que su “capacidad de participación en las expediciones lejanas está relacionada con su seguridad en su territorio”.

Georgia está allí para señalar el peligro que representan esos países pequeños dispuestos a arrastrar a la Alianza Atlántica en sus conflictos de fronteras con Rusia. Pero lo que resulta muy curioso es el hecho de que estos dirigentes especialmente belicosos de los pequeños países del este, con frecuencia han pasado años en Estados Unidos trabajando en instituciones próximas al poder e incluso tienen la doble nacionalidad. Son patriotas de su pequeño país que se sienten protegidos por la única superpotencia del mundo, lo que puede ocasionar una agresividad particularmente irresponsable. El presidente Mikheil Saakashvili(3), que en agosto de 2008 no dudó en provocar una guerra con Rusia, fue becario del Departamento de Estado norteamericano durante los años 90, y se graduó en las universidades de Columbia y de George Washington, en la capital.

Entre los firmantes de la carta mencionada, hay que destacar que Valdas Adamku es en esencia un estadounidense inmigrado de Lituania en los años 40, que prestó servicios en el espionaje militar estadounidense y en la Administración Reagan, que le condecoró, y que se retiró a Lituania en 1997… para ser elegido inmediatamente presidente de ese Estado en 1998, puesto en el que ha permanecido hasta el pasado mes de julio. La trayectoria de Vaira Vike-Freiberga es parecida: perteneciente a una familia de huyó de Letonia a Alemania en 1945, hizo carrera en Canadá antes de volver a Letonia justo a tiempo de ser elegida presidenta de la República entre 1999 y 2007.

La construcción europea contra el mundo

Al asumir estos temores, que en su origen son invenciones para justificar la militarización, los Estados miembros de la Unión Europea se enfrentan al resto del mundo. Un resto del mundo constituido en fuente inagotable de “amenazas”. La rendición incondicional de Europa ante la burocracia militar-industrial y su ideología del miedo se ha confirmado recientemente con la vuelta de Francia al mando integrado de la OTAN. Una de las razones de esta capitulación es la psicología del propio presidente Sarkozy, en el que la adoración por los aspectos más triviales de Estados Unidos quedó reflejada en su vergonzoso discurso ante el Congreso estadounidense en noviembre de 2007.

Otra de las causas, menos evidente pero más fundamental, es la reciente ampliación de la Unión Europea. La rápida adhesión de todos los antiguos países satélites de Europa oriental, y de las antiguas repúblicas soviéticas de Estonia, Letonia y Lituania, ha cambiado de forma radical el equilibrio de poder en el seno de la propia UE. Los países fundadores, Francia, Alemania, Italia y el Benelux, ya no pueden dirigir la Unión con una política exterior y de seguridad común. Tras el rechazo de Francia y Alemania a la invasión de Iraq, Donald Rumsfeld desacreditó a ambos países como parte de la “vieja Europa” y se ufanó de la voluntad de la “nueva Europa” en seguir el ejemplo de Estados Unidos. Gran Bretaña por occidente, y los “nuevos” satélites europeos por el este, se sienten más unidos política y emocionalmente a Estados Unidos que con la Unión Europea, que les ha acogido, les ha aportado una considerable ayuda económica para el desarrollo, y les ha concedido el derecho de veto en asuntos políticos trascendentales.

Es cierto que, incluso fuera del mando integrado de la OTAN, la independencia de Francia sólo era relativa. Francia acompañó a Estados Unidos en la primera guerra del Golfo- el presidente François Mitterand esperaba vanamente con ello ganar influencia en Washington, tradicional espejismo que atrae a los aliados a incorporarse a las dudosas actuaciones de Estados Unidos. Francia se unió a la OTAN en 1999 en la guerra contra Yugoslavia, a pesar de las enormes dudas existentes en los más altos niveles. Pero en 2003, el presidente Jacques Chirac y su ministro de Asuntos Exteriores, Domenique de Villepin mostraron realmente su independencia al rechazar la invasión de Iraq. Todo el mundo reconoció que la postura francesa facilitó que Alemania hiciera lo mismo. Y Bélgica las siguió.

El discurso de Villepin, pronunciado el 14 de febrero de 2003 ante el Consejo de Seguridad de la ONU, dando prioridad al desarme y la paz frente a la guerra, recibió una poco habitual “larga ovación”. El discurso de Villepin se hizo inmensamente popular en el mundo entero y acrecentó enormemente el prestigio de Francia, en especial en el mundo árabe. Pero, de vuelta a París, la enemistad personal entre Sarkozy y Villepin llegó a convertirse en odio visceral y la persecución de Villepin por el oscuro asunto Clearstream(4) representa el fin de la última veleidad de independencia política de Francia aplastada por una avalancha de lodo vengativo.

¿Quién habla hoy en nombre de Francia? Oficialmente, Bernard Kouchner, profeta de la intervención humanitaria que estuvo de acuerdo con la invasión de Iraq. Oficiosamente, los denominados “neo-conservadores”, a los que deberíamos calificar mejor de “sionistas imperialistas” ( habida cuenta de que su auténtico programa es un nuevo imperialismo agresivo y occidental en cuyo seno Israel encontraría su lugar adecuado.)

El 22 de septiembre de 2009, el Guardian de Londres publicaba una carta en la que se pedía que Europa tomara partido por Georgia en el conflicto de Ossetia del Sur. Firmada por Vacas Havel, Valdas Adamkus, Mart Laa, Vytautas Landsbergis, Otto de Habsburgo, Daniel Cohn Bendit, Timothy Garton Ash, André Glusksmann, Mark Leonard, Bernard-Henri Lévy, Adam Michnik y Josep Ramoneda, en la carta se expresaban los habituales tópicos pretenciosos sobre las “lecciones de la Historia”, para justificar la utilización de la fuerza militar occidental, y por supuesto: Munich, el pacto Ribbentrop-Molotov y el muro de Berlín. Los firmantes pedían a los 27 dirigentes democráticos de Europa “que definieran una estrategia pro-activa para ayudar a Georgia a recuperar de forma pacífica su integridad territorial y conseguir la retirada de las fuerzas rusas situadas ilegítimamente en territorio georgiano…”.

Durante este periodo, los aliados de la OTAN siguen matando y muriendo en Afganistán. Y habría que preguntarse cuál es el verdadero objetivo de esta guerra que, inicialmente, fue la captura y castigo de Osama Bin Laden.

Existe otro objetivo secreto igualmente válido, cualquiera que sea la salida de este conflicto: Afganistán sirve para fraguar un ejército internacional que vigile la “globalización” a la americana. Europa, por encima de todo es una “caja de herramientas” a la que Estados Unidos puede recurrir para proseguir lo que es en esencia un proyecto de conquista del planeta. O, como se expresa oficialmente, el “buen gobierno” de un mundo “globalizado”.

Los “sionistas imperialistas” son conscientes de este objetivo y lo apoyan. Pero, ¿y los demás? Salvo esos “iluminados”, se tiene la impresión de una Europa sonámbula que obedece a la voz de su amo estadounidense, esperando que Obama salve al mundo, pero sin ideas ni voluntad propias.

Para finalizar, vuelvo a ocuparme de la famosa “construcción europea”. Soy consciente de que hubo una época en la que estaba permitido, e incluso parecía razonable, confiar en que las viejas naciones europeas se pusieran de acuerdo pacíficamente sobre lo que Gorvachev ( ese gran cornudo de la Historia) denominaba “nuestro hogar común”. Pero después vinieron Maastricht, el neoliberalismo, el rechazado tratado constitucional, adoptado más tarde sin guardar los procedimientos democráticos, y de manera particular, las ampliaciones irreflexivas hacia los países en los que sus dirigentes piensan seguir con la Guerra Fría hasta el total sometimiento de Rusia.

Hoy, esta construcción resulta paradójica: sirve como Utopía que distrae del presente mientras se espera que el porvenir asome por el horizonte. Pero está vacía de contenido. Se mueve mucho menos por la esperanza en el futuro que por el miedo y la vergüenza del pasado. La Europa de las naciones perdió su arrogancia e incluso su razón de ser durante las dos grandes guerras del siglo XX, por el “totalitarismo”, pero sobre todo- y esto es algo relativamente reciente, desde 1967 para ser precisos- por el Holocausto. Europa debe ser incapaz de cometer una nueva Shoah aboliendo el Estado-nación, considerado intrínsecamente culpable, convirtiéndose en “multicultural” y uniéndose a la Cruzada emprendida por su salvador histórico, Estados Unidos, para implantar el buen gobierno y los derechos humanos en el mundo entero. La Unión Europea no tiene contenidos, está abocada a integrarse en la “Comunidad Internacional”, al lado de Estados Unidos. La construcción europea se convierte así, en primer lugar, en una “deconstrucción”, por recurrir a una palabra filosófica.

Este espejismo oculta un futuro imprevisto y, en estos momentos, imprevisible.

Notas de la traductora

1. N.T.: La obra original en inglés es Fool’s Crusade: Yugoslavia, NATO and Western Delusions, (Monthly Review Press, 2003)

2. N.T. En el original, “der des ders der ders” (la guerra que acabaría con todas las guerras, en alusión a la novela de René Griffon, basada en la Primera Guerra Mundial).

3. N.T.: Presidente de Georgia desde 2004.

4. N.T.: Entidad bancaria de Luxemburgo, donde se situaron cuentas con sobornos recibidos por políticos franceses, entre ellos, supuestamente Sarkozy. Villepin, al parecer, estaba en el origen de las denuncias anónimas.

Mondialisation.ca, 23 de noviembre de 2009

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